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Literatura y libros

Antón de Goa, el toledano que emprendió la vuelta al mundo junto a Magallanes

  • Es el título de la última novela de los toledanos Carlos Rodrigo y Fernando Lallana
  • Este año se cumple el V centenario de la expedición de Magallanes-Elcano

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Antón de Goa, el toledano que emprendió la vuelta al mundo junto a Magallanes

Carlos y Fernando son dos apasionados de la Historia, les gusta investigar a través de las crónicas oficiales. En su última novela han dado a conocer a Antón de Goa, único toledano que participó en la expedición de Magallanes- Elcano entre 1519 y 1522. Quieren honrar su memoria.

Carlos Rodrigo comenta que “con los pocos datos que hay, descubrimos que había un toledano en esa expedición y construimos su historia a partir de esos datos, pero todo envolviéndolo con la realidad del viaje”.

Su principal fuente de investigación ha sido el diario del italiano Pigafetta, uno de los tripulantes del barco, elegido expresamente por Magallanes para llevar el cuaderno de bitácora. Él se encargó de hacer un listado de todas las personas que se embarcaban y apuntar su procedencia junto al puesto que iban a desempeñar. Los barcos eran grandes ciudades flotantes en las que había barberos, calafateros, grumetes o contramaestres, entre otras profesiones.

“Esos datos desvelaron, por ejemplo, que Antón había servido a la condesa de Montemayor, que nació en la ciudad de Toledo y que se embarcó como grumete” nos cuenta Carlos. Según el reparto de puestos en la Marina, para ser grumete solo se podía tener entre 14 y 18 años, con lo que se estima que De Goa tendría esa edad.

Además, Fernando Lallana nos adelanta que Antón aprende a leer y escribir gracias a Pigafetta, que es también personaje de la novela. Durante tres años, le enseñará el arte de la escritura. “Gracias a esto, también es posible que conozcamos su historia. La novela está escrita en primera persona, a modo de autobiografía del propio De Goa”

Un mundo dividido en dos

El libro comienza con la división que hace el Papa del mundo en dos mitades, repartidas entre España y Portugal. Los españoles están enfrentados con los portugueses y están buscando rutas alternativas para llegar hasta las riquezas a las que ya accede Portugal.

Según explica Carlos Rodrigo, Antón abandona Toledo por necesidad, se embarca no sabe a dónde. Nadie sabe realmente lo que le depara el futuro. Esta gesta, tanto en la realidad como en la ficción, aparecen otros castellano-manchegos. “Nos parece admirable que se embarcaran como lo hicieron un talaverano, un toledano, gente de Ciudad Real o de Guadalajara porque no dejan de ser gente de secano. Gente que seguramente lo más marino que podían haber visto era un barbo, un pez de rio”

Nos parece admirable que embarcara gente de secano

Durante la travesía, Antón va recordando de dónde viene. Hace referencia al mercado de las bestias o a la iglesia de Santa Leocadia, donde fue bautizado, en Toledo. “Piensa en su infancia, en lo que ha vivido en la localidad de Orgaz, donde ha aprendido cocina”.

Camino hacia el sur

Fernando Lallana considera que Antón de Goa tuvo que atravesar el puente de Alcántara para dirigirse hacia Sevilla. “Allí es donde se entera de que están reclutando a hombres para esta expedición y decide embarcarse”

Se desconoce el paradero de gran parte de la tripulación

Se sabe que salieron 249 expedicionarios, en septiembre de 1519. Tres años después, regresaron al punto de partida tan solo dieciocho personas en unas condiciones infrahumanas. “Se sabe que murió mucha gente, el propio Magallanes. Pero también se desconoce el paradero de otra parte de la tripulación. Pudieron morir, desaparecer o incluso desertar”.

Para conocer el desenlace debemos leer esta novela. Una mirada diferente sobre el Viaje de los viajes.