Investigamos el vídeo con indicios de ejecución de prisioneros rusos por parte de ucranianos
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Un vídeo publicado en Telegram y contrastado por The New York Times muestra la posible ejecución de un uniformado ruso por parte de tropas ucranianas y también ofrece la imagen de otro soldado maniatado con indicios de disparo en la cabeza. El derecho internacional considera crimen de guerra el asesinato sin juicio de prisioneros. Hemos analizado las imágenes y comprobado que se grabaron tras una emboscada ucraniana contra tropas rusas al oeste de Kiev.
VerificaRTVE ha analizado el vídeo pero no lo distribuye públicamente porque su difusión vulnera las convenciones internacionales sobre el trato a prisioneros de guerra. Existen dos versiones: una publicada el lunes 4 de abril a las 22:41 y otra, de mejor calidad y 30 segundos más larga, el 4 de abril a las 22:50. Esta segunda versión está editada, añade el momento de los disparos y la cuenta que lo distribuye es abiertamente prorrusa.
Qué se ve en el vídeo
Aparecen en primer lugar dos personas uniformadas tumbadas en el suelo. Ambas están rodeadas de un charco rojo que parece sangre. Una de ellas se mueve de manera agónica y su cabeza está oculta por su propia chaqueta. En el brazo vemos el brazalete blanco que identifica a las fuerzas rusas en esta guerra. Se observa en imagen un fusil que dispara tres veces contra la persona que se mueve hasta que deja de hacerlo.
La cámara sigue su recorrido y vemos otras dos personas rodeadas por otro charco rojo. Una de ellas, también con brazalete blanco, presenta una herida grave en la cabeza y tiene las manos atadas a la espalda. Luego las imágenes muestran vehículos militares destruidos o con la V que identifica a parte de los vehículos rusos que han invadido Ucrania. También distinguimos los uniformes y los rostros de las personas que pertenecen al grupo que ha efectuado los disparos. En el hombro llevan el brazalete azul que identifica a las fuerzas ucranianas.
Otras imágenes similares
Existe otro vídeo grabado en la misma escena de los hechos. En él, vemos a tres personas tumbadas en el suelo cuyo vestuario y posición se corresponde con las que vemos en el vídeo analizado y que podemos asociar con soldados rusos muertos. Un uniformado con barba que también aparece en el vídeo anterior y cuyo brazalete le identifica con el ejército ucraniano habla a cámara, pero sus palabras se han sustituido por música.
Este segundo vídeo lo difunde la agencia ucraniana Unian el 30 de marzo a las 10.28. Lo toma de una cuenta privada de Telegram a la que sólo pueden acceder sus miembros. Unian acompaña al vídeo con el siguiente mensaje: “La Legión Georgiana limpia con éxito a los 'libertadores' en la región de Kiev”.
Según su propia página web, la Legión Georgiana es una fuerza militar formada por voluntarios durante la guerra entre Ucrania y Rusia en la región del Donbass en 2014. A la hora de hablar de sus miembros dicen que sólo pueden entrar “ciudadanos georgianos y ucranianos que sean étnicamente georgianos”. Desde 2016 están integrados de manera oficial dentro de la estructura del Ejército de Ucrania. La página de Facebook de su líder, el comandante Mamuka Mamulashvili, muestra fotos de sus acciones pero evita dar detalles sobre la ubicación de la unidad, y por tanto no confirma dónde se encontraban en el momento de los hechos.
Fuentes independientes en la zona
El 2 de abril llegaron a la zona donde tuvieron lugar los hechos tres periodistas occidentales independientes. Los tres (Seth Harp, Michał Kranz, Oz Katerji) muestran en sus cuentas de Twitter fotografías y vídeos en las que vemos trece vehículos rusos destruidos. Uno de los reporteros escribe que han visto a dos soldados rusos fallecidos y partes de cuerpos humanos diseminadas. Afirma que es “posiblemente fruto del uso de armas anti tanque”. Ninguno de ellos habla en sus mensajes del grupo de cuatro posibles prisioneros de guerra ejecutados.
Uno de los periodistas, Oz Katerji, facilita la geolocalización del lugar de los incidentes. En VerificaRTVE hemos comprobado que los vídeos y fotografías relacionadas con este caso pueden ubicarse en distintos puntos situados en una franja de unos 200 metros a lo largo de la carretera que une las localidades de Dmytrivka y Zabuchchya (50.46506738650485, 30.182343156853527), al oeste de Kiev. Es un lugar situado apenas a 6 kilómetros al sur de la localidad de Bucha donde, tras la retirada rusa, han aparecido numerosos cadáveres de civiles asesinados, hasta 22 en una misma calle.
Para confirmar la localización hemos observado que coinciden elementos identificables como una señal de tráfico junto a una valla azul, las ramas de un árbol inclinadas de una manera singular o una valla gris que delimita una zona urbanizada. Todos estos objetos se distribuyen sobre el plano de la misma manera que en las imágenes analizadas.
Actividad ucraniana en el lugar
El video con dos versiones que muestra la posible ejecución de uniformados rusos se graba tras una emboscada realizada por fuerzas ucranianas. El informador británico-libanés Oz Katerji, que estuvo en el grupo de periodistas independientes llegado el 2 de abril, cita a soldados ucranianos afirmando que su Ejército atacó al convoy de vehículos rusos ahora destruidos 48 horas antes de la llegada de los periodistas. El Ministerio de Defensa ucraniano es más contundente en otro vídeo de la zona de los incidentes que distribuye el 2 de abril editado con música. En él se ven imágenes de vehículos destruidos tras la emboscada pero no se muestra ningún cadáver. La descripción que lo acompaña es: “Trabajo de orfebrería de los defensores ucranianos de la región de Kiev”.
En conclusión: El vídeo muestra disparos contra una persona uniformada aparentemente moribunda y, analizado junto a otros, aporta indicios sólidos de ser una ejecución contra prisioneros rusos. En el mismo sitio, alrededor del 30 de marzo, tuvo lugar una emboscada de fuerzas ucranianas contra el ejército ruso en retirada, según han confirmado tanto Kiev como testimonios recogidos por periodistas independientes en la zona. Disparar contra prisioneros de guerra es algo explícitamente prohibido en las Convenciones de Ginebra, que exigen a los contendientes un trato humano a los soldados capturados del bando contrario.