La guerra de las cifras: Rusia y Ucrania evitan hablar de sus propias bajas en combate
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No es habitual ver funerales de combatientes en la guerra de Ucrania, aunque las cámaras de TVE este domingo han podido asistir a uno de ellos, el de un sargento ucraniano de 47 años en la región de Odesa. Esta es tan solo una de las víctimas de un conflicto en el que los dos bandos evitan hablar de sus propias bajas para no mostrar debilidad.
Por el momento, hay únicamente una cifra oficial verificada, la que ofrece Naciones Unidas, que habla de 1.031 civiles muertos, entre ellos, 90 niños, pero sin ofrecer datos de los militares. Sin embargo, la organización advierte de que estas cifras están muy por debajo de los números reales. Las autoridades ucranianas creen que más de 4.000 civiles han muerto. Tan solo en Mariúpol, se estiman en más de 300 las personas muertas en un bombardeo ruso a un teatro.
Mientras los bombardeos se siguen sucediendo en las ciudades ucranianas. Leópolis ha sido una de las más afectadas en las últimas horas, donde tropas rusas han bombardeado objetivos militares. Además, Rusia mantiene su avance hacia el este, con el objetivo de rodear a las fuerzas ucranianas que están peleando en el Donbás, cuando se cumplen 32 días de la invasión.
Rusia reconoce 1.351 soldados muertos y Ucrania dice que son más
Rusia reconoció que 1.351 soldados de sus tropas han muerto desde el inicio de la ofensiva en Ucrania. Los heridos, en cambio, ascenderían a 3.825, según anunció el viernes el jefe de Estado Mayor adjunto del ejército, Serguéi Rudskoy. El anterior balance oficial de Moscú publicado el 2 de marzo hacía referencia a 498 soldados rusos muertos en Ucrania, aunque Kiev asegura que estas cifras son mayores.
En cambio, el 16 de marzo, fuentes de Inteligencia de EE.UU. estimaron que 7.000 tropas rusas habían fallecido en combate. La OTAN también ha usado esta cifra para su mínimo de bajas calculadas, aunque eleva el número hasta los 40.000 si se suman los heridos, prisioneros o desaparecidos. Ucrania, por su parte, asegura que ha abatido a más de 15.000 soldados, mientras que habría perdido 4.000, según datos de Estados Unidos.