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Teatro

'Ladies Football Club': la historia de las mujeres que fabricaban bombas y jugaban al fútbol en la I Guerra Mundial

  • El actor y director Sergio Peris-Mencheta lleva a los Teatros del Canal su adaptación de la obra homónima de Stefano Massini
  • Está protagonizada por 11 'munitionettes', mujeres que trabajaban en fábricas de armamento y se iniciaron en ese deporte

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El elenco, durante una representación de la obra. 
El elenco, durante una representación de la obra. 

En abril de 1917, recién iniciada la Primera Guerra Mundial, 11 trabajadoras de una fábrica de municiones de Inglaterra empezaron a correr detrás de un balón durante la pausa del almuerzo. No lo sabían, pero acabarían desatando un fenómeno en torno al fútbol femenino y, pasado un siglo, su historia llegaría al teatro

Es el dramaturgo italiano Stefano Massini quien la escribió, y es el actor y director español Sergio Peris-Mencheta quien la lleva ahora a los Teatros del Canal. El primer "partido" de Ladies Football Club —así se titula la obra— en Madrid se jugará este viernes.

"Me enamoré de la premisa de este texto antes de leerlo", avanza Peris-Mencheta en una conversación con RTVE.es en que habla con verdadera pasión sobre lo que ha supuesto para él "viajar" hasta los orígenes del fútbol femenino y homenajear a todas aquellas mujeres que pasaron de la casa a las fábricas y de las fábricas a los campos de fútbol.

"Es una historia no solo desconocida sino parece que premeditadamente tapada porque es muy raro que incluso muchos ingleses no hayan oído hablar de Lily Parr y de todas aquellas mujeres. Si te metes en Google tienes muchisimos 'links' sobre ellas, tienes fotos, material de archivo, vídeos, hay mucho sobre ellas que extrañamente no se ha visto", dice el director, que en 2018 ya llevó a escena otro trabajo de Massini, la exitosa Lehman Trilogy, y que considera al dramaturgo italiano como uno de sus "autores de cabecera" junto con Juan Diego Botto, que escribió la aplaudida Una noche sin luna.

'Ladies Football Club'

 Teatros del Canal / Sergio Parra

La historia de 11 "munitionettes" de manos amarillas

Han sido dos años los que ha dedicado Peris-Mencheta a la adaptación de Ladies Football Club, un trabajo en el que, asegura, ha tenido plena libertad creativa. Por lo pronto, el texto original es de unas cuatro horas y media de duración, sin música, y él ha dejado el montaje en unas dos horas y media, incluyendo más de media hora de música.

Además, explica, ha convertido lo que en origen es un monólogo en una obra interpretada por 11 actrices, las mismas que se meten en la piel de las 11 protagonistas y “munitionettes”, que es como se conocía a las mujeres que, durante los primeros años de la Primera Guerra Mundial, trabajaban en las fábricas de municiones para fabricar armamento cuando los hombres estaban en el frente y fue necesario recurrir a mano de obra femenina.

El elenco del montaje lo componen Noemi Arribas, Xenia Reguant/Silvia Abascal, Ana Rayo, Maria Pascual, Nur Levi, Alicia González, Carla Hidalgo, Irene Maquieira, Andrea Guasch, Diana Palazón y Belén González, que forman parte de un equipo mucho más amplio que también rinde homenaje a aquellas mujeres pioneras.

"El día 6 de abril del año 1917 (un viernes), la radio del frente anunciaba nuevos muertos (...) El día 6 de abril del año 1917 Lenin preparaba la Revolución Rusa. El día 6 de abril del año 1917 Estados Unidos entraba en guerra. Pero, sobre todo, el día 6 de abril del año 1917, durante la pausa del almuerzo, once trabajadoras de la Doyle & Walker Municiones, once munitionettes de manos amarillas, empezaban a correr detrás de un balón", señala el programa de la obra.

Cartel de la obra.

"Lo que simboliza para ellas el fútbol es que les permite salir del huevo. No solamente salir de sus casas, que ya lo habían hecho yéndose a las fábricas y ocupando el lugar de los hombres, sino hacer algo que no está planteado por mandato masculino (...) Jugar al fútbol es una decisión de ellas. Nadie les dice 'vais a hacer un equipo de fútbol'. Ellas deciden convertirse en eso y se ubican en cada uno de los puestos del campo", puntualiza el director, que también explica cómo en aquel momento, con el fútbol masculino suspendido por la ausencia de hombres, lo que empezó siendo un divertimento fue profesionalizándose poco a poco.

Muchas mujeres, trabajadoras de las fábricas, empezaron a constituirse equipos de fútbol y se disputaron los partidos en una liga de corta duración. Su iniciativa ganó numerosos adeptos y despertó un gran interés del público, aunque esto no agradó a las instituciones masculinas ligadas al deporte.

"A partir de ellas, y sobre todo, del éxito que tienen, que llenaron estadios y portadas de periódicos, se apuntala el fútbol femenino en el mundo. Llegaron a hacer gira por Estados Unidos. Eran todo un fenómeno. El problema es que cuando acaba la guerra vuelven a su lugar; los hombres rebobinan, vuelven a meter a las mujeres en casa y prohiben directamente los clubes", añade Peris- Mencheta.

La "casualidad": coincidir con el auge del fútbol femenino y la guerra en Ucrania

Fascinado con la historia de estas 'munitionettes', el actor y director ha estado varios años leyendo todo lo publicado sobre ellas. Revela que ha creado prácticamente una "biblioteca" con la documentación a la que ha recurrido y cuenta que ese conocimiento le ha permitido incluir en la obra numerosos detalles. Las actrices, por ejemplo, llevan las manos amarillas porque el contacto de aquellas trabajadoras con el trinitrololueno (TNT) hizo que muchas adquirieran esa coloración en la piel. De hecho, se las conocía como 'canary girls'.

"También me parecía interesante incluir algunos poemas que fueron escritos por ellas en las fábricas y musicarlos", apunta el director, que ha incorporado el "abecedario" que escribieron sobre la fabricación de una bomba y también alguna carta.

Al margen del espectáculo en sí mismo, no deja de ser curioso también el momento en el que se estrena, aunque esto sea totalmente casual. "Ha sido casualidad, para bien y para mal. Para bien, por coincidir con el auge del fútbol femenino, y para mal, por el hecho de que haya una guerra (en Ucrania) un mes antes del estreno".

Respecto al lado bueno de la casualidad, el esplendor de fútbol femenino, comenta: "La noticia magnífica no es que haya habido 91.000 espectadores en un estadio para ver fútbol femenino, sino que eso sea portada, porque no hemos pasado de 0 a 91.000 en un día. Gracias a batir el récord, que es una cosa muy 'machirula', de competitividad, de superarse, de la energía masculina, gracias a eso ha salido en los periódicos, en las revistas, y ha sido portada de diarios deportivos".

Las claves de su éxito: libertad creativa y sentir el teatro como su "casa"

El nuevo trabajo de Peris-Mencheta llega precedido del éxito rotundo de Una noche sin luna, obra sobre Federico García Lorca protagonizada y escrita por Juan Diego Botto que parte como favorita a los Premios Max y que perfectamente podría calificarse como fenómeno teatral.

El actor madrileño ha dirigido otros textos que también están entre los que han alcanzado mayor éxito reciente entre el público y la crítica. Es, sin duda, uno de los directores del momento, aunque él no le dé demasiada relevancia a esa afirmación.

"Lo de ser uno de los directores del momento nunca me lo he tomado demasiado en serio, pero no por una cuestión de humildad sino porque yo dirijo porque me da la gana. Es decir, yo no actúo porque me da la gana, actúo porque me llaman para actuar y en el 99% de las veces hago proyectos de otros (...) pero dirigir no me lo tomo como una manera de ganarme la vida, sino que lo hago por el placer de hacerlo, de ganar vida, y eso hace que tenga mucha libertad. Juego con una ventaja con la que probablemente otros directores no juegan", explica el director, que no intenta quitarse mérito, dice, sino ser fiel a la verdad.

Juego con una ventaja con la que probablemente otros directores no juegan

Junto con esa libertad, cree que algo que hace que sus obras funcionen es que no tiene la "presión" de querer "gustar". Le encantaría que ocurriera, pero conseguirlo no es un propósito que se marque cuando inicia un nuevo proyecto. "Es una maravilla ver que la gente se pone en pie, pero si se ponen en pie es porque les gusta lo mismo que a mí, porque yo he hecho lo que a mí me gusta", explica.

El aplauso o la venta de entradas es solo una forma de medir el éxito, pero Peris-Mencheta tiene claro que también es un éxito poder trabajar con libertad y rodeado de personas que, como él, disfrutan con cada función. Al hablar de esto menciona que en Una noche sin luna los acomodadores de los teatros por los que ha pasado se turnaban para ver la función otra vez y colaboraban incluso en tareas que no les correspondían.

"Que un acomodador, que un taquillero, que esas personas de las que nunca se acuerda uno cuando va a ver una obra de teatro se involucren tanto o que cuando llegas a un teatro hables el personal como si fueran tu tía o tu abuela es una pasada. Eso es lo que me hace sentirme en mi casa. Yo, cuando estoy en Madrid sin hacer nada, a veces me voy al teatro porque es mi casa, y eso también tiene que ver con el hecho de que una obra funcione".

Lo recalca desde la última fila de la sala en la que este viernes se representará Ladies Football Club. Y podría estar en cualquier otro lado; no era necesario pasar por allí, pero ya se sabe que, como en casa, en ningún sitio.