Dos años después vuelven los ansiados preparativos para la Semana Santa: alisar la túnica o sacar el capirote
- Alisar la túnica, sacar los zapatos y comprobar el estado del capirote son gestos que se repiten este año en muchas casas
- Aunque se suelen hacer con antelación, siempre hay quienes lo dejan para última hora, incluso en plena Semana Santa
Jesús Fernández pertenece a la Hermandad de la Candelaria de Sevilla. Tras tres años sin realizar su estación de penitencia, para él ha llegado el tan esperado momento de preparar su indumentaria de nazareno. Alisar la túnica, sacar los zapatos y comprobar el estado del fajín o del capirote por si hay que conseguir uno nuevo son gestos que se repiten este año en muchas casas de tradición cofrade, pero que ahora cobran mucha más importancia tras la ausencia de procesiones por la pandemia.
"Vamos a sacar los capirotes que llevan los pobres mucho tiempo escondidos", dice Jesús mientras los va colocando poco a poco sobre la cama. Son, además, complementos que se guardan con esmero durante mucho tiempo. "Este capirote lleva conmigo la friolera de 49 años y mientras pueda seguirá conmigo. Aquí la Semana Santa se vive unos días antes con los preparativos", cuenta a TVE.
Compras de última hora para los más rezagados
Aunque estos preparativos se suelen hacer con antelación, siempre hay quienes lo dejan para última hora. Por eso, en las tiendas de nazarenos siguen entrando clientes, incluso en plena Semana Santa, buscando desde cinturones a roquetes para los monaguillos que acompañan las procesiones.
"Tengo un sobrino nuevo en casa y no nos ha dado tiempo de comprarle las últimas cosas", cuenta una de las clientas. Otra explica que ella ha entrado buscando cinturones de adulto porque al niño de la casa se le ha quedado pequeño el que tenía. Son compras tardías que, sin embargo, se hacen con la ilusión guardada por volver a procesionar con el hábito nazareno.
José Ramón Martínez, de la tienda El rincón del nazareno, ha explicado al Telediario que sobre todo atienden a gente que busca capirotes y escudos de la hermandad a última hora, aunque hay que tener "un poco de todo": "El cliente que entra nunca se sabe por lo que venía".