Abdeslam se acoge a su derecho a no declarar en el día clave del juicio por los atentados del 13-N en París
- Es el único superviviente de los comandos responsables de los atentados del 13N en París
- El acusado, que no activó su cinturón de explosivos el día del atentado, ha declarado tener "muchas razones" para guardar silencio
Salah Abdeslam, el único superviviente de los comandos terroristas responsables de los atentados del 13-N en París y Saint Denis, se ha acogido a su derecho a no declarar este miércoles, en el día clave del juicio por el atentado que causó la muerte de 130 personas.
"Me acojo a mi derecho a guardar silencio", ha dicho el acusado, vestido de negro, cuando ha comenzado a interrogarle el presidente del tribunal. Ante la insistencia de este, Abdeslam se ha reiterado en su decisión y, posteriormente, ha pedido permanecer sentado mientras el presidente le hacía preguntas a las que no ha respondido.
París sufrió en noviembre de 2015 un atentado múltiple con varios ataques perpetrados hasta en seis puntos de la capital francesa, siendo el asalto más grave el tiroteo en la sala Le Bataclan, donde murieron 90 personas.
"No quiero hablar más. No puedo hacerlo más"
La actitud del acusado dista mucho de la que mostró hace unos días cuando, tal y como ha recordado el presidente, se le interrogó sobre los preparativos de los atentados y sí respondió a las preguntas. Además, dijo querer atender a las expectativas de los familiares de las víctimas.
"He hecho esfuerzos. He mantenido el silencio durante seis años y esa era la posición que quería tener al inicio del proceso. Cambié de opinión, he dicho cosas, me he dirigido a las víctimas con respeto y no quiero hablar más. No puedo hacerlo más", ha dicho.
Abdeslam formaba parte de los comandos que perpetraron la masacre en el Estadio de Francia, en varias terrazas de París y en Le Bataclan. Sin embargo, el día de la masacre el acusado no hizo estallar su cinturón de explosivos y al día siguiente las cámaras de seguridad de una gasolinera en la frontera de Francia con Bélgica captaron la imagen de Abdeslam, que había logrado sortear varios controles policiales. Cuatro meses más tarde, fue arrestado en Bruselas.
Un año antes del 13-N, Abdeslam había viajado a Siria. Su hermano, que se inmoló en el Café Voltaire, y él estaban fichados por la policía belga, pero no habían sido considerados una amenaza terrorista.
Abdeslam dice tener "muchos razones" para guardar silencio
Al ser preguntado sobre el motivo de su silencio, Abdeslam ha declarado tener "muchas razones". "Es para que no me califiquen de provocador que no deseo hablar aquí", ha dicho. Ante la insistencia del presidente ha reiterado: "Es un derecho que tengo y no tengo que justificarme".
Su testimonio era muy esperado de cara a explicar los motivos que le llevaron a no inmolarse. De hecho, hasta ahora, el acusado había dejado entrever que se arrepintió en el último momento.
Mohamed Abrini, su amigo de la infancia, declaró el martes que era él y no Abdeslam quien debía formar parte de los comandos, pero que tres días antes de los atentados dijo que no lo haría. Ante esa baja, dijo Abrini en el juicio, Brahi Abdeslam, hermano mayor de Salah y mano derecha del cerebro de los atentados, Abdelhamid Abaaoud, le pidió que fuera él quien lo hiciera.
Durante los días previos, Abdeslam sí había respondido sobre los preparativos de los atentados, pero dijo que no conocía los planes de los organizadores y se negó a identificarlos alegando que "ya no están en este mundo".