Jorge Dezcallar: "Nunca va a haber un referéndum de independencia en el Sáhara, Marruecos no lo va a permitir"
- El exembajador en Marruecos habla en RNE de su libro Abrazar el mundo
- Afirma que “la defensa europea se tendrá que armar en torno a la fuerza nuclear francesa"
Cuando un viejo régimen se muere y el nuevo no acaba de nacer, entramos en el terreno de la incertidumbre, de la emergencia permanente. Es el suelo inestable que pisa la actualidad internacional en este momento. Un mapamundi plagado de ‘minas’ en el que uno puede sentir el deseo de seguir los pasos de Henry David Thoreau y buscar una cabaña junto a un lago, apartada de las sirenas de alarma y la crisis perpetua. Otra opción es tratar de comprender el mundo que nos rodea. Para ello, el exembajador en Marruecos Jorge Dezcallar ha presentado Abrazar el mundo, un viaje clarificador y lúcido sobre el estado de las cosas en el mundo.
“Nunca habrá un referéndum sobre el Sáhara”
Uno de esos escenarios enquistados en el terreno internacional es el Sáhara Occidental. Para Jorge Dezcallar, la solución planteada por Marruecos y aplaudida por el gobierno de España es realista y sería una forma de poner fin a la situación de desamparo que viven los saharauis.
El asunto ha pasado por el Congreso, donde el Gobierno ha recibido las críticas de todo el arco parlamentario salvo del PSOE por un cambio de posición que el presidente Pedro Sánchez niega.
Para Dezcallar es evidente el cambio sustanciado en una carta en la que se pone negro sobre blanco ese apoyo. Según su experiencia, está cerrada cualquier posibilidad de un referéndum de autodeterminación. “Marruecos no lo va a permitir, diga lo que diga Naciones Unidas. Además, se plantearían problemas como el de quién tiene derecho a votar”.
Sobre la incomodidad en las relaciones con el vecino marroquí, cuenta en Radio Nacional que hay que ejercer los equilibrios necesarios para evitar el choque. “Cuanto mejor le vaya a Marruecos mejor nos irá a nosotros. Estoy convencido. Es un país que hay que tratar con afecto, con la cercanía que da la vecindad, con el respeto que merece y con firmeza, porque si percibe debilidad tendremos problemas a corto plazo”, opina.
El ‘enigma’ Putin
Cuando escribió Abrazar el mundo, la guerra de Ucrania ya se cocinaba en las frontera del país con cientos de miles de soldados esperando la orden. Si miramos atrás, en concreto a 1991 y a la caída de la Unión Soviética, reconoce que Occidente ha cometido el error de no encontrar encaje y comodidad a Rusia en la comunidad internacional. “Se había derrotado al comunismo, no a Rusia”, y esta es una de las claves del inicio de la guerra en Ucrania, una Rusia que se siente aislada, y “rodeada de enemigos”.
Si miramos al futuro, augura un país que seguirá aislado, “cara a la pared” una buena temporada. “No nos interesa eso, Rusia es Europa. Si la echamos, acabará en manos de China". Sobre Vladímir Putin, reconoce que es complejo saber cuáles son sus planes y, tras la invasión, tiene “poca credibilidad”. En su libro explica que Putin ya ha dejado por escrito sus ambiciones en el ensayo que publicó en 2021 titulado Sobre la unidad histórica de rusos y ucranianos.
La defensa “nuclear” de Europa
La guerra en Ucrania ha acelerado los planes para reforzar la protección militar de los países europeos. El zarpazo de Rusia no ha sorprendido, pero sí ha evidenciado las debilidades de una Europa que solo encuentra protección bajo el paraguas de la OTAN.
Jorge Dezcallar detalla en Abrazar el mundo que es un debate incómodo, y casi “impensable” en este momento, pero que la defensa de Europa tiene que venir impulsada por el único país europeo que tiene arsenal nuclear, Francia. “Se tendrá que hacer en torno a la fuerza nuclear francesa, es el ejército fuerte que queda una vez los británicos se han ido. Eso pone los pelos de punta a más de uno, pero es lo que hay", ha señalado a RNE.
Un nuevo orden mundial
Dezcallar ha escrito Abrazar el mundo aprovechando la pausa provocada por la pandemia. Un “cisne negro” que puede alcanzar el tamaño de “elefante” si nos atenemos a las consecuencias que son todavía difícilmente evaluables, cuenta en Radio Nacional. Sobre el equilibrio de fuerzas en el planeta sostiene que “estamos al principio de una nueva etapa en el orden geopolítico en el que las normas están cayendo en desuso porque hay quien no las acepta, mientras no tenemos otras".
Suelo inestable el de la geopolítica mundial en el que llama a un despertar europeo. “El futuro está en una mayor integración”, afirma en su libro. De lo contrario, teme que la irrelevancia traiga consigo la decadencia y con ello el fin del Estado del bienestar. “Será muy difícil mantener el 50% del gasto social mundial con el 6% de la población mundial. Somos la envidia, pero esto cuesta mucho dinero".
“A los jubilados no nos piden consejo” dice, pero seguro que le leen. La claridad de ideas para ver la trastienda de los conflictos internacionales, la experiencia que ha acumulado como primer civil que dirigió el Centro Nacional de Inteligencia y exembajador en Marruecos, en Estados Unidos y en la Santa Sede, es materia valiosa para comprender el mundo. Vivir alejado de las responsabilidades directas le permite además hablar con la libertad que lo hace en Abrazar el mundo (La esfera de los libros).