'La bibliotecaria de Auschwitz', la adolescente judía que arriesgó su vida por amor a los libros
- Salva Rubio y Loreto Aroca adaptan la exitosa novela de Antonio Iturbe, que se basa en hechos reales
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Edita Adlerova tenía solo 14 años cuando llegó al campo de concentración de Auschwitz. Movida por su amor a los libros, gestionó una pequeña biblioteca clandestina, de apenas ocho volúmenes, que prestaba a los prisioneros judíos. Y sabía que si la pillaban los nazis la matarían. Una emocionante historia real que Antonio G. Iturbe narró en La bibliotecaria de Auschwitz (Planeta, 2012) y que ahora salta al cómic en una fantástica adaptación del guionista Salva Rubio (Madrid, 1978) y la dibujante Loreto Aroca (Palma de Mallorca, 1994): La bibliotecaria de Auschwitz (Planeta Cómic)
Salva, que también acaba de adaptar al cómic La pirámide inmortal (Norma editorial), de Javier Sierra, nos comenta cómo ha sido pasar a viñetas esta novela de 500 páginas: "Ambas novelas han sido igualmente complicadas y a la vez gratas de adaptar. Las dos tienen en común que tratan de acontecimientos históricos muy potentes y dramáticos, con una gran carga emocional, y eso para un guionista es una materia prima muy preciada, pero también a la que debe hacer honor con su trabajo".
"Además -añade el guionista-, ambas novelas presentan narrativas no lineales, que resolví de forma distinta. En La Bibliotecaria pude crear una narrativa lineal, ya que el contexto y los escenarios apenas cambian y el punto de vista es casi siempre el de Dita, lo que hacía difícil crear saltos temporales visuales. En La Pirámide fue más fácil porque los personajes cambian con frecuencia de localización, hay varios puntos de vista y el protagonista cambia de aspecto, lo que gráficamente favorecía mantener la no linealidad".
Destacar el espectacular debut en el cómic de la ilustradora Loreto Aroca (Retrato de la familia Pinzón). "El proyecto me llamó la atención desde el momento que leí la palabra “bibliotecaria” y “Auschwitz” en una misma frase -confiesa-. No conocía la novela y la leí casi del tirón cuando me ofrecieron ilustrar el cómic. Ya no solo para poder ser más fiel a la hora de plasmar los acontecimientos y dar vida a sus personajes, si no porque una historia así merecía ser descubierta al completo".
Edita Adlerova, una heroína de 14 años
Tras descubrir la historia de Edita (Dita) Adlerova, que actualmente tiene 92 años, Antonio G. Iturbe no paró hasta que dió con ella en Praga y le contó su paso por Auschwitz, que transformaría en su exitosa novela.
Salva Rubio nos comenta cómo ve a la joven protagonista en su adaptación: "Era apenas una adolescente a la que, cuando llegó al campo, se le confiaron un puñado de libros que los presos tenían escondidos. Quizá por amor a los libros, por simple valentía o por pura inconsciencia juvenil, Dita los escondió arriesgando su vida en ello. En mi opinión sí que fue una heroína y gracias a Antonio Iturbe y sus pesquisas se ha hecho justicia a su labor".
Loreto también cree que la joven fue una heroína: "El papel de Dita fue clave; cargando con una enorme responsabilidad y arriesgando su vida, Dita cuidaba y custodiaba los libros. Gracias a ellos, podía mantener un vínculo con su vida pasada y, al mismo tiempo, eran capaces de transportarla a ella, y al resto de presos, lejos de allí, aunque sólo fuera por unos momentos. Sí la considero una heroína, creo que gracias a esos breves episodios de alegría muchos fueron capaces de coger fuerzas para seguir hacia adelante".
En cuanto a su concepción del personaje, Loreto asegura que: "A Dita desde el principio la visualizo con una expresión pícara y con mucho desparpajo, atrevida. Sin embargo, también quería que su aspecto fuera tierno y mostrar sin reparo su lado más vulnerable.La novela me dio información sobre su aspecto físico, como el camisón y las medias negras, lo cual quise respetar. Hay fotos reales de Dita cuando es pequeña, pero tampoco me ceñí al detalle a ellas, eran una base sobre la que trabajar y a partir de ahí darle mi toque personal".
Fredy Hirsch, un judío que hizo más humano el campo de Auschwitz
Además de la familia de Dita, otro de los protagonistas del cómic es Fredy Hirsch, que ayudó a centenares de niños judíos que pasaron por el campo de concentración. "Antes de la guerra, Fredy Hirsch había sido un atleta y activista en movimientos de defensa sionistas, lo que le convirtió en un líder -nos explica SAlva-. En Auschwitz estuvo a cargo de la organización de la sección BIIb, un lugar un tanto especial: Lo llamaban el “campo familiar” y se trataba de un subcampo donde no se rapó la cabeza a los presos, se les permitió conservar su ropa y las familias no se separaron. El objetivo de los nazis era crear una ficción, la de que los presos eran bien tratados, por si había una inspección por parte de la Cruz Roja. Cuando ésta tuvo lugar, los presos fueron igualmente condenados a muerte o a seguir trabajando hasta la extenuación".
"Sería injusto, por otro lado, decir que vivieron un trato especial; salvo las particularidades antes citadas, las muertes en esa sección eran similares a las del resto del campo" -añade el guionista-.
Mengele, 'el Ángel de la muerte'
El tercer gran protagonista del cómic es Josef Mengele (1911-1979), el famoso oficial y médico que ha pasado a la historia por sus experimentos mortales con prisioneros en el campo de Auschwitz, lo que le valió el sobrenombre de 'el Ángel de la Muerte'. Tras la guerra logró escapar a varios países de Sudamérica hasta 1979, cuando falleció al sufrir un ictus mientras nadaba en una playa de Brasil.
Loreto nos comenta cómo es su versión del personaje: "Con Mengele sí que quise ser muy fiel a la realidad y me documenté en profundidad. Físicamente, tenía muy claro que tenía que lograr plasmar su mirada, perturbadora y a la vez vacía, y especialmente su sonrisa, la cual es bastante desagradable e inquietante. Creo que es una característica importante para poder transmitir su perversidad, ya que sonríe cuando amenaza a los presos o cuando ordena castigar a alguien, para él debía ser un divertimento".
De Mauthausen a Auschwitz
En 2018, Salva ya escribió el guion del cómic El fotógrafo de Mauthausen, en el que narraba la historia de Francisco Boix, el español que documentó los horrores de los campos de concentración nazis. Le preguntamos si le han escogido para este proyecto por ese trabajo: "Sí, de hecho la editorial me comentó que le interesaba mi experiencia previa en esa sentido. Ambas son historias de resiliencia y supervivencia, con dos personajes muy potentes decididos a arriesgar su vida por lo que consideran más importante: para Francisco Boix la verdad que guardaban las fotografías y para Dita Adlerova la verdad contenida en los libros".
En cuanto a las similitudes y diferencias entre ambos campos, Salva nos comenta: "Ambos campos son muy difíciles de comparar dentro del terror concentracionario, por la complejidad real de su organización y connotaciones. Auschwitz era una verdadera industria de la muerte donde las personas eran poco más que números, y Mauthausen estaba pensada como una cantera de esclavos para lograr el “exterminio por trabajo” a que los nazis destinaron a los presos".
"Estos cómics son más necesarios que nunca"
Como en todos sus cómics, destaca la esmerada documentación de Salva Rubio. "Como suelo hacer, he estudiado libros y documentales, aunque en su momento pude visitar Mauthausen y aún recuerdo las fuertes sensaciones que me produjo. Más que la documentación sobre Mauthausen (ya digo que son dos campos muy distintos) me ha servido de inspiración en el sentido de la lucha, resistencia y solidaridad que había en ellos".
Salva también reconoce que trabajar en estos temas no es fácil: "Por supuesto que hay una carga psicológica, especialmente a la luz de los acontecimientos actuales de Ucrania, pero por eso mismo creo que estos cómics son más necesarios que nunca: una vez más, el objetivo es que niños y adultos conozcan las consecuencias de una guerra y logremos de pararla antes de que mueran más personas".
EN cuanto a Loreto: "Tenía a mi alcance muchas fuentes de información, ya fueran libros, películas, documentales y muchísimas fotografías en internet. Hubo momentos complicados, como cuando Dita ha de cargar con un cadáver hasta la fosa común y se nos presenta una splash page de la fosa llena de cuerpos en un estado absolutamente lamentable, cuerpos esqueléticos, amontonados unos encima de otros, casi irreconocibles. Recuerdo estar dibujando la escena y tener que hacer pausas pasando a otras páginas para distraer un poco la cabeza de aquella imagen que estaba dibujando".
Un debut espectacular en la novela gráfica
Destacar el uso del color por parte de Loreto: "Intento ser bastante fiel a la realidad a la hora de colorear. Para el inicio del cómic, utilicé una gama más vibrante que se va palideciendo a medida que se acerca el momento del traslado a Auschwitz. Sin embargo, la gama más oscura y gris la reservé para el momento de Bergen-Belsen, que es cuando Dita atraviesa sus peores momentos, y, de esta forma, pronunciar el contraste con los colores vivos de las últimas páginas, cuando nos reencontramos con ella un tiempo después rehaciendo su vida".
En 2017 Loreto ya nos sorprendió con el libro ilustrado Retrato de la familia Pinzón, pero su trabajo en esta novela gráfica es espectacular, con unos personajes llenos de vida. "Ha sido una experiencia intensa en todos los sentidos. Tanto por la historia como por la magnitud del proyecto. Era la primera vez que me enfrentaba a un proyecto de larga duración y, como es habitual, surgen miedos y dudas durante el proceso".
En cuanto a sus proyectos, Loreto nos comenta: "Ahora mismo estoy terminando un álbum para una editorial francesa, Les Humanoïdes Associés, y junto con Salva, estamos planteando futuros proyectos que esperamos que puedan llevarse a cabo".
En cuanto a Salva, sigue siendo uno de nuestros guionistas más ocupados. Este 6 de mayo sale su adaptación de La pirámide Inmortal, de Javier Sierra, que ha dibujado otro gran artista (Cesc Dalmases). “Además -nos cuenta-, acabo de publicar en Francia El hombre que resucitó Notre Dame, junto al dibujante Edu Ocaña, que trata sobre la primera restauración de la catedral, cuando iba a ser demolida, porque en aquella época no se apreciaba el arte gótico".
“Y no me apeo del tema napoleónico –añade el guionista-, porque en otoño saco en Francia el primer tomo de un personaje muy relacionado con él, Alexandre Dumas, el padre del escritor Alejandro Dumas, que fue enemigo de Napoleón. Un talentoso general que fue condenado al olvido por ser mulato. Prácticamente fue borrado de la historia y Napoleón tuvo mucho que ver con eso porque lo odiaba. Creo que con estos dos personajes puede salir algo espectacular”.