Jared Leto y su 'Morbius' siguen la estela de mediocridad de 'Venom'
- La película de Daniel Espinosa, que se estrena este 1 de abril, no sabe lo que quiere contar ni cómo hacerlo
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Coger a un buen actor y a un gran personaje de los cómics puede ser garantía de éxito, pero hace falta algo más para conseguir una buena película. Es lo que pasó con las dos mediocres entregas del Venomde Tom Hardy, y es lo que vuelve a pasar con el Morbius interpretado por Jared Leto, que llega a los cines este viernes, 1 de marzo.
Y es que, lo que podían haber sido dos películas estupendas de terror, o por lo menos oscuras (como el último Batman), se quedan en otras dos cintas anodinas de superhéroes (y no de las mejores precisamente). Aunque no dudamos de que será un éxito en taquilla, después de que el estreno se haya retrasado más de dos años. Si la película lleva gente a los cines bienvenida sea, porque cintas mucho mejores no lo están logrando.
Y empecemos, sin hacer spoilers, por comentar los principales problemas de la película: el primero, y más importante, es que el director Daniel Espinosa (El invitado, El niño 44) no sabe qué quiere contar: si una película de terror, un drama, una cinta de acción, una de superhéroes, una historia de superación, un amor imposible... Partiendo de ahí, la película va cambiando de rumbo, pero a la deriva, sin que el espectador sepa qué está viendo. A lo que ayuda un montaje que no es demasiado clarificador. Al final se impondrá la acción, pero, para entonces, hace tiempo que la película no nos interesa.
Jared Leto ha contribuido a esta confusión asegurando que la película era una especie de Jeckyll y Hyde, con un personaje luchando contra su lado oscuro. Lo que podría haber sido interesante si Morbius hubiera sido un antihéroe. Pero ya sabemos que a Hollywood no le gustan los antihéroes (Deadpool es la única excepción) y los personajes un pelín problemáticos, enseguida se pasan al lado luminoso de los héroes. Y Morbius tarda un par de escenas en convertirse en un tipo de lo más majete (e incluso se lanza a hacer bromas malas).
Y es que lo más interesante del personaje en los cómics, esa lucha consigo mismo por controlar su sed de sangre, se queda en nada. Al igual que la supuestamente intensa interpetación de Jared leto, que ya nos defraudó con su insulsa versión de El Joker en El escuadrón suicida.
También empiezo a sospechar que el director y el guionista no saben quién es Morbius, porque en los cómics es un "vampiro viviente" (que tiene los poderes y debilidades de un vampiro sin haber sido mordido por una de estas criaturas mitológicas, sino por un experimento científico) Y aquí se convierte en un poderoso superhéroe capaz de atravesar muros de hormigón, o el asfalto, sin sufrir un rasguño.
Y en un alarde de originalidad, cuando Morbius usa su fuerza y velocidad se convierte en una especie de borrón que va dejando una estela de colores a su paso (exactamente igual que el Flash de la serie de televisión de DC). Incluso hay escenas en las que pasa de esa supervelocidad a la cámara lenta (para que veamos lo que pasa en la pelea), un efecto que también está copiado de la serie del Velocista Escarlata.
En fin, podíamos seguir con los defectos de la película, pero tardamos menos en enumerar sus virtudes: si uno se olvida de todo, la película puede resultar entretenida.
Un "vampiro viviente"
Vamos con la sinopsis de la película: El Doctor Michael Morbius (Jared Leto) es un bioquímico, ganador del premio Nobel, que sufre una extraña enfermedad en la sangre. Para intentar curarse estudia a los vampiros y, tas un fallido experimento, acabará sufriendo una extraña forma de vampirismo que le da grandes poderes pero también una infinita sed de sangre. La película se rodó antes de la pandemia de coronavirus, porque ya sabemos que ahora eso de hacer experimentos con murciélagos y pangolines no está muy bien visto.
Morbius se convertirá en un antihéroe que tiene que buscar una cura para esa sed de sangre y, a la vez, y enfrentarse a un antiguo amigo, Milo (Matt Smith), que también se inyectará el suero que lo convertirá en un vampiro, solo que en vez de convertirse en un pelma disfrutará de sus poderes. Destacar al maravilloso actor británico, al que todos admiramos y recordamos por ser uno de los mejores Doctor Who de la historia.
Aunque no será recordado por este papel, al lado de Jared Leto Matt Smith (The Crown) es un soplo de aire fresco para la película. Por lo menos se lo pasa bien y nos lo hace pasar bien a nosotros. Hasta el punto de que, a pesar de que su personaje sea un villano de tebeo, de esos malísismos, a todos nos gustaría que liquidara a Morbius y protagonizara la segunda parte. El duelo entre los dos empieza bien pero acaba en un final también bastante anticlimático.
Una curiosidad antes de acabar. El primer éxito de un personaje de Marvel en el cine fue Blade (1998), el cazador de vampiros al que interpretó Wesley Smipes. Un personaje que ahora está a punto de volver al universo cinematográfico de Marvel en la piel del doblemente oscarizado actor Mahershala Ali. Pero en la película de 1998 se rodó un final alternativo, que no se usó, en el que Morbius aparecía amenazante encima de un edificio. Luego llegó Guillermo del Toro y pasó de él para Blade II, pero Morbius podía haber sido el primer villano de las películas de Marvel de esta era.
Por cierto, que Sony prepara ya otro spin-off de otro enemigo de Spider-Man: Kraven el cazador, que estará protagonizada por Aaron Taylor-Johnson, quien ya hizo de Quicksilver (Mercurio) en Vengadores: La era de Ultrón y se puso en la piel de otro superhéroe como Kick-Ass. Le acompañarán la reciente ganadora del Oscar a la mejor actriz de reparto (Ariana DeBose) y Russell Crowe.
Nos gustaría pensar que será mejor, pero tenemos nuestras dudas. Lo que está claro es que Sony prepara la llegada de otros Seis Siniestros contra los que enfrentar a Spider-Man y que a estos podemos sumar al Buitre interpretado por Michael Keaton. Recordaros también que la película tiene dos escenas postcréditos (aunque no sean muy allá)
Las aventuras más interesantes del cómic recopiladas en un tomo
Ya que no podemos recomendaros la película, si os recomendamos el cómic, por lo menos el Omnibus que publicó Panini hace un par de años (cuando se iba a estrenar la cinta originalmente): Marvel Limited: Morbius... el vampiro viviente (Panini/SD Distribuciones), que recoge las aventuras clásicas del personaje, las más interesantes.
Os preguntaréis qué es eso de un "vampiro viviente"... Pues es algo complicado de explicar. Así que empecemos por el principio: Ya os hemos hablado en otras ocasiones de que en los años 50 triunfaban los cómics de terror y crímenes... hasta que el psicólogo Frederick Wertham publicó el libro La seducción del inocente (1954), donde echaba a esos cómics la culpa del aumento de la delincuencia juvenil, lo que acabó con la implantación de un mecanismo de autocensura, el Comics Code Authority, que prohibía cosas como la violencia, el erotismo y los monstruos... Y que llegó hasta los años 70.
Pero a principios de los 70 el Departamento de Salud y Bienestar de EE.UU. propuso a Stan Lee que realizase un cómic para advertir a los jóvenes de los peligros de las drogas. Así nació la mítica saga de Spider-Man en la que Harry Osborn, el hijo del Duende Verde caía en las garras de las drogas (Spiderman 96-98, may-jul de 1971). Un cómic que se publicó sin el sello del Comics code Authority y que abriría las puertas al final de la censura y al regreso de los vampiros (y demás monstruos) a los cómics.
Tras el éxito de esa 'trilogía de las drogas', los responsables de Spider-Man querían enfrentarlo al mismísimo Conde Drácula para celebrar el centenario de la colección. Pero Stan Lee tenía sus propios planes para el Señor de los Vampiros y en su lugar nació Morbius, un científico que adquiría los poderes y la sed de sangre de los vampiros, pero sin tener que ser mordido por uno de ellos ni resucitar después de muerto (de ahí lo de vampiro viviente). Un personaje al que Spider-Man se enfrentaría en una famosa saga en la que también tenía que bregar con cuatro brazos extra que le salían tras un fallido experimento, y con el que comienza este imprescindible volumen (The Amazing Spider-Man 101-102)
Por cierto que Drácula debutaría en Marvel apenas unos meses después (Abril de 1972) y protagonizaría una de las mejores colecciones de toda la historia de la editorial: La tumba de Drácula.
Un científico con una insaciable sed de sangre
El protagonista es Michael Morbius, un científico que experimenta en sí mismo una cura para una enfermedad de la sangre, gracias a la que desarrollará habilidades similares a las de los vampiros mitológicos, pero sin necesidad de ser mordido por otro vampiro ni morir. De hecho, él tampoco tiene el poder de convertir en vampiros a otras personas. Lo que si tiene en común con los vampiros es su insaciable sed de sangre, aunque en esa aventura con Spider-Man al final siempre acaban a puñetazos, al ser un cómic dirigido a un público juvenil.
Pero esos años Marvel también desarrolló magazines en Blanco y negro, que estaban dirigidos a un público más adulto, como La Espada Salvaje de Conan y una serie de magazines de terror en blanco y negro, protagonizados por personajes como El Hombre Lobo, Frankenstein, El Hombre Cosa, Drácula... En ellos Morbius si pudo hincar el diente a sus víctimas, en historias que se acercaban más al género de terror que al de superhéroes y que también se incluyen en este volumen.
Destacan la colecciónVampire Tales, que constó de 11 números en los que casi siempre aparecía Morbius, que también tuvo su propio serial a color en Adventure Into Fear 20-31. Pero el Vampiro Viviente también se convirtió en invitado habitual de los cómics de Superhéroes de Marvel en títulos como Giant-Size Super-Heroes 1, Marvel Premiere 28, Marvel Two-In-One 15, Marvel Preview 8, Peter Parker, The Spectacular Spider-Man 6-8, 38 y The Savage She-Hulk 9-12. Todos están incluídos en este completísimo volumen de más de 800 páginas.
En esas apariciones Morbius no solo se las vio con Spiderman sino también con otros personajes de la editorial como Blade, Hulka, El Hombre Lobo la Cosa del Pantano, o la Legión de los monstruos.
Lo mejor son los autores de estas historias entre los que encontramos nombres míticos como Steve Gerber, Pablo Marcos, Don McGregor, Rich Buckler, Tom Sutton, Mike Vosburg, Sonny Trinidad, Mike Friedrich, Paul Gulacy, Gil Kane, P. Craig Russell, Doug Moench, Frank Robbins, Bill Mantlo....
Destacar los extras de este volumen, que incluyen anuncios de la serie de Morbius de la época, bocetos de grandes artistas como Gil Kane, Paul Gulacy o Frank Giacoia, portadas originales americanas y varias de Rafael Lopéz Espí para la edición de Vértice de los años 70 Sin olvidar interesantes artículos de Eduardo de Salazar y Don McGregor, uno de los grandes guionistas del Morbius de los 70, que relata numerosas curiosidades sobre los cómics de la época.
Un tomo imprescindible para conocer a este personaje que estamos seguros de que triunfará en los cines... Y al que veremos enfrentarse a Spider-Man, en la gran pantalla, en un futuro cercano.