Qué es la reduflación: la estrategia de algunas empresas para dar menos producto al mismo precio
- La OCU denuncia que los fabricantes han disminuido la cantidad entre un 5 % y 10 %
- Aunque es una práctica legal, pasa desapercibida para los consumidores
Los precios están subiendo, pero pueden estar aumentando más de lo que parece. Según apunta la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), algunos fabricantes han disminuido la cantidad que incluyen en sus envases, pero han mantenido el precio o, incluso, lo han aumentado. Se trata de una tendencia cada vez más extendida y que los medios han bautizado como "reduflación".
El término surge de la unión de "inflación" y "reducción" y no afecta exclusivamente a la alimentación, sino que también se ha observado en bienes de higiene y droguería. De acuerdo con la OCU, la intención de esta práctica es "camuflar la subida del precio" o "o aparentar una bajada mayor". De hecho, puede ir acompañada de una ilusoria disminución del mismo, escondida tras los gramos de menos.
En total, la organización estima que algunos fabricantes de alimentos han reducido el contenido de sus envases entre un 5 % y un 10 % "para despistar a los consumidores".
Cola-Cao perdió 40 gramos y Tulipán 50
La OCU detectó ya el pasado octubre que el recurso de disminuir la cantidad fue habitual en el año 2021. Por ejemplo, señala que el bote de Cola-Cao perdió 40 gramos, y el de la margarina Tulipán, 50. También los yogures Activia adelgazaron cinco gramos.
Otros de los productos en los que observó reduflación fue en los lomos de merluza de Pescanova, que bajaron su cantidad un 10 %, el mismo porcentaje que disminuyó el contenido de los espaguetis y macarrones de la marca Gallo. En el caso de Pescanova, el envase ha pasado de contener 400 gramos de merluza a incluir solo 360 g. "Teniendo esto en cuenta, nos encontramos con que el precio en realidad ha subido un 3,2%", afirma en un comunicado.
En general, la reduflación es empleada por grandes marcas y, según explica a RTVE.es el portavoz de la OCU, Enrique García, estuvo presente en el 7 % de los productos que analizaron. García señala, además, que los datos obtenidos forman parte de una muestra representativa de una cesta de la compra con 273 productos, por lo que considera el porcentaje "alto".
Una práctica legal y generalizada que pasa desapercibida
En España, la práctica, que en otros años era "anecdótica", ahora puede considerarse como "generalizada", apunta el portavoz. Sin embargo, es completamente legal. Tanto la OCU como el secretario general de Facua, Rubén Sánchez, advierten que las empresas no cometen ninguna ilegalidad al subir o mantener los precios con una menor cantidad de producto, pues dichas cifras están indicadas en los mismos. Ni están infringiendo ninguna norma ni se puede denunciar, dice Sánchez.
No obstante, la reduflación es difícil de detectar para los consumidores. "No es algo que se perciba de forma masiva, pese a que, en algunos casos, un consumidor habitual de un producto pueda tener la noción de que haya bajado el número de gramos", apunta Facua. Al fin y al cabo "no se para a contar el número de patatas fritas" y memorizar el gramaje de los paquetes durante el transcurso de los años es una misión "muy complicada".
También admite la sutileza de los cambios la OCU, que desde el pasado agosto empezó a advertir de que el incremento de los costes de la energía iba a tener efecto en la cesta de la compra. Pero existen opciones para los clientes, insiste García, y pasa por comparar los precios fijándose en el costo "por unidad de medida". El precio por kilo o por litro, obligatorio en las superficies comerciales, "permite conocer el precio real del producto", ya que difiere del que se asocia al envase.
Si esta estrategia de venta continúa aumentando durante este 2022, todavía está por ver. Desde la OCU advierten que tienen la "certeza" de que los precios subirán "de aquí a finales de año o al menos hasta que se mantengan las condiciones actuales", en referencia a la crisis energética y a la escasez de materias primas.