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Johnson dice que hay que controlar quién entra en el país y anuncia que se trasladará a Ruanda a los solicitantes de asilo

  • La medida forma parte de un nuevo plan para combatir la inmigración ilegal y las organizaciones delictivas que la apoyan
  • A partir de ahora, será la Marina británica la que se haga cargo del control del Canal de la Mancha

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El primer ministro británico, durante su discurso sobre inmingración en el aeropuerto de Lydd.
El primer ministro británico, durante su discurso sobre inmingración en el aeropuerto de Lydd.

El Reino Unido trasladará a Ruanda a solicitantes de asilo que crucen el Canal de la Mancha como parte de un nuevo plan para combatir la inmigración ilegal y las organizaciones delictivas que la apoyan, según ha anunciado este jueves el primer ministro británico, Boris Johnson. "Tenemos que poder controlar quién entra en el país y los términos en los que permanecen", ha asegurado el jefe del Gobierno, quien también ha asegurado que a partir de ahora la Marina británica se hará cargo del control del Canal.

Johnson ha confirmado estas medidas en un discurso en el condado de Kent, sureste de Inglaterra, antes de que su ministra de Interior, Priti Patel, firme el acuerdo con las autoridades ruandesas en Kigali, si bien el plan ya ha sido criticado por los partidos de la oposición británica y organizaciones no gubernamentales que ayudan a los refugiados.

Las medidas forman parte del objetivo del Ejecutivo de reformar el sistema de inmigración a fin de recuperar el control de las fronteras del Reino Unido tras el Brexit.

La Royal Navy controlará el Canal

El primer ministro también ha confirmado que la Marina británica (Royal Navy) asumirá el control de las aguas británicas del Canal de la Mancha, entre Francia e Inglaterra, para impedir que botes ilegales con refugiados puedan llegar hasta la costa del sureste inglés.

El objetivo de este plan, ha expicado Johnson, es enviar "un mensaje claro" a las organizaciones que se lucran con la desesperación de los solicitantes de asilo que buscan una "vida mejor". "Pero son estas esperanzas, estos sueños, los que han sido explotados. Estos viles traficantes de personas están abusando de los vulnerables y convirtiendo el Canal en un cementerio acuático, con hombres, mujeres y niños ahogándose en botes no aptos para navegar y asfixiándose en camiones refrigerados", ha subrayado.

"Así como el Brexit nos permitió recuperar el control de la inmigración legal al reemplazar la libre circulación (dentro de la Unión Europea) con nuestro sistema por puntos, también estamos recuperando el control de la inmigración ilegal, con un plan a largo plazo para el asilo en este país", ha añadido.

Pese a todo, el líder conservador ha reconocido que el plan puede ser demandado ante las cortes británicas, posiblemente por organizaciones que trabajan con refugiados, por lo que anticipa que no podrá aplicarse a corto plazo. "Nuestra compasión puede ser infinita, pero nuestra capacidad para ayudar a la gente no lo es. No podemos pedirle al contribuyente británico que escriba un cheque en blanco para cubrir los costos de cualquiera que quiera venir a vivir aquí", ha manifestado. La inmigración descontrolada supone "una sobrecarga para nuestras escuelas locales, la vivienda y el transporte público", ha agregado.

Los trámites de asilo se harán en Ruanda

El primer ministro ha explicado que el Gobierno británico lleva seis meses trabajando con Ruanda sobre este sistema de inmigración. La ministra de Interior, Priti Patel, se encuentra este jueves en Kigali para firmar este acuerdo con las autoridades ruandesas, que esperan recibir un paquete inicial de 125 millones de libras (150 millones de euros) para ayudar con este plan del Reino Unido. Los trámites de asilo de estas personas se llevarán a cabo en el país africano.

Según destacan los medios de comunicación, el año pasado 28.526 solicitantes de asilo cruzaron el Canal en pequeños botes, un incremento de 8.404 respecto a 2020, pero se estima que la cifra de este año supere los 30.000.

El programa ha sido criticado por los partidos de la oposición y las organizaciones no gubernamentales que trabajan con refugiados, que lo califican de "cruel y mezquino", así como costoso. El Partido Laborista, primero de la oposición, consideró que se trata de un plan "inviable y poco ético", y acusó a Johnson de tratar de distraer la atención de la opinión pública tras ser multado por la Policía por violar las leyes del coronavirus.

El director de derechos de los refugiados de la organización humanitaria Amnistía Internacional (AI), Steve Valdez-Symonds, alertó del mal historial en materia de derechos humanos de Ruanda. "Enviar personas a otro país, y más a uno con un historial de derechos humanos tan pésimo, para el 'procesamiento' de asilo es el colmo de la irresponsabilidad", afirmó el directivo en unas declaraciones que publican los medios locales.

Otro grupo de defensa de los refugiados, Refugee Action, también criticó el plan. Su director, Tim Naor Hilton, consideró que el Reino Unido debería haber aprendido del "horrible experimento de Australia", cuando envió refugiados a miles de kilómetros de distancia, a campamentos donde afrontaron abusos.

Se espera que este plan se incluya en el proyecto de ley sobre Nacionalidad y Fronteras que se tramita actualmente en el Parlamento británico, que hace mención de la creación de centros para procesar trámites de inmigración fuera de las fronteras británicas.

El pacto envía "una señal preocupante" sobre los derechos humanos

La comisaria de Derechos Humanos del Consejo de Europa, Dunja Mijatovic, considera que el acuerdo sobre inmigrantes alcanzado entre el Reino Unido y Ruanda envía "una señal preocupante" sobre la protección de los derechos humanos de los solicitantes de asilo.

Mijatovic ha señalado en un comunicado que ese pacto supone una "externalización" que genera dudas acerca de la protección de los derechos humanos.

También considera que implica que el Reino Unido, en la práctica, "buscar eludir la responsabilidad" de lo que en el fondo no es sino "una proporción muy pequeña" de quienes buscan protección internacional en todo el mundo.

La comisaria ha recalcado que los planes de Londres no abordan la situación de quienes están en Francia a la espera de poder zarpar hacia las costas británicas o de quienes tienen "aspiraciones legítimas para viajar al Reino Unido, por ejemplo, por vínculos familiares".