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Economía

La guerra en Ucrania descontará cerca de un punto al crecimiento económico mundial en 2022

  • El FMI calcula que la economía global crecerá un 3,6%, frente al 4,4% de enero, también lastrada por la inflación
  • Vaticina que la economía de Rusia se contraerá un 8,5%, mientras que la de Ucrania se hundirá al menos un 35%

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La guerra en Ucrania frenará el crecimiento económico mundial este año; en la imagen, barreras antitanques en una calle comercial de Odesa
La guerra en Ucrania frenará el crecimiento económico mundial este año; en la imagen, barreras antitanques en una calle comercial de Odesa.

La invasión rusa de Ucrania y el agravamiento de las tensiones inflacionistas que ha provocado la guerra descontarán cerca de un punto al crecimiento de la economía mundial en 2022, según la última estimación del Fondo Monetario Internacional (FMI), que calcula que la producción aumentará un 3,6% este año, frente al 4,4% que estimaba en enero, y otro tanto en 2023.

Así lo refleja en su último informe sobre Perspectiva Económica Mundial, que se publica este martes, justo antes de que dé comienzo la reunión de primavera del FMI y el Banco Mundial, y que advierte de que "esta crisis aparece mientras la economía global caminaba hacia la recuperación, pero aún no se había recuperado por completo de la pandemia de COVID-19, con una divergencia significativa entre los países avanzados y las economías emergentes y en desarrollo".

El análisis del FMI dibuja un contexto plagado de incertidumbres, desde la volatilidad financiera a la retirada de estímulos fiscales y monetarios, pasando por la ralentización de la economía china o la amenaza que aún supone para numerosos países la COVID-19. Pero los riesgos se concentran en la guerra y en las tensiones que ya provocan las subidas de los precios, especialmente de las materias primas y los productos energéticos.

"Se prevé que la inflación siga siendo elevada durante más de lo previsto anteriormente, alimentada por las alzas de precios de las materias primas impulsadas por la guerra y la ampliación de las presiones de precios", reza el texto, que indica que este año se espera una inflación del 5,7% en las economías avanzadas y del 8,7% en las economías emergentes y en desarrollo.

El mayor impacto, en Europa

Todo ello se concreta en un crecimiento mucho menor de lo esperado hace solo unos meses o, en el caso de los países beligerantes, en un claro retroceso. Así, el FMI estima que la economía de Rusia se contraerá un 8,5%, cuando en enero esperaba un crecimiento del 2,8%, a causa del impacto de las sanciones, que han provocado "ruptura de lazos comerciales, profundos trastornos de la intermediación financiera interna y pérdida de confianza". Y en 2023, se calcula un descenso del PIB del 2,3%.

Para Ucrania se augura una contracción económica de al menos el 35% este año, aunque el Fondo reconoce la dificultad de evaluar la situación con el conflicto bélico aún abierto. "El grave colapso de Ucrania es el resultado directo de la invasión, la destrucción de infraestructura y el éxodo de la población", señala el informe.

En cualquier caso, toda Europa sufrirá las consecuencias de la guerra, comenzando por sus principales motores económicos: la previsión para Alemania cae 1,7 puntos, hasta el 2,1%; Italia se deja 1,5 puntos y crecerá un 2,3%; y Reino Unido descuenta un punto, hasta el 3,7%.

También España ve recortada su previsión en un punto, aunque su crecimiento será el más elevado de toda Europa a excepción de Irlanda, un 4,8%, mientras que Francia sufre una rebaja relativamente moderada, de 0,6 puntos, para situarse en un aumento del PIB del 2,9%.

La sombra de la desaceleración de China

Fuera de Europa, el impacto será menor, aunque generalizado. Estados Unidos, por ejemplo, se deja tres décimas respecto a la estimación de enero, por lo que su previsión de PIB se queda en el 3,7%. Canadá, otro país con lazos económicos poco profundos con Rusia, pierde dos décimas y crecerá un 3,9% este año.

En Asia, el FMI estima que Japón crecerá en 2022 un 2,4%, casi un punto menos de lo que estimaba hace tres meses. Y China descuenta cuatro décimas para un aumento previsto de su economía del 4,4%, aunque es su caso las incertidumbres se centran en los confinamientos masivos por la lucha contra la COVID-19 y en su afectación al comercio mundial. Sin olvidar la sombra de una desaceleración de la segunda economía mundial: "Una recesión prolongada en China es otro riesgo inmediato que podría exponer debilidades estructurales", advierte el informe.

Quienes mejoran sus previsiones respecto a la anterior estimación son los países productores de hidrocarburos, como Arabia Saudí, que gana 2,8 puntos hasta un crecimiento previsto del 7,6% este año, o Nigeria, que crecerá un 3,4%, esto es, 0,7 puntos más de lo que se esperaba en enero.

En cualquier caso, el escenario económico mundial estará condicionado por lo que duren los enfrentamientos en Ucrania: "La prioridad más inmediata es terminar con la guerra", recalca en el informe Pierre-Olivier Gourinchas, economista jefe del FMI.