Las reservas turísticas se disparan en la primera Semana Santa sin restricciones: "Vemos la luz al final del túnel"
- Se espera una recuperación de hasta el 90 % de los niveles prepandemia, impulsado por la vuelta del turista internacional
- Una de las mayores incertidumbres es el impacto de la guerra en Ucrania en el bolsillo de las familias y las empresas
Si hay una palabra que describe al sector turístico en estos momentos es el optimismo. Optimismo porque lo peor de la pandemia parece que ya ha pasado y la campaña de Semana Santa puede ser el salto definitivo hacia una recuperación ansiada desde hace ya dos años, cuando el coronavirus impactó de lleno en uno de los principales sectores económicos del país, que en 2019 acaparaba el 13 % del empleo y más del 12 % del Producto Interior Bruto (PIB). El incremento de reservas internacionales, con niveles de 2019 en algunos destinos, y la previsión de que la demanda nacional seguirá prefiriendo quedarse en España por precaución sostienen estas perspectivas.
“En estos momentos tenemos un optimismo moderado, pero necesario. Y digo necesario porque después de todo lo que hemos pasado, ya necesitamos movernos en este escenario”, explica a RTVE.es el secretario general de la Mesa del Turismo, Carlos Abella. Según cuenta, desde el sector “empiezan a ver luz al final del túnel”, y esperan que esta sea la definitiva, ya que el año pasado la temporada de verano “respondió muy bien” pero “de pronto” se toparon con la variante ómicron. “Y otra vez de vuelta al abismo”, lamenta.
Tras dos campañas lastradas por el coronavirus, que ha dejado a muchas empresas al borde de la quiebra, el sector confía en una fuerte recuperación de la campaña de Semana Santa, donde se espera una ocupación y una facturación media del 90 % en algunos destinos, aunque existe cierta incertidumbre por cuál será el impacto de la guerra en Ucrania en el bolsillo de las familias.
Según reiteran, “hay muchas diferencias en función de la zona turística”, pero la estimación que manejan desde la Mesa del Turismo sitúa la ocupación en el entorno del 60 % y el 70 %, con un pico que supera el 80 % o incluso el 90 % en los últimos días festivos. Y es que, aunque seguirán vigentes las mascarillas y algunos protocolos de seguridad marcados por Sanidad, las restricciones se han reducido sustancialmente en los últimos meses y “hay muchas ganas de recuperar la normalidad”, aseguran. Además, se espera que la situación meteorológica acompañe, una vez superadas las fuertes lluvias de los últimos días.
"Si se confirman las previsiones adelantadas de tiempo seco y soleado, se podrían alcanzar niveles de ocupación hotelera similares a los de 2019", apuntan desde Asociación Empresarial Hotelera y Turística de la Comunidad Valenciana (HOSBEC). Según argumenta su presidente, Toni Mayor, esta será “la primera gran cita del turismo” una vez que la pandemia ha pasado a una fase de estabilización y aunque el nivel de contagios permanece alto todavía, "lo cierto es que ha bajado y mucho la presión del sistema sanitario, que es lo verdaderamente preocupante".
Buenas expectativas de los mercados internacionales
La patronal hotelera valenciana fundamenta estas previsiones positivas en el factor internacional, que "se revela como clave", al continuar con un crecimiento de los turistas extranjeros, que representan ya el 50 % de la cuota de las pernoctaciones. Los británicos vuelven a ser líderes en el mercado internacional, lo que confirma las buenas perspectivas al alza de este mercado. “La buena noticia es que no solo continúa la buena marcha del turismo nacional, sino que también estamos observando un repunte en el mercado internacional. Los británicos vuelven a viajar y ya han superado por primera vez al cliente nacional en destinos como Benidorm, de cara a las reservas previstas de esta Semana Santa”, explica Abella.
De hecho, según los últimos datos de emisión de reservas aéreas internacionales con destino España de la empresa de inteligencia turística ForwardKeys, presentados el pasado viernes por el Ministerio de Industria, las llegadas desde el extranjero se prevén un 13 % por debajo de los valores de la Semana Santa de 2019. Así, estos números sitúan a España como cuarto destino global más recuperado para la campaña de Semana Santa, tan solo por detrás de República Dominicana y México, con un 12 % y 5 % más de reservas que en 2019, y de Grecia, con un 11 % de llegadas menos que antes de la pandemia.
Lo cierto es que el sector turístico en España ha comenzado el 2022 con una tendencia positiva y ya en febrero se recuperaron el 71 % de los turistas internacionales. Entonces, llegaron más de 3 millones de viajeros y el nivel de gasto superó los 3,7 millones de euros, de acuerdo con los datos provisionales de la Encuesta de Gasto Turístico (Egatur) publicados por el INE; mientras que para este verano ya hay cerca de un 197 % de reservas programadas entre junio y agosto.
Además, muchos hoteles están dejando atrás los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTE) y la contratación se ha disparado cerca del 150 % respecto al año pasado. La empresa de recursos humanos Randstad estima que se harán 63.500 contrataciones, la mitad que en estas fechas antes de la pandemia. Se darán principalmente en Castilla-La Mancha, que prácticamente triplicará los datos del año pasado, también en el País Vasco y en la Comunidad de Madrid, que los duplicarán con creces.
Incertidumbre por la guerra en Ucrania
Ante este contexto, la principal incertidumbre es cómo influirá la guerra de Ucrania en España en el turismo español. Por ejemplo, Cataluña es uno de los destinos favoritos de los rusos: solo el año pasado viajaron a España unos 134.000 turistas procedentes de Rusia, a pesar de las restricciones por la pandemia.
Por otro lado, también importa cuál será el impacto que tendrá en la capacidad de gasto de las familias. Y es que, con el aumento de los precios de la energía, lamenta Abella, “es posible que las familias decidan recortar los días de vacaciones o que lo hagan de una forma más comedida”. Además, “el encarecimiento del queroseno y de los combustibles va a hacer que se incremente el precio de los billetes, con lo cual también retrae a la demanda”, añade.
Asimismo, el repunte de la inflación también impactará de lleno en las cuentas de resultados de las empresas. “En el caso de los hoteles y otro tipo de establecimientos, los costes de energía se incrementan de tal manera que una de dos: o trasladan ese incremento de precios al cliente, con lo cual también la demanda se puede retraer; o no lo trasladan y se agrandan las pérdidas”.
De momento, según la Alianza para la excelencia turística (Exceltur), la invasión rusa ha tenido un impacto negativo del 7 % en las reservas turísticas de Semana Santa, una cifra menor de la que preveía la alianza Exceltur al comienzo del conflicto, aunque sí ha tenido un efecto más elevado en los costes de las compañías. La invasión ha encarecido todavía más los precios de la energía y de otros productos, pero los empresarios consultados por Exceltur señalan que solo podrán trasladar una media del 26 % de los incrementos de costes, con lo que el 74 % impactará en sus cuentas de resultados, en un sector que durante los dos años de la pandemia ha visto caídas del 54 % en sus ingresos.
El sector reclama un PERTE para el turismo
Con todo, desde el sector insisten en mantener la prudencia. Y es que “aún estamos lejos” de recuperar las cifras de 2019, según el secretario general de la Mesa del Turismo. “Para eso tardaremos todavía. Como mínimo nos iremos al 2023 o incluso en algunos segmentos del sector turístico, como el de convenciones, puede alargarse incluso más”, recalca.
Por ello, reclaman al Gobierno que ponga el foco en un sector capital en la economía y diseñe un Plan Estratégico para la Recuperación y Transformación Económica (PERTE) que integre los esfuerzos públicos y privados para actuar sobre los destinos "más vulnerables y para los que nunca más habrá una oportunidad" como la que ofrecen los fondos Next Generation de la UE. “No entendemos cómo no se ha hecho un PERTE para el sector turístico ni hay intención, cuando sí se están elaborando para otros sectores económicos. Evidentemente, no digo que no se necesiten, pero consideramos que aportan mucho menos al empleo y a la economía de nuestro país”, subraya Abella.
Según recuerda el secretario general de la Mesa del Turismo, los créditos del ICO “no han sido suficientes”, ya que ahora las empresas deben devolverlos y muchas de ellas no cuentan con la rentabilidad suficiente. “Como decía, vemos la luz al final del túnel. Pero como yo digo, con todas estas incertidumbres esperemos que la luz que vemos no sea un tren que viene de frente”, concluye.