El precio del carburante se mantiene por encima de la barrera de 1,60 euros después de Semana Santa

• La gasolina se vende este jueves a 1,61 euros el litro de media y el diésel sigue siendo más caro y llega a 1,64 euros
• Se cumplen cuatro semanas desde que entró en vigor la rebaja de 20 céntimos por litro de combustible aprobada por el Ejecutivo
• Sigue la última hora del conflicto entre Rusia y Ucrania en directo

Una mujer echa gasolina a su vehículo en Madrid

Los combustibles se mantienen estables tras Semana Santa. El precio medio de la gasolina de 95 esta semana es de 1,617 euros por litro, mientras que el diésel se vende a 1,647 euros, una vez aplicado el descuento de 20 céntimos por litro de combustible aprobado por el Gobierno. Con respecto a la semana del 11 de abril, la última con datos disponibles, el diésel es un 2,1% más caro, mientras que la gasolina sube un 1,7%.

En este contexto, el coste del gasóleo vuelve a superar al de la gasolina por cuarta semana consecutiva, una tendencia que arrancó el último día de marzo.

Así, se cumplen cuatro semanas, casi un mes, desde que entró en vigor la rebaja de 20 céntimos por litro aprobada por el Gobierno y destinado a todos los conductores. En este escenario, los usuarios siguen buscando las estaciones de repostaje más económicas para su bolsillo.

Por otra parte, este año ha sido la Semana Santa más cara en cuanto a precios de combustibles se refiere, con el gasoil por encima de 1,60 euros por litro y más caro que la gasolina.

No obstante, esto no ha supuesto un freno para los conductores en esta festividad y se llegaron a contabilizar un total de 15,8 millones de viajes por carretera, según datos de la DGT, la cifra más alta desde 2008 y un 6% más que los desplazamientos de 2019.

Llenar el depósito: hasta 32 euros más caro que hace un año

Con los precios de este jueves, llenar un depósito medio de 55 litros con gasolina cuesta actualmente 89 euros, mientras que con gasóleo alcanza los 91 euros, lo que supone pagar cerca de 24 euros más que a principios de 2021 si se utiliza gasolina, y 32 euros si se elige gasóleo.

Así, la escalada de ambos carburantes ha provocado que el precio de la gasolina haya aumentado un 37% desde enero de 2021, frente al 54% que se ha encarecido el gasóleo.

En comparación con la misma semana de 2021, la gasolina cuesta ahora un 22% más, frente al 39% que ha subido el gasóleo, mientras que si se analizan los precios de la misma semana de 2019, antes de que estallara la pandemia, la gasolina es un 18% más cara y el gasóleo un 25%.

No obstante, si se excluye la rebaja, la gasolina alcanza un precio de 1,817 euros el litro, el tercer valor más alto de la historia, mientras que el gasóleo marca 1,847 euros, un nuevo récord.

La rebaja de 20 céntimos por litro: casi un mes en vigor

Desde el 1 de abril, los conductores se benefician de una bonificación de 20 céntimos por litro de combustible que se aplica directamente en el momento de pago en las gasolineras. A lo largo de estas semanas, los usuarios han percibido una bajada de hasta el 11% en el momento de llenar el depósito, una medida que estará en vigor, en principio, hasta el 30 de junio. Esto supone cierto alivio para su bolsillo, pero muchos aseguran que es una medida todavía insuficiente.

Desde el primer día, las gasolineras se han quejado de que tienen falta de liquidez para poder afrontar esta medida. La Confederación Española de Estaciones de Servicio (CEEES) aseguró el 20 de abril que las gasolineras ya habían agotado el anticipo de Hacienda por haber vendido un 35% más de carburante con respecto a las mismas fechas en 2021.

El director general de la patronal, Nacho Rabadán, explicó entonces que "el dinero anticipado apenas cubre la mitad del importe que tienen que adelantar" y "no hay flujo de caja". "No hablamos ya solo de pequeñas gasolineras en entornos rurales, pasa también con las abanderadas -franquiciadas que trabajan con grandes petroleras- donde el dinero que descuentan adicionalmente a los clientes solo lo recuperan el día 8 del mes siguiente", señaló.

Así, confirmó lo que ya adelantó en una entrevista a RNE el 12 de abril, una semana antes, y advirtió que si no reciben los anticipos en mayo y junio podrían tener que cerrar cientos de gasolineras, "hasta la mitad de la red".

Desde que entró en vigor la medida, esta patronal ha criticado, sobre todo, su forma de aplicación. Así, menos de una semana después de ponerse en marcha, la CEEES indicó que iba a recurrir este Decreto Ley del Gobierno a la Justicia por estar mal articulado.

La bonificación de los combustibles dispara las ventas de las gasolineras fronterizas - Ver ahora

Facua denuncia a 230 gasolineras por subir los precios

En el otro lado del tablero, el de los consumidores, Facua-Consumidores en Acción denunció a principios de abril a 230 gasolineras por subir sus precios el mismo día en el que comenzó a aplicarse el descuento en al menos cinco céntimos por combustible. La organización pidió el 6 de abril al Ministerio de Consumo que abriera expedientes sancionadores contra las gasolineras que cometieron estas prácticas.

Sin embargo, al no recibir respuesta de Consumo, llevó esta denuncia a las autoridades de protección al consumidor autonómicas, con competencias sancionadores. Las provincias con más estaciones denunciadas son Toledo, Valencia y Sevilla.

Tras la estela del Brent

La subida del precio del diésel y la gasolina se ha registrado en el contexto del repunte de la cotización del barril de Brent –de referencia para Europa-, que después del comienzo de la guerra en Ucrania alcanzó los 131 dólares por barril.

En la apertura de este jueves, el precio del Brent se situaba en 104,28 dólares, con un descenso del 1%, mientras que el barril de petróleo WTI, de referencia para EE.UU., caía un 0,4%, hasta 101 dólares.

Aun así, el precio de los carburantes depende de diversos factores, como su cotización específica (independiente de la del petróleo), la evolución del crudo, los impuestos, el coste de la materia prima y de la logística y los márgenes brutos. Así, la evolución en la cotización del crudo no se traslada directamente a los precios de la gasolina, sino que lo hace con un decalaje temporal.