Los confinamientos en China amenazan con colapsar el puerto de Shanghái y afectar a la cadena de suministros
- Centenares de barcos se encuentran a la espera de cargar o descargar en el puerto de Shanghái que opera al 25% de su capacidad
- Las duras medidas de contención están provocando una mayor congestión de barcos en todos los puertos del país
Los confinamientos impuestos por el Gobierno chino ante los peores rebrotes del coronavirus en dos años amenazan con colapsar el puerto de Shanghái, el mayor del mundo, y afectar a la cadena de suministros mundial.
Las duras medidas de contención ante el récord de contagios por la variante ómicron están provocando una mayor congestión de barcos en todos los puertos del país. De hecho, el número de buques en espera se ha triplicado respecto a los niveles del pasado mes de febrero.
Actualmente, centenares de barcos se encuentran a la espera de cargar o descargar en el puerto de Shanghái, que opera al 25% de su capacidad.
Consciente del grave problema, a principios de semana el Ministerio de Transportes de China anunció medidas para "resolver los problemas pendientes de la cadena de suministros" en "áreas clave" como Shanghái. El director del Departamento de Carreteras del Ministerio de Transporte de China, Wu Chungeng, citado por el portal de noticias Sohu, explicó que debido a "las medidas de prevención pandémica" en el tráfico, se han producido "atascos logísticos"
Wu también destacó que, para garantizar sus operaciones, el puerto de Shanghái dispuso con antelación que 25.000 trabajadores accediesen a las instalaciones para trabajar siguiendo un sistema de gestión cerrada.
El confinamiento de Shanghái pasará factura a la economía china
El rígido confinamiento de la capital financiera y comercial de China golpea a la economía china, que ha crecido un 4,8% en el primer trimestre, más de lo esperado por los analistas, que han advertido de que esta renovada fuerza no se mantendrá en el siguiente período.
En este sentido, la Cámara de Comercio europea en Shanghái ha indicado que "los datos macroeconómicos de marzo se están estancando" y ha estimado "una fuerte bajada de la producción y del consumo en los siguientes meses".
En Shanghái están asentadas grandes multinacionales que ven peligrar el stock de ordenadores, videoconsolas, teléfonos móviles, servidores y coches eléctricos. De hecho, si las restricciones continúan, la producción de todos muchos de esos bienes podría suspenderse a partir del próximo mes de mayo, lo que afectaría a empresas chinas, pero también a estadounidenses y europeas.
La pasada semana, la Organización Mundial del Comercio (OMC) revisó a la baja -un 3% frente al 4,7% anterior- el crecimiento previsto del volumen del comercio de mercancías en 2022. Si bien, también hizo referencia al impacto de la guerra en Ucrania y las sanciones contra Rusia.
El confinamiento en Shanghái comenzó oficialmente el 28 de marzo en una parte de la ciudad y más de tres semanas después, 26 millones de personas siguen bajo un estricto aislamiento.
Pekín sigue enrocado en su estrategia de tolerancia cero contra el coronavirus debido al éxito de los confinamientos, test masivos y cierre casi total de fronteras ante pasados rebrotes causados por variantes previas a ómicron.