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Economía

El Gobierno permitirá que los supermercados puedan limitar las compras para evitar el desabastecimiento

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El Gobierno permitirá que los supermercados puedan limitar las compras para evitar el desabastecimiento

El Gobierno va a permitir que los supermercados puedan limitar la venta de productos para evitar así el desabastecimiento. Podrán hacerlo de forma temporal y cuando existan circunstancias extraordinarias que lo justifiquen.

Para ello, ha modificado la Ley 7/1996 de Ordenación del Comercio Minorista. Concretamente, ha añadido un nuevo apartado 3 en el artículo 9 de la norma: "Excepcionalmente, cuando existan circunstancias extraordinarias o de fuerza mayor que lo justifiquen, los establecimientos comerciales podrán suspender con carácter temporal la prohibición prevista en el apartado 2 de limitar la cantidad de artículos que puedan ser adquiridos por cada comprador".

Además de la justificación, los supermercados deberán aplicar esta prohibición "de manera proporcionada cuando sea necesario para impedir el desabastecimiento y garantizar el acceso de los consumidores en condiciones equitativas".

Un apartado para situaciones "de fuerza mayor"

Hasta ahora, la Ley de Comercio Minorista prohibía a los comerciantes "limitar la cantidad de artículos que pueden ser adquiridos por cada comprador". Además, los establecimientos tampoco podían "establecer precios más elevados o suprimir reducciones o incentivos para las compras que superen un determinado volumen".

A partir de ahora, con esta modificación, los establecimientos podrán "suspender con carácter temporal la prohibición prevista en el apartado 2 de limitar la cantidad de artículos que puedan ser adquiridos por cada comprador". La normativa aprobada tiene como objetivo impedir el desabastecimiento en situaciones "de fuerza mayor", así como garantizar el acceso equitativo de los consumidores a ciertos productos.

Desabastecimiento de aceite de girasol

Esta reforma legal pretende responder a las tensiones producidas en la distribución de algunos alimentos en los supermercados a raíz de la guerra en Ucrania. Un ejemplo es el aceite de girasol, uno de los productos que más han escaseado por el conflicto. Las denuncias se produjeron en Andalucía -El Jamón y MAS-, en Canarias -Hiperdino-, y en Madrid y Cataluña -DIA y Mercadona-.

A principios de marzo, FACUA denunció a los supermercados DIA, Mercadona, MAS, El Jamón e Hiperdino por limitar a los consumidores el número de botellas de aceite de girasol que podía adquirir en cada compra. Las empresas indicaban esta limitación a sus clientes mediante carteles que podían leerse antes de comprar: 'La venta de aceite de girasol se limita a tres unidades de un litro o una garrafa de cinco litros por cliente y día'.

FACUA, además, informó de un alza "desproporcionado" del precio de los productos de hasta 2,98 euros por botella. En estas circunstancias, los establecimientos vulneraron ambos aspectos de la ley, el de limitar la venta por unidades y el de aumentar los precios, y estos fueron los motivos de denuncia para FACUA.

FACUA lo califica de irresponsabilidad por parte del Ejecutivo

La organización considera una irresponsabilidad que el Gobierno dé carta blanca a los comercios para que puedan limitar el número de productos que los usuarios pueden adquirir, a la vez que suben sus precios.

La asociación advierte de que estas limitaciones son las que provocan el acaparamiento de bienes y el desabastecimiento, además de permitir la especulación con los precios con el argumento de la escasez de los productos a la venta.

Ha señalado que esta nueva redacción de la normativa permite que sean los empresarios los que decidan cuándo la aplicación de la medida está justificada y es proporcional, dejando en sus manos cuándo y cómo limitan las unidades que ponen a la venta. Algo que, unido a la falta de controles en el mercado, puede provocar que muchos lo hagan con el fin de conseguir incrementos de ventas al tiempo que suben los precios.

En este sentido, la asociación lamenta que, una vez más, el Ejecutivo salga en defensa de los posibles especuladores en lugar de los consumidores. El Gobierno está eludiendo su responsabilidad de investigar lo que está ocurriendo con la falta de bienes y las subidas de precios y opta por respaldar decisiones unilaterales de las empresas que pueden ser claramente especulativas.

Por último, ha recordado que el Ministerio de Consumo y el de Industria, Comercio y Turismo ya avalaron en un comunicado conjunto que los comercios llevaran a cabo esta práctica pese a estar prohibida por la normativa. Todo ello, sin realizar las comprobaciones oportunas para averiguar si la limitación obedece a causas objetivas o quién está provocando realmente el desabastecimiento, sentando un nefasto procedente que puede validar comportamientos especulativos en el futuro.