Enlaces accesibilidad

Johnson afronta su primer test electoral tras el 'partygate' y el Sinn Féin aspira a conquistar Irlanda del Norte

  • Las elecciones son el primer gran reto que enfrenta Boris Johnson desde el escándalo del partygate
  • Irlanda del Norte podría tener un gobierno nacionalista por primera vez en la historia

Por
Johnson afronta su primer test electoral tras el 'partygate' y el Sinn Féin aspira a conquistar Irlanda del Norte

Las elecciones municipales parciales que celebra el Reino Unido este jueves se presentan como el primer gran reto en las urnas que afronta Boris Johnson desde que estalló el partygate. El escándalo sobre las fiestas organizadas durante la pandemia en sus oficinas de Downing Street ha minado la credibilidad del primer ministro ingés, cuya popularidad podría estar por debajo de su predecesora en el cargo, Theresa May.

Pero las famosas reuniones que violaron las normas anticovid no son la única amenaza en estas elecciones. El coste de la vida y la inflación preocupan a los votantes ingleses, lo que se traduce en malas noticias para los conservadores de Johnson. En Londres, los sondeos apuestan por una apabullante victoria laborista, lo que podría suponer la piedra de toque para el primer ministro inglés, exregidor de la capital entre 2008 y 2016.


Los centros de votación han abierto este jueves a las 7:00 hora local y permanecerán abiertos hasta las 21.00 horas. El recuento de sufragios comenzará el viernes a las 8:00 horas. Los primeros resultados podrían conocerse durante el viernes, pero el recuento suele avanzar despacio debido al complejo sistema electoral.

Los conservadores, con el ojo puesto en Gales

La importancia de las elecciones debe ser puesta en perspectiva ya que solo se renuevan la mitad de los ayuntamientos en Inglaterra -146 de un total de 333- y los consistorios en Escocia y Gales.

La mayoría de consejos que se renuevan en Inglaterra están en manos de los laboristas, por lo que el margen de mejora es muy estrecho. Pero unas fotos comprometedoras del líder laborista, Keir Starmer, cenando y tomando cervezas con sus colaboradores mientras hacía campaña en abril de 2021 han resurgido, gracias en buena parte a la insistencia de la prensa conservadora.

Aún así, la derrota de los 'tories' es casi una evidencia y se especula sobre la cantidad de concejalías que perderán. Los expertos estiman que podrían perder unas 500 de las 1.404 que defienden y parece claro que, en los consejos municipales de Escocia, los conservadores se encaminan a un descalabro histórico.

La estrategia de Johnson es aguantar en el suroeste inglés y aprovechar la victoria que en las generales obtuvo en algunas localidades del "muro rojo", una amplia franja de regiones tradicionalmente laboristas que van desde Gales hasta el noreste de Inglaterra.

Una posible victoria nacionalista en Irlanda del Norte

Irlanda del Norte tambien celebra comicios y el resultado podría ser histórico, según los sondeos. Las encuestas llevan semanas apuntando a un cambio en la política norirlandesa y pronostican una holgada victoria para los nacionalistas del Sinn Féin. Un dato histórico para el que, durante décadas, fue considerado el brazo derecho del IRA, acutalmente inactivo.

Han pasado 100 años desde que Irlanda del Norte fue constituida como territorio británico independiente de la actual república de Irlanda y, desde entonces, los defensores de la reunificación de la isla han sido minoría. Pero este jueves, 1,3 millones de norirlandeses decidirán en las urnas si, por primera vez en la historia de Irlanda del Norte, el Gobierno municipal será encabezado por los nacionalistas.

Los miembros del Partido de Unión Democrática (DPU) apuntan al protocolo firmado por Londres y Bruselas tras el Brexit como el causante el descontento social en Irlanda del Norte y el culpable de la acuciante derrota electoral. Pero las pérdidas no se reducen a los unionistas: el electorado norirlandés podría castigar en las urnas a los dos bloques tradicionales, en favor de formaciones no alineadas, que se han centrado más en temas relacionados con la sanidad, la educación o el coste de la vida.

Según los pronósticos, el todavía mayoritario DUP quedará segundo, pero ya ha advertido de que no entrará en el próximo Ejecutivo a menos que Londres y Bruselas solucionen los problemas que está causando el protocolo del Brexit para la provincia británica. Pero los nacionalistas también guardan un "as bajo la manga" y es que el Acuerdo de Viernes Santo contempla la posibilidad de un referéndum, si Londres lo permite, para decidir la reunificación de Irlanda. Una situación que resucita el interés en unos comicios que podrían ser los más imporantes hasta la fecha en Irlanda del Norte.