España, paraíso para el cultivo y el comercio de la marihuana
- España es el principal productor y exportador de marihuana en Europa por su clima y su situación geográfica
- Los jóvenes consumen una marihuana seis veces más potente, más adictiva y más tóxica que la de hace diez años
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La marihuana es la droga ilegal más consumida y la más aceptada socialmente, pero está generando muchos problemas. Después del tráfico de hachís y de cocaína, el de marihuana se ha convertido en una de las principales actividades criminales, con potentes organizaciones transnacionales detrás y un negocio millonario.
Por un lado, las mafias que se dedican a este negocio son más violentas y provocan peleas, secuestros, asesinatos… Por otro lado, cada vez hay más gente sin antecedentes que quiere conseguir dinero de manera rápida. Personas que no son delincuentes y que se meten en el negocio de la marihuana sin ser conscientes del peligro que corren. No tienen la percepción de que sea un delito grave.
“Con una inversión de 6.000 euros se generan unos 240.000“
El llamado oro verde genera beneficios astronómicos. Lo dice Josep Perarnau, juez decano de los juzgados de Tarragona: “La producción de marihuana se ha convertido en un negocio muy rentable. Con una inversión de 6.000 euros se generan unos 240.000“.
Pero también está causando graves consecuencias en quienes la consumen, sobre todo entre los más jóvenes. Lo cierto es que la marihuana que está llegando al mercado nada tiene que ver con la de antaño. Ahora es mucho más adictiva, más potente y más tóxica.
Alto contenido de THC
En los laboratorios donde analizan el cannabis incautado explican que el THC o tetrahidrocannabinol, la sustancia psicoactiva de la marihuana responsable del "colocón", es muy elevado… Más del 0,2 % se considera ilegal, pero se están encontrando valores de hasta el 40 %.
Ángela Sánchez, responsable del laboratorio de los Mossos d’Esquadra dice que actualmente están encontrando "en el mercado" marihuana y planta de marihuana con porcentajes de THC "muy elevados". Antes oscilaban entre el 5 % y el 10 % pero "hoy en día están alcanzando el 35, 36 hasta un 40 %". Y advierte que "esto implica que están consumiendo sustancias con un porcentaje mucho más elevado, que provoca mucha más adicción y que afecta mucho más al sistema nervioso”.
Esa marihuana está en el mercado ilegal y a disposición de cualquier joven. Los servicios de análisis de la ONG Energy Control se dedican a analizar droga y a informar de lo que se va a consumir. El objetivo es reducir riesgos. Su responsable, Mireia Ventura, cuenta que ya han detectado en Europa marihuana adulterada.
“Están detectando adulteraciones con la marihuana muy peligrosas, incluso hay hospitalizaciones“
"Nosotros coordinamos una red y en centroeuropa están detectando adulteraciones con la marihuana muy peligrosas, incluso hay hospitalizaciones. Lo que hacen es juntar marihuana natural con marihuana sintética… aún no ha llegado aquí pero hay que saberlo y estar alerta para poder informar".
¿Qué dice la ley?
En España, el consumo, la posesión y la compraventa de drogas está prohibido y castigado por la ley. Traficar con droga siempre se considera ilegal. Solo está permitido tener cien gramos (100 gr.) de cannabis para autoconsumo en espacios privados, o para consumo compartido en clubes cannábicos.
El código penal distingue claramente entre dos tipos de droga: la que causa grave daño a la salud como la heroína, la cocaína y las drogas sintéticas; y las que no causan grave daño a la salud, entre las que encontramos el hachís y la marihuana.
El tráfico de marihuana, considerada como una droga blanda, se castiga con penas que van de uno a tres años de prisión. Se puede agravar si se trata de un grupo organizado y hay mucha cantidad de droga. En el caso de las drogas duras las penas pueden llegar hasta los seis años.
“La legislación es laxa y proclive a que se nos instalen aquí este tipo de mafias“
“La legislación en este aspecto es laxa y proclive a que se nos instalen aquí este tipo de mafias, de redes. Ellos son perfectamente conocedores de nuestra legislación y aprovechan estas facilidades”, explica el juez Perarnau. Además, el clima y la situación geográfica, unidos a la cercanía de la frontera y la facilidad para producir cannabis hacen que España, y concretamente Cataluña, se haya convertido en la principal productora y exportadora de toda Europa. Y a muy buen precio. En la actualidad, donde más droga se incauta es en Andalucía, Cataluña y Comunidad Valenciana.
El teniente coronel de la Guardia Civil de la comandancia de Tarragona, Jordi Verger, asegura que estos condicionantes han favorecido que "las organizaciones criminales que están en otros países, y las propias que están aquí, se dediquen cada vez más al negocio de la plantación y el cultivo de la marihuana”.
Dentro de los grupos organizados hay gente de países del este (albaneses, serbios...), ciudadanos de origen marroquí y también españoles. La mayoría de la droga se exporta a países de Europa.
“La marihuana, en España, está a seis euros un gramo. En Europa la media es tres veces más“
“La marihuana, en España, está a seis euros un gramo. En Europa la media es tres veces más. Estaríamos hablando de 18 euros un gramo. Cuanto más nos alejamos, más sube. En Polonia está ya a 20 y si fuéramos a Islandia, pasa de 30 euros. A cualquier traficante de cualquier país de Europa le sale a cuenta venir aquí a comprarla” argumenta el responsable de investigación criminal de los Mossos d’Esquadra, Ramón Chacón.
En 2021 se incautaron en España tres millones de plantas
Está claro que es un negocio al alza. El año pasado en España incautaron tres millones de plantas de marihuana, según los datos provisionales que maneja el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO). Ese volumen de cultivos ilegales representa un incremento del 57 % respecto a la cantidad decomisada en 2020 (1.700.462) y cuatro veces superior a la de 2016 (724.611). Por eso es tan necesaria la colaboración entre las policías de aquí y las de otros países.
Los grupos criminales lo tienen muy bien organizado. En el negocio de la marihuana cada uno tiene su cometido. Desde el transportista o el electricista hasta el facilitador que busca naves para las plantaciones o el bróker de la marihuana, un delincuente que hace de comercial y tiene contactos con todos los distribuidores de marihuana para comprar a mejor precio y vendérselo a sus clientes. Todo funciona como si fuera una empresa.
“Hay una nueva figura a la que se llama 'el franquicista' y que es un señor que hace franquicias. Coge una nave industrial o una casa, la ocupa, la alquila, monta una plantación y, cuando la tiene crecida, busca una organización criminal y se la vende por 30.000 euros”, explica Chacón. Y cómo no, dentro de la organización, también cuentan con un buen abogado que les saque del atolladero si les pillan.
Los "narcoasaltos" o vuelcos
Para las mafias también es muy práctico robar directamente la marihuana de otras plantaciones y no perder tiempo en cultivarla. Saben que, si se hace en interior, en un año pueden tener hasta cuatro cosechas. En cambio, en exterior solo pueden cultivar una vez al año, por eso la vía más rápida son los robos.
Según el juez Perarnau “los narcoasaltos" también llamados vuelcos "son muy habituales". Se trata de un grupo que asalta la plantación de otro. Evidentemente, entre ellos no se denuncian. "Se interviene en muchos casos a posteriori, cuando se dejan heridos o muertos", aclara el juez decano.
"Ahora mismo lo que preocupa son las grandes plantaciones en manos de grandes profesionales que generan violencia, asesinatos y corrupción”, especifica el juez. Sólo en Cataluña constan un centenar de robos violentos al año en domicilios o naves industriales donde hay marihuana, aunque creen que la cifra negra puede ser diez veces superior.
La Policía, en contacto con las eléctricas
Una de las cosas que más delatan la marihuana es el olor. Los vecinos muchas veces acaban denunciando las plantaciones, pero los narcotraficantes utilizan métodos cada vez más sofisticados. Lo aíslan todo. Colocan grandes filtros de aire para que no se detecte el olor. Sin embargo hay algo que es infalible y que sirve para iniciar las investigaciones: las mediciones que hacen las empresas eléctricas.
Muchas veces son ellas las que detectan las plantaciones por el exceso de fluido eléctrico. Es por esto que trabajan conjuntamente con la policía. Juan Carlos Fernández, de Endesa, alerta del peligro que conlleva la producción de marihuana indoor en pisos y locales.
“Cuando hay una superplantación se da un consumo excesivo de energía“
No es la primera vez que hay accidentes, incluso muertes. “Cuando hay una superplantación se da un consumo excesivo de energía, y si las conexiones están en mal estado se puede producir tanto una electrocución como deflagraciones e incendios que pueden afectar tanto a la red de distribución del cliente como del resto de usuarios”, alerta Fernández.
La corrupción policial, otra consecuencia del tráfico de marihuana
Cada vez vemos a más policías detenidos por estos casos en los que el bien más preciado es la marihuana. Los grupos organizados necesitan información confidencial para poder llevar a cabo sus negocios sin sospechas.
Jordi Domènech trabaja en la División de Asuntos Internos de los Mossos d’Esquadra. Actualmente lleva varias investigaciones contra agentes que presuntamente han cruzado la raya. "Nos hemos encontrado desde policías que han permitido que se mantenga la plantación a cambio de una cantidad económica, hasta grandes mafias -normalmente extranjeras- que necesitan un intermediario -una persona de la zona que tenga conocidos en la policía- para poder obtener información de las bases de datos".
Estos casos los investiga la División de Asuntos Internos de los diferentes cuerpos de Policía. Es un trabajo complicado porque deben investigar a compañeros que también son investigadores y conocen sus técnicas. Según Domènech, una de sus funciones es "saber distinguir entre un policía que tiene confidentes y uno que trabaja para ese delincuente". Discernir qué hay a uno y otro lado de esa frontera es el trabajo más difícil.
Clubes cannábicos, perjudicados por el mercado ilegal
“Es mejor conocer dónde se ha cultivado, quien la ha cultivado y cómo“
Los clubs cannábicos siguen reclamando una regulación. Creen que hay una realidad y es que "la gente consume". Ana Afuera, portavoz de la Confederación de Federaciones de Asociaciones Cannábicas (CONFAC), representa a 1.500 clubes sociales en España y defiende que si hay que consumir hay que hacerlo de manera segura y encontrar vías de acceso para evitar que en esa ecuación entren el crimen organizado y las violencias asociadas a él. “Es mejor ir a los clubes que tienen esa trazabilidad de la sustancia y conocer dónde se ha cultivado, quien la ha cultivado y cómo, porque si no la gente va al mercado negro y no sabe lo que se está fumando”, aclara Afuera.
“La ambigüedad y la tolerancia en las leyes hacen que sea un panorama deseable para las mafias“
Además, la portavoz de CONFAC cree que "la ambigüedad de las leyes no ayuda". Afuera insiste en que como sociedad "nos debemos plantear qué estamos haciendo para importar el crimen organizado". Entre las soluciones que proponen los clubs está la de "poner normas claras". Para ellos "la ambigüedad y la tolerancia que hay en las leyes hacen que sea un panorama deseable para las mafias”.