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Arranca la 'era Feijóo' con dos grandes retos: coser al PP y redefinirse frente a Vox

  • El XX Congreso Nacional del PP erigirá este fin de semana a Feijóo oficialmente como su nuevo presidente
  • El gallego deberá "aprender a hacer oposición" tras cuatro legislaturas en Galicia con mayoría absoluta y "olvidar" a Vox

Por
Alberto Núñez Feijóo
Alberto Núñez Feijóo será erigido este fin de semana nuevo presidente del PP en su XX Congreso Nacional.

Comienza la ‘era’ de Alberto Núñez Feijóo. En tan solo unas horas, el presidente gallego será proclamado oficialmente nuevo líder y tomará las riendas de una formación que hace poco más de un mes se abrió en canal tras la guerra interna entre Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso. Toca pasar página y mirar al futuro y Feijóo ha sido el único que ha hecho a los ‘populares’ recobrar la ilusión y la unidad. Pero el nuevo líder tiene por delante dos grandes retos: coser al partido y redefinir su identidad frente a Vox.

Casado se ha despedido este viernes como presidente del PP en el XX Congreso Nacional, que se celebrará en Sevilla también el domingo y del que saldrá la nueva Ejecutiva de Feijóo. De cuatro años de ‘reinado’, lo que no se podrá borrar de la memoria ha sido su último mes y medio al frente de la formación desde que, a mediados de febrero, las relaciones entre él y la presidenta madrileña, que llevaban deteriorándose desde que Ayuso se postuló para liderar el PP madrileño, estallaron entre acusaciones mutuas de corrupción y de espionaje y desencadenaron una ruptura en el partido.

En medio, el contrato de la Comunidad de Madrid para la compra de mascarillas del que el hermano de Ayuso se benefició, que se está investigando y por el que Génova le abrió un expediente informativo que cerró poco después, con manifestaciones de por medio ante la sede a favor de la ‘lideresa’. La popularidad de Ayuso no solo había hecho sombra al liderazgo de Casado, sino que terminó con él y con su número dos, Teodoro García Egea. Nadie salvo ellos la cuestionó públicamente, pero prácticamente todos acabaron dando la espalda a Casado hasta que forzaron su salida, que se hará efectiva este fin de semana.

“No le ha dejado a Feijóo un partido en muy buen estado porque no se trata de un cambio de liderazgo en la cúpula sino de una crisis de enorme profundidad en el fondo y con unas formas insospechadas" que Feijóo "debe solventar y colocar al partido en su sitio, porque en los últimos años el PP ha estado dando bandazos”, expone a RTVE.es la directora de la Escuela de Gobierno de la Universidad Complutense de Madrid (UCM), Paloma Román Marugán.

Cohesionar al partido tras la crisis

Coincide con ella el politólogo de la Universidad de Barcelona Jesús Palomar, pero matiza que esta crisis es, para Feijóo, “un buen punto de partida” porque el PP “ha tocado fondo y a peor no puede ir”. “Coge un PP más unido que lo cogió Casado, que se ha unido en torno a él para salir de la crisis y se ha olvidado de sus peleas internas”, añade. Tanto es así, que el presidente gallego presentó más de 55.000 avales a su candidatura a presidir el PP, el máximo histórico y muy lejos de los 5.000 que presentó Casado ante el Congreso Nacional de 2018. Y fue elegido por el 99,63% de los votos en una votación en la que participó el 88% de los inscritos.

El primer reto, según la politóloga y asesora en comunicación política Mireia Castelló, está en “cohesionar al partido en torno a su propio liderazgo y crear un proyecto interno que movilice a la militancia”. Por ahora, Feijóo ya ha propuesto como secretaria general del partido a Cuca Gamarra, persona del círculo de confianza a la que Casado situó como portavoz en el Congreso. Esto, dice Castelló, puede ir en esa intención de "coser" el partido y “a la vez soluciona quién va a ser su portavoz" en la Cámara Baja, porque “estará ahí su mano derecha”: “Es un primer gesto en clave interna muy significativo”.

Además, Feijóo cuenta con el apoyo de todos los 'barones' del PP y “los liderazgos territoriales tienen un papel clave”, añade por lo que el reto pasa también "por ganarse la legitimidad y la autoridad que no tuvo Casado y construir un proyecto que seduzca a todos los territorios por igual”.

Ayuso se hace presente en una línea que no favorece al PP, Feijóo debería mirar por el rabillo del ojo

Pero sigue habiendo una voz territorial que se alza sobre el resto y esa es Ayuso, que continúa haciendo discursos duros día a día de oposición al Ejecutivo nacional. “Ella se hace presente cada vez que puede en una línea que no favorece al PP (nacional) en su resituación ideológica y es otro reto importante que tiene Feijóo”, expone Marugán, que si bien ha indicado que ambos están ahora en un “tándem”, cree que el futuro presidente del PP “debería mirar por el rabillo del ojo” esta cuestión, puesto que “ya ha sido testigo” de lo que ocurrió con Casado, que fue quien la designó candidata a presidir Madrid en 2019. Y es que Ayuso, al menos con Casado, ha sido un verso libre y no ha tenido reparos en hacer declaraciones públicas pese a ir en contra, en algunas ocasiones, del ideario de la dirección nacional.

Remontar en el Congreso y "olvidarse" de Vox

Más allá de superar la crisis interna, Feijóo tiene el reto de remontar los malos resultados que cosechó Casado en las dos generales de 2019 (primero 66 escaños en abril, a tan solo nueve de Cs en su peor resultado histórico tras perder más de la mitad de diputados, y luego 88 en diciembre, lejos de las cifras que habían logrado sus predecesores). En estos cuatro años, Casado ha concentrado buena parte de sus esfuerzos en frenar la fuga de votos a Ciudadanos pero, sobre todo, a Vox, imitando en ocasiones su discurso. Y ha tratado de compaginarlo con la postura de ‘partido de Estado’ en una estrategia que ha confundido a los votantes del PP, según los expertos.

Toca “olvidarse” de Vox y resituar la identidad del partido, coinciden los politólogos consultados por RTVE.es, que señalan que históricamente, la identidad del Partido Populr es de "centro derecha" y así es como gana elecciones. La cuestión es cómo, porque el PP ya depende del partido de Santiago Abascal en distintas comunidades y ayuntamientos y ahora está a punto de formar su primer gobierno de coalición con ellos en Castilla y León tras un pacto que no gustó nada a Feijóo, que culpó al PSOE de esa alianza por no querer abstenerse en la investidura de Alfonso Fernández Mañueco. El pacto tampoco gustó a los ‘populares’ europeos, cuyo presidente, Donald Tusk, calificó el acuerdo como una “triste sorpresa”.

Se acabaron las excusas, toca definir en qué se puede acercar a Vox y en qué no

“Es la gran asignatura que tiene el PP con Vox: qué relación quiere tener con ellos”, señala Castelló. Lo que está claro, dice, es que Feijóo “tiene que asumir las responsabilidades” y “se le han terminado las excusas”: “Toca definir en qué cosas sí se puede acercar a Vox y en qué cosas no”. A su juicio, los ‘populares’ “deberían desmarcarse más” de la formación de Abascal y “ocupar más el centro en temas concretos”, llegando incluso a dar apoyo al Gobierno en cuestiones de Estado como la guerra en Ucrania.

Los politólogos coinciden en que toca dejar de buscar a la "desesperada" la fórmula de frenar votos hacia Vox, ya que hay espacio para encontrarlos en el centro e, incluso, en la abstención de aquellos votantes cansados de las luchas internas y del giro a Vox: "Ahora, el abstencionista puede tener un PP más unido y a Feijóo como líder más carismático", señala Palomar. Y Castelló añade que debe ya terminar "la opa hostil" con esa "agresividad" a Ciudadanos, cuyos frutos ya se han "agotado".

Feijóo “debe aprender a hacer oposición” en el multipartidismo

El PP, coincide Palomar, es “un partido de centro” en su esencia y “lo que se va del PP moderado es lo que supuso la perdición del PP”. Feijóo es un líder que lleva cosechando cuatro mayorías absolutas en Galicia, por lo que tiene de sobra demostrada su experiencia de gestión y capacidad de gobierno, además, con un perfil “moderado”, algo que el experto cree que “probablemente no va a cambiar”. Sin embargo, el reto de Feijóo es “aprender a hacer algo que hace mucho tiempo que no ha hecho, que es ser oposición y buscar su espacio ahí” en un contexto político, además, muy distinto al gallego, con múltiples actores políticos y competencia por la derecha.

Desde que anunció su candidatura a presidir el PP, el gallego ha elevado el tono contra el Gobierno, especialmente por el plan nacional de respuesta a la crisis por la guerra de Ucrania. Llegó a hablar de un Ejecutivo “autista” y sonó alta su acusación al Gobierno por “forrarse” con la subida del precio de la gasolina. También llegó a asumir como “violencia intrafamiliar” y no machista que un padre mate a sus hijos por “un problema con su pareja”, algo que la izquierda ha interpretado como una asunción del discurso de Vox.

“En la oposición no puedes ir exclusivamente de blando o exclusivamente moderado, porque es ponerle la alfombra roja al Gobierno y además, si en la oposición eres tan moderado te come la otra oposición (Vox)", justifica Palomar.

Feijóo no estará en el Congreso: "Se perderá los grandes momentos de careo con el presidente"

A estos retos, se añade el que Feijóo no tendrá escaño en el Congreso para debatir cara a cara con Pedro Sánchez, aunque podrá hacerlo en la Cámara Alta si finalmente es designado senador, como todo parece indicar. “Será uno de los grandes hándicaps que tendrá Feijóo, que se perderá los grandes momentos de careo con el presidente, así que deberá ser creativo en cómo generar esos espacios que son tan importantes para el jefe de la oposición”, indica Castelló. No será el primer líder en la oposición en no tener escaño y esta circunstancia no impidió a Sánchez convertirse en presidente del Gobierno en 2018 por moción de censura a Mariano Rajoy.

Deberá pactar con el Gobierno asuntos de Estado porque el no a todo es difícilmente justificable

Lo que tiene claro Marugán es que Feijóo deberá llevar a cabo “una oposición más constructiva” que el “no por el no” de Casado. “Debe inaugurar un nuevo modelo de hacer oposición, copar de nuevo el centro derecha y tendrá que hacer gestos que le beneficiarán, como pactar con el Gobierno en asuntos de Estado, porque el no a todo es difícilmente justificable”, expone.

Lo que está claro es que para hacer oposición al Gobierno el ‘nuevo PP’ debe tener un programa y un ideario claros que sirvan de referente a toda la formación y que sea consistente en el tiempo. En este sentido, Feijóo tiene previsto crear un comité asesor a modo de una oficina paralela a la estructura del Partido Popular, para canalizar aportaciones de personas ajenas a la política activa "al programa electoral y al ideario del partido" y que estará “abierto a todo tipo de sensibilidades ideológicas”.

Feijóo abre el ideario y el programa del PP a externos: "Hay un proceso de cambio de marca"

“Entiendo que van a abrir un proceso profundo de reflexión” que puede pasar, dice Castelló, “por un proceso de cambio de marca que entiendo que coincidirá también con el cambio de la sede del PP, que es una asignatura pendiente”. Y le parece que la iniciativa es una “buena idea”, aunque señala que “no debería darse solo cuando hay procesos de crisis” sino algo constante en los partidos el recibir : “Todos los partidos lo hacen de una forma u otra, y que anuncien que iban a hacerlo es que no lo estaban haciendo, así que mal por ellos”.

Nueva Ejecutiva antes de que Feijóo abandone la Xunta de Galicia

Entre las primeras acciones del PP de Feijóo será designar su nueva Ejecutiva y Castelló cree que la apuesta por liderazgos jóvenes no funcionó en 2018 y que toca volver a la “maquinaria”. Marugán, por su parte, cree que “hay cantera para un PP fuerte” y que el nuevo líder debería “acudir a gente del partido” que sea “válida” para “coser” la formación y “que se vea que ha habido una crisis pero no una extinción y que la formación tiene músculo para afrontar el futuro con posibilidades de éxito”.

El domingo, tras el término del Congreso, se reunirá el Consejo Ejecutivo Nacional, del que podrán salir los nombres de la nueva dirección (aunque cuando Casado fue nombrado presidente, esto tardó varios días). Por otra parte, Feijóo, que a partir del 1 de abril no será ya presidente del PP de Galicia, no compaginará tampoco la presidencia del PP con la de la Xunta de Galicia. No ha dicho, sin embargo, cuándo la abandonará, aunque se prevé en los próximos días, algo para lo que el PP gallego debe también designar un nuevo candidato.

El futuro no tan lejano (las generales se prevén en 2023) se verá si Feijóo es el líder que el PP necesita. Para Palomar, lo es “sin lugar a dudas”, porque es “una persona ponderada” que necesita un partido cuya genética es “de centro derecha, incluso más de centro que de derecha”. “Al final, se ha demostrado que el ADN gallego, esa filosofía y esa manera de hacer galleguista, funciona muy bien en el PP, sin grandes excesos”, prosigue. Porque el PP, “cuando se va más hacia la derecha y se extrema es cuando pierde su esencia”, sentencia.