Ataques contra plantas químicas en Rubizhne: incógnitas sobre la autoría y el producto afectado
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Las últimas semanas Rusia y Ucrania se han acusado mutuamente de ataques en la estratégica ciudad de Rubizhne que han liberado columnas de humo naranja, presumiblemente de ácido nítrico. Hemos consultado a fuentes expertas y realizado un análisis satelital en colaboración con la plataforma del CSIC PTI Teledetect. Confirma los numerosos bombardeos en la localidad pero no permite asegurar que hayan golpeado emplazamientos con silos químicos en las fechas señaladas. Tampoco aclara la autoría.
Rusia anunció el 21 de abril haber tomado Rubizhne e hizo lo mismo el día 25. Se ha difundido un vídeo mostrando a sus tropas en este emplazamiento, pero no demuestra su control del territorio. Desde que el Ejército ruso se acercó a la ciudad hemos visto en redes sociales hasta 8 fotografías y vídeos que muestran explosiones con columna de humo anaranjado en la ciudad, de 56.000 habitantes y situada en la provincia de Lugansk, a unos 100 km de la frontera. Estas imágenes, que publicitan las propias fuentes o medios oficiales, se acompañan de acusaciones cruzadas sobre presuntos ataques a depósitos de ácido nítrico o clorhídrico (1, 2, 3, 4 y 5). En redes se menciona como objetivo a la empresa química Zarya, extendida por buena parte de la ciudad.
¿Cuándo ha sucedido?
Las imágenes 1-5 se difunden en redes sociales con relación a una explosión del 5 de abril. Las imágenes 6-8 se publican referidas al 9 de abril. Hemos consultado a Manuel Arias, especialista en Observación Terrestre de la plataforma del CSIC “PTI Teledetect”, desarrollada conjuntamente por el CSIC y el Instituto Nacional de Técnica Aeroespacial (INTA). Ha revisado imágenes satelitales que van del 12 de marzo al 12 de abril, centrándose en las de esos dos días.
¿Puede ser humo de fábrica?
No. Con el objetivo de distinguir si se trata de calor habitual procedente de chimeneas industriales o si son explosiones nuevas, hemos utilizado FIRMS, un mapa contra incendios de la NASA basado en satélites de sensor óptico que revela anomalías técnicas y los muestra en forma de píxeles rojos o amarillos. Además, lo hemos cruzado con imágenes satelitales de otro tipo (Sentinel-1, de la Agencia Espacial Europea, basado en radar de apertura sintética (SAR)), que observa mejor a través de las nubes. Los focos no aparecen antes, cuando las instalaciones industriales de la ciudad estaban en funcionamiento.
¿Qué producto ha explotado?
Según las fuentes consultadas, se trata de productos con base de nitrógeno, pero hay más dudas sobre cuál, y hasta pudieron ser varios. La ciudad está llena de plantas químicas y agrícolas. De acuerdo a los especialistas, el humo más anaranjado se corresponde con el ácido nítrico (imágenes 1, 2, 5, 6, 8 y nube de la derecha en la 7), mientras el más oscuro se acerca más al nitrato de amonio, pero también puede depender de la cámara. Le hemos preguntado a Iñigo Pérez-Baroja, químico y miembro de la junta directiva de la Asociación Nacional de Químicos de España (ANQUE). Cree que el humo no corresponde a ácido clorhídrico, porque “suele ser más amarillento”, y apunta al ácido nítrico o al nitrato de amonio, considerando que pueden ser ambos y que la ruptura de un depósito haya podido dañar a otro. Es una opinión compartida por Enrique Arias Ballesteros, de Repsol Química y Refinerías, que también piensa en ambos: “Hay un rango de sitios de almacenaje en la zona compatibles con distintos grados de adulterado del nitrato de amonio, pero la nube, en cambio, es más adecuada a un tanque de ácido nítrico”. El ingeniero de minas Luis Oria, con quien también hemos hablado, es el que apuesta más claramente por el nitrato de amonio. Este componente ocasionó la explosión en el Puerto de Beirut en 2020 y en esta fotogalería puedes ver las impresionantes imágenes que dejó.
¿Son sustancias peligrosas?
La peligrosidad de estas sustancias depende de la concentración. El ácido nítrico no es explosivo, pero sí tóxico, y según Pérez-Baroja puede provocar desde “una irritación ocular hasta prácticamente la muerte”. El nitrato de amonio también es peligroso porque es inflamable en presencia de oxígeno, dice Pérez-Baroja, pero también se utiliza como fertilizante. El día 5 hay aviso de toxicidad por parte de las autoridades ucranianas de la zona, pero el día 9 no se emite esa advertencia en redes sociales.
¿Planta química, depósito o camión cisterna?
No lo sabemos. Solo habrá certeza total con la observación directa. Para complementar FIRMS hemos utilizado el servicio CSAR Eye de Sentinel-1, que puede informar sobre cambios estructurales en la superficie terrestre con 5m de resolución, pero no encontramos concordancia irrefutable entre fechas-imágenes-geolocalización. Los puntos de los presuntos ataques de los días 5 y 9 están rodeados de naves industriales, no de silos, lo que hace pensar en un ataque que golpeara a una de esas naves en la que hubiera nitrato de amonio. En este vídeo verás que, usado como fertilizante, este producto se suele almacenar en sacos. Pero nada descarta un camión cisterna portando ácido nítrico que pudiera estar presente en la zona. Estos camiones son visibles en imágenes de 2020 de Maxar que hemos visto en Google Earth.
¿Son bombas dirigidas contra la empresa Zarya?
Zarya informa en su sitio web de que trabaja tanto con ácido nítrico como con nitrato de amonio, pero no parece haber sido el objetivo sistemático de las bombas contra Rubizhne estos días. Arias subraya que en todo el periodo analizado las bombas se han concentrado en otro lugar de la ciudad, como si ambos bandos hubiesen evitado bombardearla. Esto se observa en la imagen que sigue, donde aparecen superpuestos todos los puntos de calor. En la zona hay plantas de procesado de silicio que se usan para reducir el potencial explosivo del nitrato de amonio y convertirlo en fertilizante, como Golden Agro. Cualquiera de ellas, o sus camiones, han podido recibir un proyectil.
¿Dónde se producen las explosiones?
Cruzando todos los datos, identificamos el día 5 un ataque plausible en un punto industrial con camiones y almacenes, pero no con cisternas visibles. Lo hemos identificado con un cuadrado rojo (48.992023, 38.396363) y está cerca del punto donde geolocalizó el ataque el usuario @666mancer. Puesto que en la zona no hay daños estructurales en silos, todo apunta a daños contra un almacén de nitrato de amonio o contra un camión cisterna de ácido nítrico. Combinando las indicaciones de FIRMS, el análisis con Sentinel 1 y la observación experta, la explosion más probable se observa en las coordenadas 49.006799, 38.376983, de nuevo en un punto rodeado de almacenes techados. Hay una explosión posible sobre silos el día 10, pero como se ve más adelante eso sería después del anuncio que realizaron de la misma las autoridades.
¿Quién se atribuye el ataque del 5 de abril?
Ni Rusia ni Ucrania. El 5 de abril, el jefe de la Administración Estatal Regional de Lugansk Sergei Gaidai (autoridad pro Kiev) publica dos imágenes de la columna de humo (imagen 1 e imagen 2). Lo describe como ácido nítrico, pide a la gente no salir de casa por la peligrosidad y acusa a Rusia, con otras fuentes oficiales ucranianas replicando la información e interpelando a la OTAN por la “línea roja” cruzada (1 y 2). Sin embargo, el Centro de Información de Lugansk (separatista prorruso) ofrece otras dos imágenes donde la columna asciende ladeada (imagen 3) y un vídeo donde aparece tras unas cercas de colores (imagen 4). Andrey Marochko, representante de la milicia prorrusa en la zona, culpa a los ucranianos de romper una cisterna con “ácido clorhídrico” y desmiente la información de Gaidai. La agencia rusa Interfax dice que la explosión “causará un daño irreparable” y “destrozará toda forma de vida en un radio de 30 kilómetros”. Esta versión encuentra respaldo en otros medios rusos como Ría Novosti, RT y NTV, que se apoyan en un nuevo vídeo donde se ve el humo, más oscuro, tras patios con vallas de colores de algunas casas (imagen 4). Es, presuntamente, la misma nube captada desde arriba que publica @666mancer (imagen 5).
¿Quién se atribuye el ataque del 9 de abril?
Nadie. La autoridad proucraniana Gaidai alerta ese día de otro ataque en el que se liberó ácido nítrico (imagen 6). Lo atribuye a Rusia y lo ilustra con un nuevo vídeo de la columna anaranjada tras unos matorrales (imagen 7). Radio Svoboda, emisora dependiente de Radio Free Europe / Radio Liberty (RFE/RL), entidad impulsada por EEUU, respalda esa idea con otra grabación donde la nube se ve espectacular en pleno crecimiento y desde arriba (imagen 8). Pérez Baroja estima que esa explosión puede ser de gran toxicidad y provocar lluvia ácida, aunque no se puede determinar el grado. Según una estimación preliminar del verificador ucraniano Stopfakes.org solo se vio afectado un área de 550 metros controlada por los rusos, a quienes atribuye el ataque. Sin embargo, un miembro de la Duma de Rusia y otras cuentas prorrusas adjudican la explosión a Ucrania, publicando un nuevo vídeo donde el humo anaranjado asciende tras unos edificios (imagen 9).
¿Se podrá averiguar quién ha sido?
Es difícil sin observación directa en el lugar. Lo que podemos concluir es que no parece probable un ataque contra instalaciones fijas de ácido nítrico los días 5 o 9, pues los espacios que observamos con daños estructurales no se corresponden con su tipo de silo. Es más probable que esos días se haya golpeado algún objetivo móvil, como un camión de ácido nítrico, o algún almacén techado de nitrato de amonio. También sabemos que Zarya no ha sido el objetivo sistemático del asedio a esta ciudad, aunque no puede descartarse un sabotaje, una bomba perdida o un ataque puntual. En cuanto a la autoría, Rubizhne está la mayor parte del periodo analizado justo en la línea de enfrentamiento de ambas fuerzas, aunque Rusia lo da por controlado el día 25, de modo que técnicamente las dos han podido bombardear el lugar. Hemos visto en los mapas que se han destrozado zonas educativas y civiles, así como edificios emblemáticos (aquí el Palacio de Cultura), pero sobre todo se ha destruido el tejido industrial, logístico y de transporte de la localidad.
*Noticia con contribución de: Borja Díaz-Merry, Ainhoa Ramos, Lara Huwyler y Xavier Obach.