Le Pen reduce su distancia con Macron a diez días de las elecciones en Francia
- La candidata se está apoyándose en una imagen "normalizada" y una campaña centrada en el poder adquisitivo
- Macron ha visto que sus intenciones están en un 25 % mientras que las de su principal rival están por encima del 20 %
A diez días de la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Francia, no hay ningún sondeo que no augure la victoria de Emmanuel Macron en las presidenciales, pero la dinámica de los últimos días muestra que su triunfo no será tan aplastante como se esperaba hace unas semanas, ante el empuje de la ultraderechista Marine Le Pen, que está apoyando en una imagen "normalizada" y una campaña centrada en el poder adquisitivo.
Los sondeos cada vez más ajustados
Macron ha tenido que hacer campaña, ya que la grave crisis por la que atraviesa el país, desde la pandemia a la guerra de Ucrania, ya no le vale con presentarse como el candidato más garante. Además, el ex primer ministro Edouard Philippe, que apoya a Macron, ha advertido que "por supuesto, Marine Le Pen puede ganar" y ha subrayado el carácter "peligroso" de su programa.
En pocos días, Macron ha visto que sus intenciones de voto apuntan más al 25 %, mientras que las de su principal rival se asientan por encima del 20 %, según una encuesta de Elabe publicada el miércoles. Además, Le Pen ha visto como las distancias en la segunda vuelta, que tendrá lugar el 24 de abril, se reducen.
Si Macron dobló en votos a Le Pen en la segunda vuelta de 2017, los últimos sondeos le otorgan apenas una renta de cinco puntos, la mitad de los que tenía hace una semana.
Le Pen cambia su imagen
La aparición de Éric Zemmour, un candidato que encarna propuestas más radicales sobre la inmigración, permite a Le Pen centrar su campaña en la pérdida de poder adquisitivo, la principal preocupación de los franceses, y ha prometido medidas de emergencia como la anulación del IVA sobre determinados productos.
En ese terreno, Macron se coloca a la defensiva, porque solo un 15 % de los franceses perciben que su poder adquisitivo ha mejorado en los últimos 5 años, aunque las estadísticas indican que el progreso en ese terreno es superior.
Ella "ha realizado una excelente campaña, ha estado en el centro de las preocupaciones de los franceses" y "ha construido un proyecto de recuperación nacional", ha indicado este jueves en la radio francesa el portavoz del Rally Nacional, Julien Odoul.
Para el especialista Sylvain Crépon, el posicionamiento de Le Pen ha dado sus frutos, "dada la naturaleza sociológica de su electorado, compuesto esencialmente por trabajadores, empleados, personas que no están en las posiciones más precarias, pero que están justo por encima de la precariedad".
Sin embargo, la investigadora Cécile Alduy asegura a la agencia de noticias AFP que Le Pen "apenas ha cambiado en aspectos fundamentales como la inmigración y la identidad nacional" y asegura que simplemente "ha elegido otro vocabulario para justificarlo: es en nombre del laicismo y de los valores republicanos, incluso del feminismo, que ataca al islam y quiere limitar drásticamente la inmigración no europea".
"Marine Le Pen y Eric Zemmour son en realidad dos caras de la misma moneda", señala por su parte el investigador Raphaël Llorca, autor de un ensayo sobre "las nuevas máscaras de la extrema derecha".
El reto de Macron de renovar en el Elíseo
Los franceses son duros juzgando el balance de sus gobernantes y prefieren apostar por un programa de futuro ilusionante. Por eso aparece un fantasma que aterra al presidente: ningún inquilino del Elíseo ha logrado renovar su cargo cuando acumulaba la jefatura del Estado y la del Gobierno.
Sus propuestas electorales para un nuevo mandato no han logrado ilusionar, son percibidas como "más de lo mismo", sobre todo su idea de retrasar la edad de jubilación o de condicionar el Ingreso Mínimo Vital a la prestación de algunas horas de actividad.
El presidente tiene, además, otra piedra en su zapato: el informe del Senado que apunta a que gastó demasiado dinero en asesores externos, sobre todo en el estadounidense Mckinsey, que sus rivales consideran un "escándalo de estado" que muestra la auténtica cara de Macron, la de un liberal implacable desconectado del pueblo.