Bruay-la-Buissière, el pueblo gobernado por la ultraderecha francesa de Marine Le Pen

• Especial sobre las elecciones presidenciales en Francia en RTVE.es
• El cierre de las minas ha provocado que su tasa de desempleo se sitúe en el 8,3 %, una cifra superior a la media del país

Bruay-la-Buissière, el pueblo francés gobernado por la extrema derecha de Le Pen

Bruay-la-Buissière es un pueblo francés de la zona norte del Paso de Calais con 22.000 habitantes y gobernado por el partido de extrema derecha Agrupación Nacional, liderado por la candidata a las elecciones presidenciales Marine Le Pen.

Como otros de la zona, vivió de la industria del carbón, pero el cierre de las minas ha provocado que la tasa de desempleo se sitúe en el 8,3 %. Esta cifra es superior a la media que hay en todo el país.

Una de las pocas vecinas que pasan por la calle en medio de la ola de frío que vive Francia en estos días, sin embargo, rechaza la idea de la entrada de la formación del presidente Emmanuel Macron. Según ella, con Macron no "cambiará nada", pues el mandatario "hace todo para los ricos".

Por su parte, una residente que lleva 18 años en la zona asegura a TVE que para el pueblo es más importante elegir bien al alcalde que al presidente de la República.

El cierre de una fábrica de neumáticos deja en la calle a 1.000 trabajadores

El último golpe que ha afectado a Bruay-la-Buissière ha sido el cierre reciente de la fábrica de neumáticos de la zona, que ha dejado en la calle a 1.000 trabajadores.

Mientras, la mayoría de los jóvenes se marchan fuera. "El pueblo es pequeño, no hay nada que hacer y no hay mucho dinero", cuenta uno de ellos. Otros se forman para el sector hostelero, el más demandado en la zona, y los mayores confían en que pronto se abra el ambulatorio con más médicos generalistas para mejorar la asistencia.

El alcalde, Ludovic Pajot, es uno de los ediles más jóvenes de la plataforma de la ultraderechista, aunque afirma que no se considera de la extrema derecha. Según él, la migración "hace que bajen los sueldos, es un problema", por lo que apela a luchar "contra la mundialización salvaje que proclamaron la derecha y la izquierda y ahora Macron".

Hasta hace unas semanas, Macron era el candidato favorito de las elecciones francesas y su reelección parecía inevitable. Sin embargo, las últimas encuestas auguran un duro reto para el mandatario. La de este viernes ha mostrado la brecha de apoyo más estrecha de la historia entre dos rivales, con Le Pen ganando el apoyo del 49 % de los votantes en una probable segunda vuelta.

Antes de la primera ronda de este domingo, el mandatario ya ha perdido otros dos puntos, bajando hasta el 26 % de los votos, mientras que su rival ha aumentado su popularidad en un 2 % y ha subido hasta el 25 % de los votos.