Las otras amenazas sobre Zaporiyia: incendios, deforestación y la mayor central nuclear de Europa en manos rusas
- Los seis reactores de la central nuclear producen la mitad de la energía de Ucrania
- Ucrania culpa a Rusia de empeorar la polución con sus ataques contra refinerías y depósitos de combustible
Más allá del agua y la bruma, en la ribera sur del río Dniéper está la central nuclear de Zaporiyia. Es la mayor de Europa y sus seis reactores producen la mitad de la energía de Ucrania.
Desde los primeros días de marzo está en poder de Rusia. Un equipo de TVE ha podido captar las primeras imágenes de la central desde entonces.
Sergei Karpi, del departamento de medio ambiente del Ayuntamiento de Zaporiyia, ha explicado a TVE que hacen controles tres veces al día y que "por ahora, todo va bien". No obstante, ha subrayado que "hay mucho riesgo para el medioambiente y necesitan recuperar el control para asegurarse".
La naturaleza de Ucrania está sufriendo con la guerra. La industria pesada del país no ha parado, pero el Gobierno ucraniano culpa a Rusia de empeorar la polución con sus ataques contra refinerías y depósitos de combustible.
Valery Velychko está al frente del departamento forestal de Dnipro. Está convencido de que la naturaleza siente los misiles. Ha explicado a TVE que tres cuartas partes de un bosque artificial de pinos de la zona se ha dedicado a la guerra. "Madera para las trincheras y casamatas del ejército".
Otra preocupación son los incendios causados por los combates. Por todo ello, ya plantan nuevos árboles para repoblar cuanto antes.
La guerra abre un gran interrogante sobre la propiedad de la tierra
Más allá de los riesgos ambientales, la guerra en Ucrania abre un gran interrogante sobre la propiedad de la tierra. La mayor parte de los campos pertenecen a oligarcas locales y multinacionales estadounidenses, saudíes y francesas.
Una ley aprobada justo antes de la invasión rusa liberaliza completamente el mercado y facilita las compras masivas de terreno.
Pero la guerra ha paralizado el proceso al que se oponían los pequeños propietarios y deja en el aire quiénes serán los dueños de la tierra cuando cese el fuego.