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Los niños herreños se acercan al volcán Tagoro

  • Diferenciar lo necesario de lo prescindible para preparar la mochila de evacuación fue parte de la lección
  • Entre más informada está la población más saben cómo hay que actuar en caso de emergencia

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Aprenden geología y protocolos de emergencia

Han pasado más de diez años de la erupción submarina de El Hierro. Los adultos conservamos recuerdos nítidos de aquel evento natural que cambió la forma de afrontar el vulcanismo en Canarias.

Las nuevas generaciones que han nacido en la isla después de 2011 son un lienzo en blanco. Ahora Cabildo y centros educativos se han propuesto llenar ese vacío de niños de entre tres y doce años con toda la información que necesitan saber.

Conocer el pasado

Hoy, entre manos, los volcanes. Un brebaje a partir de bicarbonato, colorante y lavavajillas servirá para ilustrar el proceso. El vinagre hace el resto y la emoción se desborda. Pero estos niños no vivieron la erupción de Tagoro. ¿Y si volviera a pasar? "Yo corro a otra isla", nos dice un alumno.

No, aunque ésa es una reacción natural, de aquí saldrán conociendo lo sensato. Hacerle caso a todos los de emergencia y huir del volcán.

Diferenciar lo necesario de lo prescindible para preparar la mochila de evacuación fue parte de la lección. Sus padres tuvieron que aprenderlo a toda prisa. "Estuvo nervioso, en pánico", comenta un alumno.

Información para la actuación

Lo que sucedió entre julio de 2011 y marzo de 2012, pocos niños tienen idea. Pero Yago da unas certeras pinceladas. "Fue por el Mar de las Calmas de La Restinga y hubo un montón de terremotos", explica.

Mateo Padrón, educador Ambiental, asegura que "entre más informada está la población más saben cómo hay que actuar en caso de emergencia y más lo ven como un aspecto natural. Y es lo que intentamos trabajar aquí, que ellos vean que los movimientos sísmicos van a ocurrir, que la vulcanología en Canarias va a ocurrir y como hay que reaccionar ante ello".

Solo la información y el cumplimiento de protocolos minimiza riesgos. Lo aprendieron los herreños en 2011 y salvó la vida a miles de palmeros hace unos meses.