Siete mujeres matemáticas de la historia, de Alejandría a A Coruña
- Recordamos las vidas de Maryam Mirzajani, Emmy Noether, Sophie Germain o María Josefa Wonenburger
- Escucha dos domingos al mes la sección de matemáticas en No es un día cualquiera con Clara Grima
El Día Internacional de las Mujeres Matemáticas se celebra cada 12 mayo, el día de nacimiento de la matemática iraní y profesora en la Universidad de Santford Maryam Mirzajani. Fue la primera mujer en recibir la Medalla Fields, está considerado el premio Nobel de matemáticas. Aprovechando esta fecha repasamos las biografías de distintas mujeres matemáticas de la historia a través de lo que se ha contado en Radio Nacional.
Hipatia de Alejandría fue "la primera matemática conocida. No fue sólo matemática, sino que también era astrónoma, filósofa y la dirigente de la Escuela Neoplatónica de Alejandría, en Egipto. Murió de forma violenta por fanatismo religioso en torno al siglo IV - V después de Cristo”, explica el también matemático Eduardo Sáenz de Cabezón en No es un día cualquiera. La define como “la madre de las matemáticas”.
Ada Lovelace fue “la primera persona que hizo un programa de ordenador”, lo escribió ella.. Colaboró con Babbage, que hizo la máquina “prototipo de ordenador en el siglo XIX”. Era una “calculadora universal” y se “inventaron un lenguaje” para programarlo.
Emmy Noether es “la madre de todas las matemáticas porque es una persona eminente”, destacaba Eduardo Saénz de Cabezón. “Para mí está a la altura científica de otras mujeres como Marie Curie y de muchísimos de los hombres y científicos de su época, en los inicios del siglo XX”. “Las matemáticas que están detrás de la física de Einstein son de Noether. La física moderna se basa en sus matemáticas, que es quizás más conocida entre los físicos que entre los matemáticos”.
Sophie Germain “se escribía con los grandes matemáticos de la época, Lagrange, Gauss. Ella utilizaba un seudónimo, un nombre de hombre, para que se la tuviera en cuenta. Se llamaba Monsieur Le Blanc. Cuando un buen día le dijo a Gauss que era una mujer, se quedó impactado por el mérito que tenía alcanzar esas cotas de pensamiento con las dificultades que tenían las mujeres en su época, el siglo XVIII”, contaba Saénz de Cabezón en Gente despierta.
“Logró el Premio extraordinario de la Academia de la Ciencia de París. El trabajo de Sophie de Germain, junto al de otros muchos, permitió la construcción de la Torre Eiffel, el símbolo de París. Están los nombres de los científicos inscritos en esa torre encima de uno de los arcos, pero el Sophie no está junto al de sus compañeros”.
En el programa más hipotenuso de la radio, Raíz de 5 en Radio 5, también han repasado las biografías de algunas mujeres matemáticas como Hipatia de Alejandría, Ada Lovelace, Maryam Mirzajani y Emmy Noether. Además hablaron de Sofia Kovalevskaya que “nació en Moscú el 15 de enero de 1850 y murió en 1891. Fue una gran pensadora, la primera mujer con plaza universitaria, también la primera mujer con un doctorado en matemáticas”.
Olga Taussky-Todd es “una figura prominente del álgebra lineal y sus aplicaciones”, explicaba Saénz de Cabezón en Gente despierta. Se doctoró en Viena en 1924. El auge del nazismo y la situación política en Alemania, “fuerza su emigración a Estados Unidos y ahí a Inglaterra”. Trabajó durante la Segunda Guerra Mundial en el Ministerio de Producción Aeronáutica en el Reino Unido y después de esta en la Oficina de estándares de Estados Unidos, entre otros. “Contribuye al renacimiento de la Teoría de matrices. Se le contrata en el Instituto Tecnológico de California [...]. A lo largo de su carrera ha escrito más de 300 artículos. Ha recibido el Premio Ford de la Sociedad Matemática Americana”
La matemática María Josefa Wonenburger nació en 1927 en “una familia de origen alsaciano”, explicaban en Raiz de 5. Estudió en la Facultad de Ciencias en la Universidad Central en Madrid y realizó un doctorado en la Universidad de Yale, gracias a una beca Fulbright. Se lo dirigió el algebrista Nathan Jacobson. Cuando vuelve a España en 1957 no se lo convalidan y “realiza una nueva tesis doctoral bajo la dirección de Germán Ancochea”, uno de sus antiguos profesores. La defendió “con éxito y hasta se publicó, pero por una serie de problemas administrativos tampoco logró su título de doctora”.
“Sin perspectivas de futuro en España, se fue a Canadá con una beca postdoctoral colaborando con Israel Halperin en la Queen University de Kingston, Ontario, durante dos años y después con un contrato de profesora en la Universidad de Toronto. Allí era la única mujer que ocupaba un puesto como docente y se convirtió en una autoridad internacional en álgebra reclamada por varias universidades americanas. Trabajó en la Universidad de Buffalo en 1967 y en la de Indiana hasta 1983. En España no encontró ninguna oferta de trabajo de ninguna universidad. En 1983 se ve obligada a regresar a España para cuidar a su madre, aquejada de una grave enfermedad. En la cumbre de su carrera profesional con numerosos artículos publicados en las más prestigiosas revistas internacionales, con ocho tesis doctorales dirigidas y con un gran prestigio en su campo, el álgebra, lo deja todo por sus obligaciones familiares”.