El Govern advierte a Sánchez de que "la legislatura pende de un hilo" y exige ceses por el supuesto espionaje
- Ve "insuficiente" lo anunciado por Bolaños: investigación en el CNI, desclasificación de documentos y comisión parlamentaria
- "No podemos negociar ni hablar con quien nos espía", insiste la consellera de Presidencia tras reunirse con el ministro
Los intentos del Gobierno por apaciguar al Govern de Cataluña y a ERC, socio clave en el Congreso, no están dando resultados. La consellera de Presidencia de la Generalitat, Laura Vilagrà, ha advertido al Ejecutivo de que "la legislatura española pende de un hilo" ante sus respuestas "insuficientes" sobre el supuesto espionaje político, sobre todo tras la reunión de este domingo, de la que el Govern salió "muy cabreado". En este sentido, ha vuelto a exigir una vez más ceses o dimisiones de los responsables.
ERC, por su ahora, se está planteando tumbar el decreto con el plan anticrisis por la guerra de Ucrania en la votación de este jueves si el Gobierno no toma medidas, tal y como ha dejado ver la portavoz republicana, Marta Vilalta, este lunes.
La reunión que mantuvo Vilagrà este lunes en el Palau de la Generalitat con el ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, no ha hecho que baje la tensión, pese a que el ministro anunció medidas para "esclarecer" las denuncias de espionaje a más de 60 independentistas, entre ellas abrir un "control interno" del CNI, "desclasificar" documentos y constituir en breve la Comisión de Secretos Oficiales.
Vilagrá insiste en que debe haber dimisiones, pero Bolaños lo ha descartado porque “es el momento de esclarecer los hechos”, ha dicho en una entrevista en TVE. Ha reconocido que la situación con ERC y el Govern es "delicada" y ha dicho entender la "preocupación", por lo que ha recalcado que se actuará con total "transparencia".
"No bastan" las medidas anunciadas por Bolaños
Por su parte, la consellera ha lamentado que, durante la reunión, el Gobierno estaba "más preocupado por perder apoyos parlamentarios" y "quedaron muchas incógnitas por desvelar". "No podemos estar satisfechos de la reunión", ha admitido.
"Salimos muy cabreados, esta es la palabra, porque no tuvimos las respuestas adecuadas de lo que ha pasado y lo que pasará", ha reconocido Vilagrà, que ha advertido de que "no basta" con esas cuatro medidas anunciadas. "No nos dio la sensación de que quieran que se sepa todo", ha agregado.
Insistiendo en que el Govern "quiere llegar hasta el final y que dimitan los responsables" del espionaje, Vilagrà no concretado si ERC retirará el apoyo parlamentario al Gobierno, pero sí ha lanzado una advertencia clara: "No podemos negociar ni hablar con quien nos espía". La consellera cree que los espiados, más allá de los 60 que se dieron a conocer, podrían ser "centenares".
La dirigente republicana ha ido en la misma línea que el presidente catalán, Pere Aragonès quien ya advirtió el pasado jueves en TVE de que el Gobierno "podría llegar a caer" si no asume sus responsabilidades.
JxCat pide suspender las relaciones con el Gobierno
El secretario general de JxCat, Jordi Sànchez, ha pedido por su parte suspender las relaciones con el Gobierno hasta que la Comisión de Secretos Oficiales del Congreso no se constituya.
"O comisión o complicidad", ha afirmado Sànchez en una rueda de prensa desde la sede del partido, en la que ha dicho que las explicaciones e investigaciones del Gobierno no pueden quedar circunscritas a la comisión de secretos oficiales ni a una comisión interna.
Para él, el Gobierno tiene "la mayoría suficiente" en el Congreso junto a los partidos independentistas para crear esta comisión: "Hasta que la mayoría socialista y de Unidas Podemos no asuma estas propuestas no se puede dar desde el independentismo ningún apoyo a este Gobierno", ha considerado.
Bolaños tambien ha hablado a este respecto de que el Gobierno está buscando fórmulas para que se constituya de manera "inminente" y ha dicho que el Ejecutivo es el primer interesado.
También el portavoz de EH Bildu en el Parlamento de Navarra, Adolfo Araiz, ha afirmado este lunes que el caso Pegasus, de presunto espionaje a políticos independentistas, puede suponer "un punto y aparte" en las relaciones entre su coalición y el Gobierno central.