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Cómic

'Dog Biscuits', el cómic que refleja cómo la pandemia amplificó nuestras emociones

  • Hablamos con Alex Graham sobre esta obra que ha ganado el Puchi Award 2021
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Detalle de la portada de 'Dog Biscuits'
Detalle de la portada de 'Dog Biscuits'

En los primeros días de la pandemia de coronavirus a Alex Graham (Denver, 1987) la despidieron del restaurante en el que trabajaba como camarera. Fue entonces cuando decidió comenzar un cómic serializado en Instagram, Dog Biscuits, que se convirtió en un enorme éxito en redes y gracias al que ahora ha conseguido el Puchi Award 2021, un galardón que premia a obras libres, brillantes e innovadoras. Fulgencio Pimentel y La Casa Encendida coeditan este cómic sobre el que hemos hablado con su autora, junto con nuestro compañero Santiago Bustamante, que emitirá la entrevista este sábado en Fallo de Sistema (Radio 3), a las 13:00.

“Un día que estaba realmente aburrida, cogí un trozo de papel y me propuse dibujar lo más horrible de lo que fuera capaz, solo por motivarme a hacer algo –confiesa Alex-. Pero cuando lo publiqué en Instagram la gente se volvió loca y me pidió que contara la historia de esos personajes. Así que seguí improvisando y publicando páginas todos los días. Y a la gente le seguía encantando, lo que me motivó a continuar. Hasta que empecé a dedicarle todo mi tiempo y lo finalicé 400 páginas después”.

Tras el éxito en redes, Alex publicó el libro en papel: “Pensé que iba a ser un cómic de 50 páginas, pero a medida que el proyecto crecía y se hacía más largo se fue complicando lo de la autoedición. Pero al final conseguí imprimirlo. Luego, afortunadamente apareció una gran editorial”.

A ese éxito de público pronto se sumó el de la crítica, ya que Dog Biscuits fue Galardonada con el Cartoonist Studio Prize en la categoría de Webcómic del año y nominada a los Ignatz en la de Mejor novela gráfica.

Página de 'Dog Biscuits'

Un triángulo amoroso en una tienda de galletas para perros

Dog Biscuits es un reflejo de la angustia existencial que ha atenazado al mundo durante meses. Narra la historia de Gussy, que lucha por mantener a flote su boutique de galletas para perros en mitad de la pandemia. La soledad y el distanciamiento social le acercarán a su empleada Rosie, mucho más joven que él y con la que iniciará una apasionada relación. Una relación que se convertirá en un trío cuando aparezca Hissy, el compañero de piso de Rosie. Un trío emocional que se va enredando en una red de brutalidad policial, protestas, drogas, aplicaciones de citas y caos COVID.

“La historia comienza cuando Rosie, que ya siente algo por su compañero de cuarto, comienza a darse cuenta de que también está desarrollando sentimientos por su jefe de la tienda de galletas, aunque sea mayor que ella –nos comenta Alex-. Rosie está enamorada de estas dos personas al mismo tiempo, y se debate entre ellas. Por eso la historia explora su incapacidad para decidir de quién está enamorada”.

“No juzgo a mis personajes –asegura Alex-. Me gustaría que la gente se acercase a este cómic sin ninguna idea preconcebida. Que lean la historia y saquen sus propias conclusiones. No intento influir en nadie y el cómic está abierto a lo que sea que cualquiera quiera sentir”.

Página de 'Dog Biscuits'

Los lectores llegaron a amenazarla para que dibujase lo que ellos querían

El éxito de la serie en Instagram también tuvo una parte negativa, ya que los lectores llegaron a amenazarla para que dibujase lo que ellos querían. “A medida que iba publicando la historia, la gente empezó a tener reacciones muy fuertes y a pedirme que hiera esto o lo otro con los personajes. Y yo los provocaba haciendo lo contrario a lo que me exigían. Y los comentarios acabaron volviéndose realmente locos. Fue muy divertido pero, a veces, también muy frustrante”.

Preguntamos a Alex si cree que esas reacciones exageradas se debieron a que la gente estaba afectada por la pandemia. “Sí, creo que las emociones se intensificaron muchísimo durante la pandemia. La pandemia ha sido un gran telón de fondo para este libro, porque creo que todos abordamos nuestros problemas de una forma mucho más intensa. Por eso los defectos de los personajes eran aún más intensos y pronunciados de lo que normalmente habrían sido”

“Y esa crisis que pasaban los personajes en el cómic –añade-, sucedía al mismo tiempo en el que todos atravesábamos una crisis similar en el mundo real. Pienso que fue por eso por lo que mucha gente se sintió atraída por la historia, porque la crisis real y la ficcionada eran muy similares y podíamos entender perfectamente por lo que pasaban los personajes del cómic. Y, aparte, todos tenemos nuestras propias cosas individuales que también se intensificaron por la pandemia”.

Página de 'Dog Biscuits'

“Las redes sociales pueden envenenar la mente de cualquiera”

Las redes sociales han sido fundamentales para mantener el contacto durante la pandemia y también tienen un lugar destacado en el cómic. “Creo que de las redes sociales pueden surgir cosas maravillosas y que, de alguna manera, nos ayudan a avanzar -asegura Alex-. Pero también creo que es muy fácil caer en una espiral. Y quería representar eso en mi historia, cómo las redes sociales pueden envenenar la mente de cualquiera, desde alguien tan viejo como Gussie, hasta un millennial que ya haya crecido con esas redes”.

“Como las redes sociales pueden moldear tu personalidad, exacerbar tus neurosis. Conozco a mucha gente que ha caído en una espiral de la que le ha costado salir. Y también quería hablar sobre eso en la historia. Porque la pandemia y las redes sociales amplificaron todas esas neurosis que ya teníamos. Pero insisto en que, bien usadas, pueden ser muy útiles”.

Página de 'Dog Biscuits'

“Mis mayores influencias son Robert Crumb y el cómic underground”

En cuanto a sus influencias, Alex Graham confiesa que: “Amo los cómics underground de los años 70, sobre todo a Robert Crumb, del que me enamoré, y su mítica revista Weirdo, por la que pasaron grandes autores como Peter Bagge, Charles Burns… También me encantan los cómics underground de los 80 y 90. Me cuesta mucho leer cómics contemporáneos porque tengo como un sentido de competencia con los autores y no puedo mirar su trabajo sin sentir que necesito dejar de leerlos e ir a trabajar en mis propios cómics”.

También es muy de los 70, y choca con la mojigatería actual, el que Alex empleé varias páginas para describir los encuentros sexuales de los personajes (que se han censurado en algunas ediciones pero no en esta). “Pensé que la gente se iba a escandalizar por esas escenas de sexo y por lo gráficas que las hice, porque quería ser provocativa. Pero la gente tuvo una reacción positiva que no esperaba y para muchos esos encuentros sexuales son su parte favorita del libro”.

“Una de las razones por las que quería incluir esas escenas tan gráficas –añade-, es porque era la época en la que estábamos confinados y casi no interactuábamos entre nosotros. Por eso quería darles a todos esa sensación de intimidad que no estábamos experimentando. Y creo que esa es una de las razones por las que es la parte favorita del libro de casi todo el mundo”.

Página de 'Dog Biscuits'

Un cómic con su propia banda sonora

Destacar la importancia de la música en la historia, en la que aparecen un montón de canciones. “Siempre escucho música mientras dibujo –nos cuenta Alex-, y la música que escucho influye en mis pinturas y en mis cómics. De hecho, en Dog Biscuits esa música influyó mucho en las cosas que suceden en la historia”

“Pero eso tiene sus riesgos -añade-. Tengo que contenerme para no incluir letras de canciones en la historia, ya que tienen copyright y hay que pagar derechos por usarlas. Así que este es el último libro en el que incluiré letras de canciones. Confieso que la música es mi principal pasión en esta vida, aunque desgraciadamente no tengo talento para componer. Desearía poder ser músico en lugar de artista visual, pero simplemente no tengo ningún talento para ello”.

Portada de 'Dog Biscuits'

Es una historia cerrada pero…

Preguntamos a Alex Graham que, si después del éxito del cómic, se ha planteado una posible continuación. “Quería que fuera una historia cerrada, no quería hacer una serie –asegura-. Pero todavía sueño con estos personajes y los llevo en mi corazón. Por eso creo que en un futuro pueda retomar la historia de alguno de ellos. Por ejemplo, hay mucha gente interesada en saber a dónde se va Rosie al final del libro. Así que, en cinco o diez años, quizá pueda rescatarlos”.

Como curiosidad, destacamos que la actriz Jennifer Love Hewitt es una de las protagonistas de la historia. “Necesitaba a una actriz para dar un giro sorprendente a uno de los personajes. Y me pareció muy divertido incluirla a ella” -confiesa-.

Otra curiosidad es la pintura con la que veis a Alex Graham en la fotografía, que en el cómic es realizada por uno de los personajes. “Quería que Gussie pintase algo que simbolizara su relación con Rosie. No sabía que iba a hacer, pero estaba viendo una serie de David Lynch llamada Rabbits (Conejos, 2002). Y mientras la veía se me ocurrió pintar a ese león devorando a un conejo, que creo que simboliza la relación entre ambos personajes”.

Alex Graham fotografiada por Patrick Kelly