Después de Samuel: violencia al grito de "maricón"
- La discriminación que soportan las personas LGTBIQ+ es tan habitual que se normaliza y apenas se denuncia
- Entre los delitos de odio están las agresiones a este colectivo de las que sólo se denuncian el 20 %
- Después de Samuel se estrena este miércoles a las 20:00 en RTVE Play y esta noche a las 00:15 en La 1 de TVE
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Sólo se denuncian dos de cada diez agresiones de las que sufre el colectivo LGTBIQ+. Entre otras cosas, explica el activista Jesús Generelo, porque el nivel de aguante que se ha tenido ha sido altísimo. “Ser una persona en los márgenes de la sociedad, de lo que se entiende como una sexualidad correcta, conlleva unos niveles de discriminación y de violencia que se consideran normales. Y solo cuando esos niveles se superan en exceso, es cuando se reconoce esa violencia”.
Algunos de los protagonistas de Después de Samuel cuentan las agresiones que han sufrido y denunciado, la mayoría se han resuelto como delitos leves. Todos coinciden en que falta aún formación sobre diversidad en todos los ámbitos, desde los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado a la Judicatura, Médicos, Profesorado y la sociedad en general.
Policías LGTBIQ+
Precisamente es lo que practican los integrantes de la asociación LGTBIpol, que también participan en este documental sobre la LGTBIfobia. Son policías nacionales y locales, guardias civiles, ertzainas, mossos d’esquadra, etc. Pertenecen a la comunidad LGTBIQ+ y son agentes de la autoridad.
En su tiempo libre y de forma altruista dan formación sobre los delitos de odio a sus propios compañeros, pero también dan charlas en institutos de secundaria, universidades y empresas. Además, asisten y apoyan a víctimas.
“En la policía no estamos para juzgar a la victima ni para hacerla desistir de poner una denuncia“
La policía nacional Elena Sánchez, de LGTBIpol recuerda que la policía es policía. “No somos jueces, no estamos para juzgar a la víctima en el momento que viene a poner la denuncia. No estamos para hacerla desistir de poner la denuncia. Estamos para recoger el testimonio de la víctima tal y como nos lo dice, tal y como nos lo indica, y si nosotros escuchamos que hay una motivación de prejuicio detrás, tenemos que profundizar en ello”.
Samantha Hudson, icono del activismo LGTBIQ+
“Me han agredido físicamente, me han agredido verbalmente y cuando vas por la calle vestida como a ti te viene en gana, pues por desgracia, estás expuesta a miradas y a comentarios”. Nos lo cuenta Samantha Hudson que provoca un efecto de atracción por donde quiera que pasa.
Su primera fan es Gemma, de Subterfuge Records, su representante. La pandemia la había dejado aburrida, apática, y al empezar a trabajar con “la chica rubia de serie B más querida de España” su vida dio un vuelco.
“Samantha deja caer reflexiones certeras y se define como una chica con muy poca vergüenza“
Ahora vive en plena efervescencia. Han venido vestidas igual a la entrevista, con botas de plataforma y leggings de leopardo. Porque Samantha hipnotiza. Es una “chica con muy poca vergüenza”, como dice ella, que divierte y deja caer reflexiones certeras. Y así, sin proponérselo, se ha convertido en un icono del activismo LGTBIQ+
En la sala de maquillaje de la sede de RTVE en Prado del Rey, Samantha la arma sin pretenderlo. Al llegar, una revolución. Mientras le pintan los ojos, las maquilladoras están pendientes de lo que cuenta. Están encantadas de tenerla allí y no paran de hacerle preguntas.
Se siente a gusto, mimada, como en casa. Y pone en el móvil uno de sus últimos éxitos, “Por España”. Todas se parten al oír la letra. No quiere hacer esperar más tiempo al equipo y comenta que ya está perfecta, que no necesita peinarse, pero en peluquería no quieren renunciar a ella. “Nooooo”, le dicen con cara de “por favoooor”. Y se oye a la peluquera: “Este es mi momento”. Y ella acepta. No está de acuerdo con lo que se dice que es ser mujer o ser hombre. Y, por tanto, se declara no binaria.
Ser un referente LGTBIQ+
Samantha y otros protagonistas de Después de Samuelson referentes LGTBIQ+, aunque inicialmente no tenían esa intención. Sólo querían vivir su vida como la habían elegido. Ahora son el espejo en el que se quieren mirar muchas personas que se sienten perdidas y solas.
No tener referentes hizo que Paco Tomás, director de Wisteria Lane el programa de contenido LGTBIQ+ de Radio 5, de RNE, creciera pensando que era un monstruo y que su familia le odiaba. Era un niño de los años 70 y habla de una infancia llena de dolor.
No era como los demás, no había nadie en quien poder reflejarse para saber que no era el único que sentía como él. Por eso, cree que es necesario visibilizarse, sobre todo para que los que vienen detrás no pasen por el sufrimiento que a los de su generación les tocó vivir.
“Valeria Vegas: A veces, incluso pienso en todas aquellas que murieron y que fueron enterradas con un nombre que no les correspondía“
Por eso también se visibiliza la escritora y periodista Valeria Vegas que ha investigado sobre la vida de otras mujeres trans que les tocó vivir épocas terriblemente difíciles en nuestro país, en las que la única opción para sobrevivir era la prostitución y que soportaron humillaciones, desprecios e insultos por parte de la sociedad. Sus libros Vestidas de Azul y Libérate son de lectura obligada, de manual de cultura LGTBIQ+.
Valeria Vegas asegura que aún queda mucho trabajo para lograr que la sociedad respete la diversidad con naturalidad, pero que es consciente de que se han dado grandes pasos. Asegura que basta con mirar unos años atrás, “a veces, incluso pienso en todas aquellas que murieron y que fueron enterradas con un nombre que no les correspondía porque fallecieron antes del año 2007, cuando se activa la Ley de Identidad de Género”.
Como ejemplo, nos cuenta que es partidaria de romper esquemas apropiándose de las palabras y los insultos. “Yo estoy muy a favor de adueñarme de maricón, travesti, puta, zorra, porque si tú te lo adueñas lo desbloqueas. Eso no quiere decir que no te pueda denunciar si tú me lo dices”.