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Objetivo Igualdad

Gioconda Belli, un compromiso con la literatura, el feminismo y Nicaragua

  • La escritora nicaragüense vive un segundo exilio en Madrid
  • En la actualidad, trabaja en una nueva novela y ha concedido una entrevista a Objetivo Igualdad
  • Ya está disponible la entrevista RTVEplay en el Portal de Igualdad RTVEigualdad

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Objetivo Igualdad - Retrato 100X100 feminista: Gioconda Belli

Tres compromisos vitales: la literatura, el feminismo y Nicaragua. Y la vida, con todo lo que implica, amor, desamor, convivencia, la igualdad, el feminismo. Los tres marcan tanto los versos como la prosa de Gioconda Belli entre el canto y la denuncia, como su actividad, tanto la más privada y familiar como la más pública y política.

Empecé a escribir con 20 años y pasé mi primer exilio con 25 años

"Empecé a escribir a los 20 años. Pasé mi primera maternidad, el amor con todas sus tormentas y alegrías. Pasé mi primer exilio cuando tenía 25 años. Después, pasó la revolución, pasó la lucha…. Entonces, en cada etapa, uno va construyendo una poesía que refleja cómo cada etapa de la vida lo transforma. Al menos, mi poesía es así", indica Gioconda Belli

La vida en la literatura

La poesía como expresión autobiográfica, en continuo cambio y evolución, como la vida misma. Y más tarde, la prosa, la novela, como menos íntima, pero que, señala, le permitió "incorporar el escenario colectivo, las luchas colectivas, los pensamientos colectivos". Otra forma de expresión que además la divierte, ya que le permite construir un mundo.

Mundos en los que siempre están presentes las mujeres, que ya no pueden ser olvidadas. Para Gioconda Belli, la revolución más importante del siglo XX es la de la mujer. La califica además de "la esperanza del mundo" y subraya: "Mientras no logremos romper ese ciclo de explotación humana que ha sido la explotación de la mujer, no vamos a tener una visión participativa e igualitaria que nos permita cambiar la forma en que los seres humanos nos relacionamos". Y para ello, considera que es imprescindible la participación masculina, que se sumen a la tarea de combatir las violencias contra las mujeres. "Al fin y al cabo, este gran cambio es tarea de todos. Seguridad y sensualidad no son incompatibles", afirma.

La poeta nicaragüense Gioconda Belli, en una entrevista en Objetivo Igualdad

La poeta nicaragüense Gioconda Belli, en una entrevista en Objetivo Igualdad Yolanda Sobero

El dolor por Nicaragua

Pero no todo es evolución, Gioconda Belli ha vivido y sufre una dura y dolorosa involución, la de su país, Nicaragua, bajo la dictadura de Daniel Ortega-Rosario Murillo.

Acaba de llegar de Chile, donde asistió como invitada junto a su amigo y también escritor Sergio Ramírez, a la toma de posesión del nuevo presidente del país, Gabriel Boric. En las calles de Santiago, en su día ensangrentadas, ha detectado una gran ilusión, nuevas expectativas, una esperanza de cambio en beneficio de la mayoría. Al contrario que en su tierra, en Nicaragua, donde las esperanzas se truncaron.

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En la segunda mitad del siglo XX, dos grandes revoluciones que levantaron grandes expectativas y hacían esperar grandes cambios: la cubana y la sandinista. Pero ambas hace ya muchos años que traicionaron las esperanzas y las ilusiones depositadas. Aquellos que, en su día, lucharon contra Somoza se encuentran hoy sometidos a otra dictadura, encabezada, sarcasmos de la historia, por uno de los suyos.

Tuve que dejar mi casa, mis libros, mis plantas, el paisaje que es como mi noción de patria

Con Nicaragua en el corazón y pendiente de la suerte de los presos políticos, 179 a finales de febrero de este año, entre ellos Dora María Téllez y Cristiana Chamorro, Gioconda Belli, al igual que Sergio Ramírez, vive en España su segundo exilio. Una experiencia, no por conocida, menos dolorosa y difícil, ya que, nos comenta, "tuve que dejar mi casa, que creí que nunca iba a dejar. Mis libros, mis plantas, el paisaje que se ve desde mi casa que es como mi noción de patria. Y ahora me estoy volviendo a construir en cierta forma".

Pero no está inactiva, sigue escribiendo, da algunos talleres de escritura, trabaja en una nueva novela, una especie de continuación de la primera, "La mujer habitada". Y no olvida Nicaragua, ni a los presos políticos de la dictadura Ortega/Murillo. Así que pide: "No nos olvidemos de ese pequeño país que necesita del apoyo de la gente, de la solidaridad del mundo".

Y recita: "Qué sos Nicaragua para dolerme tanto…". Es un verso de uno de sus viejos poemas, pero muy actual……