Guterres aborda con Abás y Bennett la escalada de la tensión en Jerusalén
- Según la ONU, ha hablado con ambos sobre los esfuerzos para rebajar la tensión y terminar con las provocaciones
- "El secretario general reiteró que el statu quo en los lugares sagrados debe mantenerse y respetarse", señala un comunicado
El secretario general de la ONU, António Guterres, ha mantenido este sábado sendas conversaciones telefónicas con el presidente de Palestina, Mahmud Abás, y con el primer ministro de Israel, Naftali Bennett, para abordar la reciente escalada de la tensión en Jerusalén.
Según Naciones Unidas, Guterres ha hablado con ambos sobre los esfuerzos para rebajar la tensión, terminar con las provocaciones y los pasos unilaterales y restaurar la calma.
"El secretario general reiteró que el statu quo en los lugares sagrados debe mantenerse y respetarse", ha señalado la organización en un comunicado.
Según este status quo, en vigor desde 1967, Jordania custodia la Explanada de las Mezquitas, donde el culto está reservado solo a los musulmanes; mientras que los judíos solo pueden entrar como visitantes y rezar en el cercano Muro de las Lamentaciones.
Sin embargo, cada vez más colonos judíos se cuelan para rezar en el área donde se cree que se ubicó el Segundo Templo, algo visto como una provocación por el mundo árabe y los palestinos, para los que Al Aqsa es parte de su identidad nacional, y especialmente durante el mes sagrado del Ramadán.
Las recientes visitas de judíos y las cargas policiales han provocado la condena del mundo árabe y de las milicias de Gaza, que han advertido de que se trata de una línea roja y han lanzado cohetes desde la Franja a suelo israelí durante varias noches, a lo que Israel ha respondido con bombardeos sobre objetivos militares de Hamás.
Esos choques se producen tras repetidos enfrentamientos durante la última semana entre palestinos y la Policía israelí en la Explanada de las Mezquitas y en medio de un repunte de la tensión que comenzó hace un mes con una serie de ataques en territorio israelí, que dejaron un saldo de 14 víctimas y fueron seguidos por extensas redadas del Ejército en Cisjordania ocupada, donde desde entonces ya ha muerto más de una veintena de palestinos.