Detenido en Tarragona un bloguero ucraniano acusado de traición
- Anatoly Shariy, arrestado en virtud de una orden internacional, ha quedado en libertad provisional
- Tiene un canal de Youtube que siguen casi 2,5 millones de suscriptores donde denuncia la presunta corrupción
El bloguero ucraniano conocido como Anatoly Shariy, a quien las autoridades de Ucrania acusan de traición, entre otros cargos, ha quedado en libertad provisional con medidas cautelares, tras su detención este miércoles en Tarragona, en virtud de una orden internacional, cuando se cumplen 70 días de la invasión rusa a ese país.
En un auto, el titular del Juzgado Central de Instrucción Número 4 de la Audiencia Nacional, José Luis Calama, ha acordado esta medida a petición de la Fiscalía, dado que no concurren los presupuestos necesarios para decretar la prisión provisional y teniendo en cuenta el arraigo del reclamado.
Calama impone como medidas cautelares a Shariy comparecencias los días 1 y 15 de cada mes en el juzgado más cercano a su residencia, la fijación de domicilio y la retirada de pasaporte y prohibición de salida de territorio nacional.
Estas condiciones, apunta el magistrado, quedarán sin efecto si después de cuarenta días desde que se produjo su detención, Ucrania no presenta formalmente su demanda de extradición.
Fue este mismo miércoles a las 14.00 horas cuando Shariy fue detenido en Tarragona por la Brigada Provincial de Información de la Policía Nacional. Sobre él pesa una Orden Internacional de Detención expedida por la Fiscalía General de Ucrania el pasado 15 de marzo para ser enjuiciado por delitos de alta traición e incitación al odio.
Ucrania acusa al bloguero de actividades ilegales
Un comunicado del Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU), que cita la agencia local ucraniana Ukrinform, asegura, según recogen Efe y Europa Press, que "las fuerzas del orden españolas" detuvieron a A. Shariy el 4 de mayo de 2022.
La detención ha sido posible gracias a la "estrecha" cooperación del Servicio de Seguridad de Ucrania con la Oficina del Fiscal General, socios internacionales y como resultado de una "operación especial de varios niveles de los agentes del orden ucranianos", agrega el comunicado. El SBU enfatiza que esta detención es otra evidencia de que "todo traidor de Ucrania tarde o temprano recibirá un castigo merecido, es inevitable".
El servicio especial ucraniano sospecha que Shariy cometió delitos en virtud de dos artículos del Código Penal de Ucrania: el art. 111 (traición) y el 161 (violación de la igualdad de los ciudadanos según su raza, nacionalidad, creencias religiosas, discapacidad y otras causales).
Según los investigadores del SBU, el bloguero llevó a cabo actividades ilegales en detrimento de la seguridad nacional de Ucrania en el ámbito de la información: "Hay razones para creer que Shariy actuó en nombre de estructuras extranjeras".
"La evidencia de la investigación está confirmada por una serie de estudios de expertos, que establecieron que en las entrevistas y discursos de A. Shariy hay hechos de sus actividades subversivas contra Ucrania. Fue declarado sospechoso el año pasado", precisa el comunicado.
Al parecer, el pasado 22 de febrero, Shariy, al que asiste Gonzalo Boye, el abogado del expresident de Cataluña Carles Puigdemont, fue citado para una investigación en Ucrania, pero no se presentó.
El bloguero había denunciado amenazas
Shariy había asegurado en un tuit previo a su detención este miércoles que un asesor del Ministerio del Interior ucraniano le había "amenazado" y le había dicho que la inteligencia de ese país le encontraría en Europa. "Mi único delito es que os he expuesto demasiado poco, ladrones", señalaba el bloguero.
El también periodista y político ucraniano había indicado en una entrevista con Efe el pasado mes de julio en Barcelona, que se encontraba tranquilo en España, hasta que ese año le habían localizado grupos neonazis y temía que fuera extraditado por Kiev.
El bloguero, con un canal de Youtube que siguen casi 3 millones de suscriptores donde denuncia la presunta corrupción de su país, tiene estatus de refugiado político en Lituania, lo que le ha permitido moverse por el territorio de la Unión Europea.