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'Real(ismos)', el paradójico arte figurativo de vanguardia en el Museo Carmen Thyssen Málaga

  • La muestra puede visitarte hasta el 4 de septiembre en el Museo Carmen Thyssen Málaga
  • Obras de medio centenar de artistas, entre los que destacan Joan Miró, Salvador Dalí o Maruja Mallo

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Jorge Oramas, 'Rocas y pita, c'. 1932-1935
Jorge Oramas, 'Rocas y pita, c'. 1932-1935

España inició su camino hacia la vanguardia, paradójicamente, con un arte realista, aunque heterogéneo y nada tradicional, en un periodo abruptamente interrumpido por la Guerra Civil y que luego fue olvidado por la historiografía. Ahora la nueva exposición temporal Real(ismos). Nuevas figuraciones en el arte español entre 1918 y 1936 lo revisa y reivindica en el Museo Carmen Thyssen de Málaga.

A través de más 80 obras de medio centenar de artistas, como Salvador Dalí, Joan Miró, Pablo Picasso o Maruja Mallo, se pretende resaltar el valor en esta etapa del arte que se hacía en España, a la altura de otros países del entorno europeo.

“En España empezamos nuestra propia vanguardia haciendo un arte realista. Puede parecer paradójico, pero cuando los artistas españoles –que habían recibido tardíamente y de segunda mano las primeras vanguardias internacionales–, emprenden su camino de renovación del arte decimonónico desde una nueva figuración", explican los comisarios de la exposición, Bárbara García y Alberto Gil. "Queremos acabar con el prejuicio de que el arte español de los años 20 y 30 no era avanzado, porque le podía sostener la mirada al que se estaba haciendo en ese momento en Europa", añade Gil.

Un extenso recorrido por los años 20 y 30 de la figuración realista que se desarrolló en España hacia la renovación artística y hacia la ruptura con el arte decimonónico. "Este realismo no tiene ya nada que ver con el tradicional. En sus obras, todo adquiere una apariencia inquietante, de formas excesivamente nítidas, fruto de una nueva mirada", aseguran.

Diversidad de autores en un realismo nada tradicional

Los comisarios señalan esta "paradoja" de apostar por un arte realista y no rupturista en los años 20, que coincidió con el periodo de entreguerras en Europa, cuando el arte opta por "regresar a la tranquilidad, el orden y las figuras reconocibles", indican los comisarios.

No obstante, este estilo realista quedó truncado por la Guerra Civil, puesto que muchos de sus creadores se vieron obligados al exilio, y quienes optaron por permanecer en España tuvieron que adaptarse a un nuevo tipo de mercado del arte.

Alfonso Ponce de León, 'Bodegón de un frutero y un papel', 1929

Alfonso Ponce de León, 'Bodegón de un frutero y un papel', 1929 Museo de Málaga

Las 86 obras de la exposición están agrupadas en tres géneros tradicionales: espacios (paisajes, escenas en interiores), sujetos (retratos y desnudos) y objetos (naturalezas muertas). Aunque la muestra tenga esta distribución, los comisarios aseguran que "no ha sido ideada con un afán dogmático" y que les "gustaría que cada espectador se sienta libre para realizar su propio relato y que disfrute hallando relaciones entre las piezas o los artistas”.

El objetivo de la muestra es conocer "la disparidad de lenguajes en un momento fundamental del arte español". Entre estos diversos realismos, se encuentra la peculiar manera de plasmar a los sujetos, como en el Retrato de Anna Maria (1924), de Salvador Dalí, en el que destaca la figura con gestos congelados. También hay entornos urbanos y fabriles, rurales o idílicos, con atmósferas nítidas, como en La mujer de la cabra de Maruja Mallo (1927) o en naturalezas muertas como Bodegón de un frutero y un papel (1929), del malagueño Alfonso Ponce de León, donde los objetos se muestran ante el espectador exasperadamente táctiles.

Salvador Dalí, 'Retrato de Anna Maria', 1924

Salvador Dalí, 'Retrato de Anna Maria', 1924 Fundación Gala-Salvador Dalí, VEGAP, Málaga, 2022

En esta extensa muestra, se encuentran jóvenes creadores en sus primeros tanteos, como Joan Miró, Salvador Dalí o Maruja Mallo, maestros consagrados, como Pablo Picasso, Joaquim Sunyer o Pablo Gargallo, neorrealistas más recalcitrantes, como Roberto Fernández Balbuena, Josep de Togores o Alfonso Ponce de León, e incluso a varias figuras ignoradas por la posteridad, como Jorge Oramas, Ángel López-Obrero, Helios Gómez o Santiago Pelegrín. Asimismo,  la procedencia de estos autores es diversa, ya que la exposición no ha querido limitarse a los grandes centros artísticos de Madrid y Barcelona y están presentes otros puntos geográficos de la periferia, como Canarias, Galicia, el País Vasco, Cataluña, Valencia o Andalucía.

En este sentido, Lourdes Moreno, directora artística del Museo Carmen Thyssen, destaca el carácter inédito de esta exposición que sirve para sacar a la luz "un arte español que a veces no amamos lo suficiente, como a los grandes nombres", pese a que "hay una enorme cantidad de autores que, probablemente por cuestiones de costumbres, han sido obviados de la historiografía".

Las piezas, que permanecerán instaladas en Málaga hasta el próximo 4 de septiembre, han sido prestadas por el Centro de Arte Reina Sofía, el Museo de Bellas Artes de Bilbao, el Museo Nacional de Arte de Cataluña, el Instituto Valenciano de Arte Moderno, la Fundación Botín de Santander o la Fundación Gala-Salvador Dalí de Figueras, entre otras muchas instituciones.