La Justicia francesa rebaja la pena de prisión al exprimer ministro François Fillon a un año por los empleos ficticios
- En primera instancia fue condenado a cinco años de cárcel
- Se le condena por haber contratado de manera ficticia a su mujer Penelope Fillon
La justicia francesa ha rebajado este lunes la pena contra el ex primer ministro francés, François Fillon, hasta a un año de cárcel, en el llamado caso de los empleos ficticios, por los que su mujer estuvo contratada como asistenta parlamentaria sin ejercer ese puesto.
El Tribunal de Apelación de París ha dictado un año de prisión firme, y otros tres exentos de cumplimiento, diez de inhabilitación y 375.000 euros de multa para Fillon y dos años exentos de cumplimiento y otra multa de 375.000 euros para su mujer, según ha confirmado la emisora France Info.
En primera instancia, en junio de 2020, el que fuera primer ministro durante todo el mandato de Nicolas Sarkozy (2007-2012) fue sentenciado a cinco años de cárcel, de los cuales dos firmes, a diez años de inhabilitación y a una multa de 375.000 euros por varios delitos de malversación de fondos públicos.
Los jueces impusieron entonces a su esposa, Penelope, tres años de prisión exentos de cumplimiento, por lo que solo tendría que entrar en prisión en caso de reincidencia, y la misma multa de 375.000 euros.
Marc Joulaud, que era el suplente de Fillon en su circunscripción y se convirtió en diputado cuando este fue nombrado primer ministro en mayo de 2007, fue igualmente condenado en junio a tres años exentos de cumplimiento, los mismos que ahora, y a 20.000 euros de multa por haber contratado y remunerado a Penelope con dinero público sin que trabajara a cambio.
Se desviaron 1,5 millones de euros con el fraude
La pareja, que este lunes no ha acudido al tribunal, había apelado la sentencia recibida y su juicio en apelación, que ha concluido ahora después de iniciarse el pasado noviembre.
La mujer estuvo contratada como asistenta de Fillon entre 1998 y 2002 y de 2012 a 2013, y como ayudante de Joulaud de 2002 a 2007.
El desvío total de fondos de forma directa o indirecta se eleva a unos 1,5 millones y el Tribunal Correccional dejó claro en junio de 2020 que no había ninguna prueba tangible que demostrara su trabajo, justificara esa cuantía y fuera proporcional a las actividades atribuidas.
Cuando se desató el escándalo, Fillon era el candidato favorito para las presidenciales francesas de mayo de 2017. No abandonó la contienda electoral, pero acabó tercero en la primera vuelta de esos comicios, que dieron la victoria a Emmanuel Macron.
Fillon abandonó la política y se ha reconvertido en hombre de negocios, primero en un fondo de inversión y después en las empresas rusas Zarubezhneft y Sibur, dedicadas a la explotación de hidrocarburos y a la petroquímica, pero ha dimitido de su puesto en los Consejos de Administración tras el inicio de la invasión rusa el pasado 24 de febrero.