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Canarias importa anualmente 200.000 toneladas de arena del Sáhara Occidental

  • Mayoritariamente se destina a la construcción pero también a la regeneración de las playas
  • Las Teresitas en Tenerife recibió en los 70 cinco millones de sacos de arena de El Sáhara

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El negocio de la arena del Sáhara

Canarias importa anualmente 200.000 toneladas de arena del Sáhara Occidental. Su uso mayoritario se destina a la construcción, pero también a la regeneración de las playas. La Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui alerta de los peligros medioambientales de esta práctica.

El de El Sáhara es un desierto cálido, casi tan grande en extensión como China. De allí se extraen toneladas de arena que llegan a las Islas Canarias explotando un recurso, que a pesar de su extensión no es ilimitado. El uso más frecuente se destina a la construcción, pero el más llamativo es el de la regeneración de playas. El problema surge porque no existe ningún control.

Esta arena, según la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui, va a estar expuesta al viento, al tránsito de personas y, por tanto, a la posible dispersión de semillas o animales que vinieran en ella y no se establece ninguna limitación.

Cinco millones de sacos para Las Teresitas

Su utilización en playas se ha hecho especialmente en las islas occidentales y sobre todo en Tenerife, donde se cambia el modelo natural de algunas zonas de costa, tradicionalmente de arena negra, por unas doradas que se asocian tradicionalmente al Caribe.

Uno de los ejemplos más representativos se encuentra en la Playa de las Teresitas, en la isla de Tenerife, en la década de los 70 se cubrió con 270 toneladas, unos cinco millones de sacos de arena procedentes de El Sáhara. Ha tenido que ser repuesta en tres ocasiones.

Desde la Asociación de Amigos del Pueblo Saharaui se advierte además de que esta venta de recursos de un territorio pendiente de descolonización es ilegal.