El error de cálculo de Putin en el Donbás: "El rechazo de la población a los soldados rusos es considerable"
- El panorama humanitario que ha dejado la guerra ha cambiado la actitud de parte de los ciudadanos prorrusos
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El apoyo de parte de los ciudadanos prorrusos del Donbás ha cambiado dos meses y medio después de que Rusia comenzara la invasión de Ucrania. El panorama humanitario que ha dejado la guerra en Ucrania, con miles de muertos y millones de desplazados, ha hecho que un sector de la población prorrusa de esta región, en el este de Ucrania, no vea con buenos ojos la llegada de tropas rusas.
"El rechazo de la población a los soldados rusos es considerable, sobre todo después de lo que han visto en Mariúpol y en Bucha", afirma a RTVE.es el politólogo ucraniano Víktor Savkiv.
La prioridad del presidente ruso, Vladímir Putin, en la guerra de Ucrania siempre ha sido tomar la región del Donbás. Después de semanas sin lograr tomar Kiev, Rusia anunció que su principal objetivo era "liberar" esta región, donde Moscú afirma que los ciudadanos prorrusos estaban sometidos y reprimidos.
A pesar de que las tropas rusas esperaban ser recibidas con los brazos abiertos y que la población ucraniana colaborara con ellas, la actitud no ha sido la deseada por Rusia. "La gente en esas zonas del Donbás probablemente lo que quieren es que termine la guerra que llevan ocho años sufriendo", opina el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Complutense, Javier Morales. "Las tácticas que ha empleado el Ejército ruso en la invasión están siendo tan brutales que están causando muchas víctimas en esas regiones (Donetsk y Lugansk) que en el resto de Ucrania. Las propias tácticas de los rusos han contribuido a arruinar la posible imagen de liberadores que los rusos esperaban tener", añade.
Los expertos coinciden en que es muy complicado que Rusia pueda controlar totalmente la región del Donbás, donde el conflicto armado ha estado activo desde 2014 entre separatistas prorrusos y el Ejército ucraniano, pero ven improbable que el presidente ruso termine renunciando a esta zona de Ucrania.
Arruinada la imagen de “liberadores”
Después de finalizar la primera fase de su “operación militar especial” en Ucrania y tras no lograr tomar la capital ucraniana, Rusia anunció que el principal objetivo de la ofensiva se centraba en “liberar” completamente la región del Donbás. Moscú denuncia que en esta zona los ciudadanos prorrusos estaban sometidos y reprimidos. Las fuerzas rusas esperaban que en esta región la población ucraniana les recibiera con los brazos abiertos y colaborara con ellos. Sin embargo, la actitud no ha sido la deseada por Moscú.
“Es difícil saber si ha habido casos de colaboración o cuántos ha habido exactamente, pero no parecen haber sido significativos o suficientes para facilitar la entrada de las tropas rusas más allá de donde ya estaban interviniendo”, afirma el profesor Morales. “Esa idea que Rusia tenía de que la población del este de Ucrania iba a estar a su favor e iba a apoyar a sus tropas no era solamente propaganda, sino que ellos mismos parece que creían en parte que realmente era así”, asevera.
A juicio del investigador principal de Seguridad y Defensa del Real Instituto Elcano, Félix Arteaga, “es difícil que las fuerzas rusas pensaran que una invasión militar iba a facilitar la bienvenida de estos habitantes”. “Rusia tenía esperanzas de que el avance fuera sencillo, ya que las fuerzas ucranianas no han podido reforzar ahí las posiciones porque estaban centradas en la capital, pero no lo está siendo”, subraya el experto.
Por su parte, el politólogo Savkiv afirma que "incluso las personas que antes eran muy cercanas a Rusia, no solo rusoparlantes, sino las que seguían viendo a Rusia como un país hermano con el que apenas había diferencias, después de esta intervención lo ven como un agresor claro”, recalca Savkiv.
Hartazgo y situación humanitaria dramática
Es difícil estimar la cifra de personas que han perdido la vida en el conflicto desde que Rusia comenzó la invasión de Ucrania el 24 de febrero. Según Naciones Unidas, el número de civiles fallecidos se sitúa en más de 3.500 personas, entre ellas al menos 239 niños, pero han añadido que sospechan que son muchos más.
La región de Járkov es una de las más castigadas por los ataques del Ejército ruso, que trata de conseguir a través de esa zona el control total de las regiones prorrusas de Donetsk y Lugansk, en el Donbás.
Además, según datos del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados, la guerra en Ucrania ha forzado a más de 5,8 millones de personas a salir del país y hay más de 8 millones de desplazados internos, según la Organización Internacional para las Migraciones.
“En Donetsk también hay un movimiento de refugiados y desplazados porque temen que el territorio se va a convertir en una zona de enfrentamiento”, explica Arteaga. “Se va retrasando el asalto y la ocupación, pero es evidente que, siendo el objetivo principal de Rusia recuperar esos territorios, tarde o temprano la población civil que quede se verá envuelta en situaciones de guerra”, añade.
Este panorama humanitario ha hecho que las circunstancias hayan cambiado para los ciudadanos prorrusos en la región del Donbás. Morales afirma que “es difícil saber cómo puede haber cambiado la opinión pública entre los habitantes del Donbás a raíz de la invasión, pero en los años anteriores se veía el hartazgo y una situación humanitaria para la población local dramática”.
Según una encuesta telefónica realizada por ‘The Washington Post’ en enero entre ciudadanos que viven en Donetsk y Lugansk, un 42% de las personas prefería permanecer en Ucrania, frente al 31% que consideraba mejor que su región fuera anexionada por Rusia. Tan solo el 9% de los encuestados optaron por la independencia.
“En el Donbás, tradicionalmente no había habido un sentimiento favorable a la separación del Estado ucraniano ni tampoco anexionarse a Rusia. Lo que había era una reivindicación de una identidad cultural más cercana a la rusa”, explica el profesor de la Universidad Complutense, quien señala que “el argumento inicial de Rusia se basaba en una exageración de las diferencias culturales que había en esas zonas de Ucrania”.
Por su parte, Félix Arteaga afirma que “a medida que las tropas rusas van ocupando ciudades, los habitantes (del Donbás) se dan cuenta de que han perdido todos sus derechos, sus ahorros, porque ahora les obligan a trabajar en rublos, que ya no cuentan con la presencia del Estado ucraniano y que no saben cuándo o si volverá a ser territorio ucraniano”.
Improbable que Putin renuncie al Donbás
A pesar de que en la primera fase de la invasión de Ucrania intentara hacerse con el control de territorios en diferentes puntos del país, la prioridad de Putin siempre ha sido tomar la región del Donbás. Después de que fracasaran sus planes iniciales, Rusia anunció que su principal objetivo pasaba a ser controlar totalmente el sur de Ucrania y los territorios de Donetsk y Lugansk, con la intención de crear un corredor terrestre hasta Crimea, la península que se anexionó en 2014.
Durante su discurso por el Día de la Victoria, que conmemora el triunfo de la Unión Soviética sobre la Alemania nazi en la Segunda Guerra Mundial, el presidente ruso se dirigió a los soldados en el Donbás: “Están luchando por su patria, por su futuro, para que nadie olvide las lecciones de la Segunda Guerra Mundial, para que no haya sitio para los nazis”.
Además, durante la celebración de los aniversarios de las declaraciones de independencia de Donetsk y Lugansk, el presidente Putin ha afirmado a sus líderes que Rusia defenderá "la independencia, soberanía e integridad territorial de la república". "Podremos superar todas las dificultades y alcanzar la victoria", ha añadido.
El conflicto armado entre separatistas prorrusos y el Ejército ucraniano en el Donbás ha estado activo desde 2014, pero Savkiv afirma que Rusia tiene “muy difícil” controlar totalmente la región, ya que “en esta zona están concentradas las tropas ucranianas mejor preparadas, mejor equipadas y con mayor experiencia”. “Se trata de una zona muy bien fortificada porque está en guerra desde hace ocho años”, explica el politólogo ucraniano, quien asegura que “tanto las tropas como la población ucranianas estaban preparadas para un intento de anexión de Rusia”.
Sin embargo, la mayoría de los expertos ven improbable que Putin termine renunciando a la región del Donbás. “Por muchos errores que esté cometiendo el Ejército ruso y por mucho que está resistiendo Ucrania, tampoco puede esperarse que Putin vaya a aceptar rendirse o ser derrotado”, indica Morales, quien añade que “antes de ser derrotado, el presidente ruso más bien podría optar por un recrudecimiento, una intensificación de los combates o una escalada militar”.
La posible anexión de Lugansk, Donetsk y otras autoproclamadas “repúblicas”
En 2014, los separatistas prorrusos proclamaron las provincias de Donetsk y Lugansk como “repúblicas populares independientes”. Tan solo tres días antes de comenzar la invasión de Ucrania, Rusia reconoció oficialmente la independencia de las regiones separatistas del estehttps://www.rtve.es/noticias/20220221/putin-independencia-donestk-lugansk/2293820.shtml de Ucrania.
Los expertos coinciden en que es posible que otras regiones también se conviertan en repúblicas autoproclamadas y que Rusia reconozca después su independencia.
“Que a continuación Rusia diera el paso de anexionarse esa serie de repúblicas como hizo con Crimea, desde luego es una posibilidad”, opina el profesor Morales. “Rusia tiene que enfrentarse ahora a una Ucrania capaz de lanzar un ataque militar más intenso que hace 8 años y con la anexión completa de ese territorio, Moscú podría pensar que es la única forma que tiene de asegurarse el control”, asevera.
Según Arteaga, la anexión de esta zona pondría “fin a la política de ocupación encubierta que han tenido haciendo creer durante estos años que eran los propios habitantes autóctonos los que querían autodeterminarse respecto a Kiev”.
En este sentido, el politólogo Savkiv cree que Rusia intentaría anexionarse la región del Donbás, pero afirma que “la resistencia de la población lo pondría muy difícil”. “Es probable que las tropas ucranianas que se queden ahí o las unidades territoriales de defensa de las ciudades ocupadas puedan ir a una táctica de guerrilla en las zonas donde sea posible, en las zonas boscosas”, recalca.