Faches-Thumesnil, el pueblo francés gobernado por la extrema izquierda de Mélenchon
- Se trata de Faches-Thumesnil, en el distrito de Lille, que tiene 18.200 habitantes
- Su alcalde no considera a Francia Insumisa extremista, sino "fiel a sus principios" | Especial elecciones en Francia en RTVE.es
Faches-Thumesnil, un pueblo en el distrito de Lille con 18.200 habitantes, es el más grande de toda Francia gobernado por la formación del candidato de extrema izquierda a las elecciones presidenciales, Jean-Luc Mélenchon. En el Ayuntamiento, Patrick Proisy, lleva dos años como alcalde y cuenta que se metió en política por su admiración a Mélenchon, al que no considera extremista, sino "fiel a sus principios".
El actual presidente, Emmanuel Macron, y la ultraderechista Marine Le Pen parten como favoritos, pero en tercer lugar lo hace el líder de Francia Insumisa. Para Proisy, es el mejor candidato. El alcalde se ha movilizado puerta por puerta para explicarle los motivos de esto a los residentes del pueblo.
Casualidad o no, lo cierto es que en las proximidades al Ayuntamiento no están ni los carteles de Le Pen ni tampoco los de Macron. "Han venido a hacer mítines aquí al norte donde hay mucha migración para decir que no son ni racistas ni homófobos, pero no resultan muy convincentes", cuenta un vecino a TVE en relación con la formación de la ultraderechista.
Los vecinos denuncian la alta tasa de desempleo
Sin embargo, algunos residentes de Faches-Thumesnil se quejan de que el pueblo se ha convertido en una localidad dormitorio de Lille. "Es difícil encontrar trabajo, no es una zona muy industrializada", explica uno de ellos mientras puede observarse la ausencia de movimiento en el lugar.
"El impuesto de propiedad de un inmueble se ha disparado, entiendo que sea una forma de financiar al pueblo, pero al final tengo la sensación que los impuestos de los trabajadores sirven para pagar a los perezosos", manifiesta otro de ellos al micrófono de TVE.
Pero, más allá de la tasa de desempleo, no creen que haya mayores problemas. "No estamos mal. El alcalde no puede hacer todo por los mayores, aunque promete cosas que luego no hace", añade, por su parte, una vecina. Como muchos, afirma que lo importante es ir a votar el domingo y no olvidar que miles de personas lucharon por este derecho.
Según las encuestas, Melénchon ha experimentado un crecimiento en intención de voto en los últimos meses. Los últimos resultados le otorgan el 15 % de los votos, lo que supone un incremento de cinco puntos con respecto a las cifras de principios de año, sin embargo, parece difícil que alcance el 19,6 % que obtuvo en las presidenciales de 2017.
Su despegue coincide con el retroceso de Éric Zemmour, el candidato que le disputa a Le Pen el espacio de extrema derecha. El candidato ultraderichista llegó a superar el 15 %, pero los últimos sondeos le sitúan en cuarta posición, con alrededor del 10% de los votos. En cualquier caso, sumando la intención de voto de Le Pen y Zemmour, la derecha radical apunta a superar el 30 % en la primera vuelta, un resultado inédito en las elecciones presidenciales.
Melénchon, que apuesta por la salida de Francia de la OTAN “por etapas” y se opone al envío de armas a Ucrania, busca el voto de los “barrios populares”, así como movilizar a un electorado de izquierdas dividido que le permita optar a una remontada. Para ello, llama al “voto útil” movido por la esperanza de estar presente en una segunda vuelta y romper con el escenario que vaticinan los sondeos.