Reino Unido, la UE y EE.UU. acusan a Rusia de un ciberataque contra una red de satélites europeos al comienzo de la guerra
- Califican el ataque de "deliberado" y "malicioso"
- El ataque contra la red de satélites KA-SAT, operada por Viasat, causó perjuicios a usuarios e instituciones
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La Unión Europea, Reino Unido, Estados Unidos y Canadá han acusado este martes a Rusia del ciberataque contra un satélite europeo que tuvo lugar una hora antes de iniciar la guerra contra Ucrania, el pasado 24 de febrero. Bruselas ha asegurado que está considerando "medidas adicionales para prevenir, desalentar, disuadir y responder" este tipo de ataques.
El objetivo principal del ataque contra la red de satélites KA-SAT, operada por Viasat, fue el Ejército ucraniano, pero la intromisión causó problemas a instalaciones eólicas y a usuarios de internet en Europa central, según el Centro de Ciberseguridad británico (NCSC, por sus siglas en inglés).
Varias agencias de inteligencias occidentales, incluyendo la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) estadounidense, la ANSSI francesa y la agencia ucraniana, estaban investigando la posible participación de Rusia en el ataque ya desde los días posteriores.
Condena de un ataque "malicioso y deliberado"
"La Unión Europea y sus Estados miembros, junto con sus socios internacionales, condenan enérgicamente la actividad cibernética maliciosa llevada a cabo por la Federación Rusa contra Ucrania, que tuvo como objetivo la red satelital KA-SAT, operada por Viasat", ha comunicado el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell.
El jefe de la diplomacia europea ha añadido que "por primera vez, atribuimos este ataque a un actor estatal, a la Federación Rusa". "En el pasado decíamos que habrá ataques que venían de Rusia, pero una cosa es que vengan desde el territorio ruso y otra cosa que se atribuyan al gobierno de la Federación Rusa", ha apuntado Borrell.
Según la UE, el ciberataque se produjo una hora antes de que el presidente ruso, Vladimir Putin, ordenara el ataque. "Este ciberataque tuvo un impacto significativo que provocó interrupciones indiscriminadas en las comunicaciones entre varias autoridades públicas, empresas y usuarios en Ucrania, además de afectar a varios Estados miembros de la UE" y "facilitó la agresión militar", asegura el comunicado.
Otro comunicado, este del Ministerio de Exteriores británico, cita a la ministra, Liz Truss, quien ha calificado el ataque de "deliberado y malicioso".
Pretendía "interrumpir el mando y el control ucranianos durante la invasión"
El Secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, se ha referido a este asunto señalando que el ciberataque pretendía "interrumpir el mando y el control ucranianos durante la invasión, y esas acciones tuvieron repercusiones en otros países europeos".
"Después de que esos módems quedaran fuera de servicio, no era como si los desenchufaras, los volvieras a enchufar y los reiniciaras y volvieran a funcionar", ha indicado el director de ciberseguridad de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Rob Joyce, a Reuters al margen de una conferencia sobre ciberseguridad este martes.
Joyce ha remarcado que los módems "estaban caídos y muy caídos; tuvieron que volver a la fábrica para ser cambiados". El ciberataque que destrozó el módem del satélite sigue siendo el hackeo más visible de la guerra, pero desde entonces se han producido muchos otros y no todos se han hecho públicos. "Ese fue el mayor evento individual", ha indicado Joyce. "Ciertamente tuvo una técnica nueva y novedosa, pero ha habido múltiples ataques", ha asegurado.