La COVID-19 dispara los ingresos por enfermedades infecciosas en 2020 mientras el resto se desploma
- Una de cada diez personas hospitalizada en 2020 ingresó por un problema respiratorio
- El número de altas disminuyó un 12,7% en el primer año de la pandemia
La COVID-19 disparó la tasa de ingresos hospitalarios por enfermedades infecciosas y parasitarias en 2020, según la Encuesta de Morbilidad Hospitalaria publicada este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE). Con un incremento del 96% respecto a 2019, los casos provocados por patologías como la tuberculosis, la septicemia o el coronavirus prácticamente se duplicaron: pasaron de 249 ingresos por cada 100.000 habitantes a 488.
En cuanto al resto de enfermedades, las tasas se redujeron. Aun así, las respiratorias y las circulatorias fueron el principal motivo de hospitalización en el primer año de la pandemia, mientras que el número de altas disminuyó un 12,7% en 2020. Ese año fallecieron 211.221 personas en hospitales españoles, un 12% más que en 2019.
El 3,2% de las altas hospitalarias en 2020 tuvieron como diagnóstico principal el coronavirus. No obstante, si se tiene en cuenta solo el segundo semestre del año, cuando los hospitales comenzaron a utilizar el código asignado para la infección por COVID-19, el porcentaje se duplica al 6,3 %.
Estancia media: 8,7 días de ingreso
Más allá de las entradas y salidas de los hospitales, la estancia hospitalaria media también aumentó un 7,4% en 2020. Pasó de 8,1 días en 2019 hasta los 8,7 en 2020. Las que más crecieron son las provocadas por anomalías clínicas -como dolor de garganta y pecho, dolor abdominal u otras enfermedades de causa desconocida-; las que fueron causadas por problemas del aparato respiratorio y las que tuvieron origen en enfermedades infecciosas.
La estancia media por infección por COVID-19 fue de 11,3 días, pero las más prolongadas fueron las que se produjeron en los casos de trastornos mentales. En el polo opuesto, las complicaciones del parto o las enfermedades del oído apenas conllevaron tres días de ingreso.
Entre los diagnósticos más frecuentes, los trastornos mentales y del comportamiento supusieron 60,8 días de estancia media. Estuvieron seguidos por las enfermedades infecciosas y parasitarias (11,2 días) y las del aparato circulatorio (8,6).
Ahora bien, en el primer grupo se observa más diferencia entre la sanidad pública y la privada. Mientras una persona con un trastorno mental pasó 36 días internada en un hospital público, su ingreso en un hospital privado llegó a extenderse más allá de los 131 días.
Un 12,7% menos de altas en el primer año de pandemia
En el año 2020 se produjeron más de 4,2 millones de altas hospitalarias, pero este dato representa una caída del 12,7% respecto al año anterior. Como muestra el siguiente gráfico, los mayores descensos se produjeron entre marzo y mayo y entre octubre y diciembre, coincidiendo con las dos primeras olas de la pandemia de COVID-19.
Por grandes grupos de patologías, la tasa más elevada de altas se da en los ingresos derivados de complicaciones del parto y en los provocados por enfermedades del oído, con más de 340 altas por cada 1.000 pacientes. Por el contrario, en los trastornos mentales la tasa es solo de 16 altas, un valor que está lejos de las 69 de las anomalías clínicas o de las 89 de las enfermedades infecciosas.
Entre las causas para abandonar el hospital se encuentran desde la curación o la mejoría hasta el fallecimiento, pasando por el traslado a otros hospitales. En este sentido, las enfermedades infecciosas y parasitarias -a las que la COVID-19 se incorpora en julio de 2020- tienen el menor porcentaje de curación de las patologías que menos tasa de altas acumulan.
Este grupo también acumula el porcentaje más alto de fallecimientos: un 14% de los pacientes que ingresaron con un cuadro infeccioso o parasitario murió en el hospital. También destaca la proporción de fallecidos en las enfermedades del aparato respiratorio, donde una de cada diez personas que ingresó por esta patología no sobrevivió.
La COVID-19, detrás del 3,2% de las altas
El dato anterior es significativo si se tiene en cuenta que el INE consideraba la COVID-19 como una enfermedad respiratoria hasta julio de 2020. Solo la clasificó como infecciosa cuando la Organización Mundial de la Salud (OMS) la definió como tal.
Como consecuencia de esta división, el informe publicado este miércoles únicamente muestra 5.332 altas por COVID-19 contabilizadas en el primer semestre del año, frente a 132.290 del segundo. Ahora bien, en ambos casos habría que sumar una parte no especificada de enfermedades del aparato respiratorio, que fueron 381.295 entre enero y junio, y 147.260 entre julio y diciembre.
En total, el pasado año se dieron 4.253.183 altas hospitalarias y las enfermedades del aparato respiratorio fueron el diagnóstico principal detrás del 12,4% de ellas; mientras que en el 3,2% el diagnóstico fue la infección por COVID-19.
Por otra parte, en 2020 fallecieron 211.221 personas en hospitales españoles por cualquier causa, un 12,7% más que en 2019, según el INE.