Sánchez niega un giro respecto al Sáhara y defiende haber dado "un paso más en el camino" hacia una solución
- Pide valorar la "complejidad" sobre el Sáhara que ya tuvieron presente Zapatero y Rajoy cuando avalaron, dice, el plan marroquí
- Unidas Podemos no acepta esta explicación y la oposición reprocha al Ejecutivo su "traición" al pueblo saharaui
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha insistido en que España no ha dado ningún "giro" en su postura respecto al Sáhara Occidental y ha defendido que el apoyo que mostró hace semanas al rey de Marruecos a su plan de autonomía para esta región supone "un paso más en el camino" para resolver un conflicto que lleva ya "enquistado" 46 años. España, ha resumido, adopta "un papel activo" para apoyar la labor del enviado especial de la ONU al Sáhara con el fin de que haya una solución en el marco de Naciones Unidas y "con el acuerdo de las partes directamente implicadas".
"Se ha hablado mucho estos últimos días de un giro en la relación con la postura del Gobierno", se ha quejado Sánchez en el Congreso de los Diputados. "Más bien, yo diría que hay que hablar de un paso más en el camino que se inició hace 14 años", cuando el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero ya dijo que la propuesta marroquí constituía una "contribución valiosa" para resolver este conflicto que "lleva cuatro décadas enquistado", ha defendido. Y ha reiterado que hasta en tres ocasiones (2007, 2012 y 2015) los gobiernos de distinto color en España avalaron la propuesta de Marruecos como "seria" y dejaron de lado, ha dicho, la referencia a la "autodeterminación" del pueblo saharaui.
"No estoy restando importancia a la decisión que he tomado, con plena voluntad de dar un paso hacia adelante", ha esgrimido, pero ha dicho que es "oportuno señalar" que cuando Zapatero y Rajoy "se han encontrado con esta cuestión", han "entendido siempre su enorme complejidad". Por ello, ha pedido a los partidos "que valoren esa complejidad" justo un día antes de la visita del ministro de Exteriores, José Manuel Albares, a Rabat en el marco de las nuevas relaciones con Marruecos.
Con el nuevo enviado especial de la ONU se abre "una ventana de oportunidad"
Ante las dudas de algunos partidos sobre el momento para adoptar esta postura sobre el Sáhara, Sánchez ha asegurado que ahora se abre "una nueva ventana de oportunidad" para retomar las relaciones con Marruecos ya que en octubre fue nombrado el nuevo enviado especial de Naciones Unidas para el Sáhara Occidental, el italiano Staffan de Mistura, que lleva desde enero sobre el terreno. Este hecho, ha aseverado, "ha renovado la esperanza de que puedan renovarse estas negociaciones después de dos años sin que se lograse nombrar a un nuevo enviado especial", ya que "hasta 13 candidatos" fueron rechazados previamente. Por fin, ha subrayado, hay uno que ha sido "bien acogido por las partes" y que "goza del respaldo de la comunidad internacional".
"España quiere adoptar un papel activo y no pasivo y apoyar de manera activa la labor del enviado especial", ha incidido en un pleno en el que han estado invitados el delegado del Frente Polisario en España, Abdula Arabi, y la delegada de la Unión Nacional de Mujeres Saharauis y delegada del Frente Polisario en la Comunidad de Madrid, Jadiyetu el Mokhtar.
Precisamente, estos invitados han participado junto con un grupo de manifestantes saharauis en una protesta frente al Congreso ante el giro "radical" del Gobierno español y para pedir al presidente que respete la libertad del pueblo saharaui a elegir su futuro. "Es un giro que rompe con el consenso de la política de la izquierda española y no concuerda con el derecho internacional. No tiene en cuenta la voluntad del pueblo saharaui que lleva 46 años y no ha pedido auxilio", ha señalado a los medios Arabi, bajo gritos de los manifestantes de "Marruecos asesina y España patrocina". A la protesta se han sumado varios portavoces de partidos de izquierda y nacionalistas.
Hasta 13 formaciones distintas habían pedido explicaciones a Sánchez en un pleno monográfico sobre el Sáhara, aunque finalmente el presidente ha comparecido a petición propia para dar cuentas de esta cuestión, del plan nacional de respuesta a la crisis por la guerra en Ucrania, del Consejo Europeo de la semana pasada y de la cumbre de la OTAN. La carta que envió al rey de Marruecos, en la que avala la propuesta de Rabat para el Sáhara Occidental como "la base más seria, realista y creíble" para la resolución del conflicto, generó también un gran malestar en sus socios de Unidas Podemos y la vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, tachó su postura de "incoherente". El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, dio cuentas la semana pasada de esta cuestión, pero todos esperaban la comparecencia de Sánchez.
“"No hay desatención hacia el sufrimiento del pueblo saharaui. Seguiremos brindando apoyo humanitario"“
En este sentido, el presidente ha asegurado que "no hay desinterés ni desatención hacia el sufrimiento del pueblo saharaui", a quien se ha comprometido a seguir aportando ayuda humanitaria. En cambio, ha insistido en que España tiene un "propósito firme de contribuir" a la solución de un conflicto que hasta ahora no tenía "perspectiva de resolución", y se propone a hacerlo en el marco de Naciones Unidas y "con el acuerdo de las partes directamente implicadas" (Marruecos y el Frente Polisario). Y es que, ha incidido, "solo las partes pueden decidir, nadie más”.
"El conflicto ha condenado a demasiados saharauis a la pobreza y a la falta de oportunidades", ha sostenido. Por ello, ha dicho esperar que el enviado especial de la ONU pueda "avanzar en esas negociaciones". España, ha incidido, dará "apoyo para que así sea". Además, ha reiterado que España es "el principal aportador" de ayuda humanitaria a los campamentos saharauis: "Vamos a seguir brindando ese apoyo humanitario".
Refuerza su compromiso con Ceuta y Melilla para "un territorio seguro"
El jefe del Ejecutivo ha dejado muy claro que la relación con Marruecos es "una cuestión de Estado" y que, como tal, requiere "una política de Estado". Así, ha recordado que el PSOE apoyó al Gobierno de José María Aznar en la resolución de la crisis de Perejil en 2002.
Por eso, ha incidido en que el acuerdo con Rabat permite "cerrar una crisis" que lleva abierta un año y que ha supuesto una importante crisis migratoria, especialmente la pasada primavera en Ceuta con la llegada masiva de miles de migrantes ante la pasividad de Marruecos.
Sánchez, que ha dicho que se refuerza el compromiso del Estado con Ceuta y Melilla, ha defendido que ahora se podrá avanzar en las relaciones comerciales, lucha antiterrorista y control de la migración con Marruecos, todo para garantizar también "un territorio seguro" y con una "frontera segura" capaz de garantizar el control de personas y de mercancías.
Para ello, el Gobierno creará un grupo interministerial para la reapertura de fronteras, para definir los criterios de entrada al territorio y para el tráfico seguro.
El PP reprocha al Gobierno obviar a la ONU y Vox la "cesión" a Marruecos
En el turno de la oposición, no ha habido un solo partido que haya secundado la postura de Sánchez ante el Sáhara, y ni siquiera los ministros de Unidas Podemos han aplaudido su discurso. En cambio, se han sucedido de nuevo los reproches por la opacidad ante una carta de la que se enteraron por el rey de Marruecos, por un "giro histórico" sin haber "contado con nadie", por haber cedido al "chantaje" de Marruecos y no haber hablado con Argelia. Asimismo han preguntado a Sánchez qué ha sacado España a cambio y si ha habido una respuesta por Marruecos.
La portavoz del PP, Cuca Gamarra, ha criticado que "nunca antes un Gobierno había dejado de buscar una solución justa para el Sáhara" ni se había salido, ha dicho, del marco de Naciones Unidas. Además, ha señalado una "consecuencia aún más grave" en las relaciones con Argelia, uno de los proveedores de gas "más fiables" para España. Ha reprochado asimismo que la carta enviada a Marruecos es "una chapuza" y ha preguntado al jefe del Ejecutivo si se la "dictaron" desde Rabat. A su juicio, Sánchez ha ido más lejos que Alemania y Francia y, por último, le ha preguntado qué garantías le ha dado el rey marroquí sobre Ceuta, Melilla y Canarias.
El líder de Vox, Santiago Abascal, ha tildado este miércoles de "autócrata" a Sánchez por la "cesión" a Marruecos: "Lo ocurrido es una afrenta a España, un puñetero insulto a este Parlamento". Ha reprochado igualmente un "cambio de postura" sobre el Sáhara "irresponsable, arbitrario y clandestino", ya que no estaba en el programa electoral del PSOE, no cuenta con el apoyo de sus socios de Gobierno y no ha sido consultada con el Parlamento. Ha considerado el giro de España como un "desatino" en medio de la crisis energética que se ahonda con el conflicto provocado con Argelia.
El portavoz de Ciudadanos, Edmundo Bal, ha incidido en estas consecuencias al recordar que Argelia ha retirado a su embajador español, “quiere subir el precio del gas, no admite la repatriación de irregulares y suspenden los vuelos de Iberia” (algo que Sánchez ha calificado después como "bulo" en su respuesta a Abascal), por lo que cree que no es cierto que España no haya cambiado de postura. Añade además que Marruecos “sigue diciendo que Ceuta y Melilla forman parte” de su territorio y “no renuncian a sobre su pretensión de las aguas canarias”. Por último, ha espetado: "Si Marruecos no nos ha dado nada (a cambio), no es un acuerdo, es una rendición".
Unidas Podemos ve una actitud "difícil de justificar"
El portavoz de Unidas Podemos, Pablo Echenique, ha pedido a Sánchez "escuchar y reflexionar" ante el rechazo generalizado en el Congreso a un cambio de postura "difícil de justificar" y ha advertido de que hay solo dos opciones: o se defiende el derecho de autodeterminación del pueblo saharaui de acuerdo con las resoluciones de la ONU o se apoya la propuesta marroquí de autonomía para el Sáhara, por lo que ha instado al presidente a aclarar si apoya o no la autodeterminación. Y ha rechazado el alineamiento con países como Alemania y Francia ya que España es "potencia descolonizadora", por lo que su papel es más importante.
El líder de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián, ha criticado que "se le envían tanques a un tirano como Putin y se le envían cartas a otro tirano como Mohamed VI", a lo que ha preguntado al jefe del Ejecutivo por qué defiende “el derecho del pueblo ucraniano a existir” frente a Rusia pero no el del pueblo saharaui frente a Marruecos y por qué habla de un acuerdo entre las partes implicadas cuando “el Frente Polisario no está de acuerdo”. A su juicio, Sánchez “canjea principios por más control marroquí en la valla de Ceuta y Melilla”.
Aitor Esteban (PNV) ha resumido lo ocurrido en que España “reconoce la autonomía” del Sáhara como parte de Marruecos y ha advertido al Ejecutivo de que el Sáhara es también “memoria histórica y debería ser memoria democrática”: “La política exterior tiene que tener alma y no puede ser solo que se dé ayuda humanitaria”. Y la portavoz de EH-Bildu, Mertxe Aizpurúa, ha criticado que el Gobierno ha “legitimado” la “ocupación marroquí ilegal” de las tierras saharauis, "traicionando" a su pueblo, algo que además de “incoherente es bastante hipócrita” y “muy grave”. “Con tal de solucionar una crisis migratoria ha abierto una triple crisis”, ha dicho: con el Sáhara, con Argelia y con “todos los partidos” de la Cámara.
Entre los partidos minoritarios, algunos aliados del Ejecutivo, se han repetido las críticas por la "repetición de la traición" de los años setenta, según Miriam Nogueras (JxCat), que ha recordado la "obligación jurídica y política" del Gobierno con el pueblo saharaui. Ferran Bel (PDeCAT) ha subrayado por su parte la soledad del PSOE en este asunto y ha emplazado a Sánchez aclarar si sigue defendiendo la autodeterminación del pueblo saharaui, a quien según Íñigo Errejón (Más País) el jefe del Ejecutivo ha dado "la espalda".
Errejón también se ha mostrado convencido de que el Gobierno "no pondría la mano en el fuego" para garantizar que Marruecos cumpla lo que haya prometido, mientras que Joan Baldoví (Compromís) ha dicho que cuando fue al Sáhara vio "represión", "recursos naturales esquilmados" y personas "con DNI español" que seguro que ahora "no entienden este cambio de posición". Por su parte, el diputado del BNG, Néstor Rego, ve un cambio de postura "grave" que debe "rectificarse" y que "da la espalda al sentir mayoritario" de la sociedad. Carlos García Adanero (ex de Navarra Suma) ha tildado de la nueva postura como un “insulto muy grave” al pueblo español, que tiene “un cariño especial” al pueblo saharaui, y a los propios saharauis a quienes se les ha “humillado” por “rendir pleitesía a un rey ajeno”.
Ana Oramas (CC) ha dicho a Sánchez que no ha estado bien “ni en el fondo ni las formas” lo hecho con el Sáhara y ha advertido de que “ceder ante los chantajes es muestra de debilidad porque el que cede una vez, cede siempre”. Pedro Quevedo (Nueva Canarias) ha mostrado igualmente su “rechazo más absoluto a su cambio de posición”, que “supone una agresión sin precedentes a los legítimos derechos del pueblo saharaui”. Y como la mayoría de los portavoces, Tomás Guitarte (Teruel Existe) ha advertido al Gobierno de las "justas reivindicaciones del pueblo saharaui" y de que decisiones como la trasmitida a Marruecos "requieren de la participación del Congreso", mientras que José María Mazón (PRC) ha exigido una "explicación más convincente".
En su respuesta a los grupos, Sánchez ha reprochado a Gamarra que el PSOE también se enteró de la crisis de Perejil por la prensa en 2002 y aún así apoyó al Gobierno de José María Aznar, quien no compareció en el Congreso para informar, como sí ha hecho él mismo. Ha negado que las decisiones de España sean contrarias a las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, y a Rufián le ha dicho que es “injusto” decir que España está con el pueblo ucraniano y no con el saharaui ya que “defiende ambos pueblos”, puesto que la propuesta de Marruecos reconoce la autonomía para el Sáhara. Por último, ha subrayado que lo que le “mueve” son los intereses de España y ha sentenciado que Marruecos es “un socio prioritario, fundamental y decisivo” para el país, por lo que conviene tener “las mejores relaciones”.