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Premios Quirino

Leopoldo el del bar, un homenaje a los ancianos, a los bares y a la imaginación

  • Hablamos con Diego Porral y Joaquín Garralda, los responsables de este corto que puede ganar el Quirino
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Fotograma de 'Leopoldo el del bar'
Fotograma de 'Leopoldo el del bar'

Leopoldo el del bar es uno de los cortos más originales del año que ha pasado por múltiples festivales y que este sábado puede conseguir el premio Quirino al mejor cortometraje de animación iberoamericano. Hemos hablado en Tenerife con sus responsables: Diego Porral (director y guionista) y Joaquín Garralda (guionista y actor)

El corto cuenta la historia de Leopoldo, un anciano de Madrid que lleva yendo cada día de los últimos 12 años al mismo bar. Un lugar que es su última conexión a su antigua vida y que wse ve obligado a cerrar. Entonces, la soledad que trataba de eludir vuelve de golpe en forma de Mauricio, una paloma antropomórfica con diarrea verbal que no se callará hasta conseguir que Leopoldo acepte su destino. Pero... ¿Cúal será ese destino...?

El corto se basa en un anciano que vimos en un bar del centro de Madrid, de Malasaña -confiesa Diego-. Nos hizo gracia porque parecía que el camarero y ese anciano podían llevar doce años teniendo esa misma conversación. Y que en realidad no se escuchaban el uno al otro. Pero se hacían compañía. Entonces pensamos.... qué pasaría si a ese anciano le cerrasen el bar. ¿Qué le quedaría?”

“Luego -añade el director- apareció esa paloma antropomórfica y la cosa se fue volviendo más surrealista”.

Una pareja de protagonistas inspirada también en esos ancianos que dan de comer a las palomas en los parques: “Si, hablamos de esa soledad, que decía Diego -asegura Joaquín-. Al anciano le cierran el bar y se le aparece esta paloma que le empieza a volver loco, que está como por encima del bien y del mal, y que representa lo que está ocurriendo en la cabeza de Leopoldo. Porque no sabemos si se está volviendo loco. Lo que queríamos es abrirlo todo lo posible para que cada espectador haga su propia interpretación de esas escenas surrealistas y que cada uno proyecte un poco lo que lleva dentro”.

Un homenaje a los ancianos y a los bares de barrio

El corto es un homenaje a la vejez pero también a esos bares de barrio que están desapareciendo: “Si -nos comenta Diego-. A las nuevas generaciones ya no les interesan esas tradiciones de los bares de barrio y también están desapareciendo. Es un tema que es paralelo al principal, que sería que el mundo está avanzando sin Leopoldo y que él se está quedando atrás. Y cada vez va teniendo menos cosas a las que agarrarse”.

“Para nosotros era como muy bonito hablar de Madrid, de nuestra ciudad -concluye Diego-. Pero este bar no tiene por qué ser solo un bar de Malasaña, porque cada pueblo, cada ciudad tiene esos bares, tiene a esos señores. Pero hemos disfrutado reflejando esas cosas que son tan cercanas para nosotros como esa parada del bus, ese chino o esa tienda de alimentación que hemos visto visto una y mil veces”.

Preguntamos a Diego cómo es Leopoldo: “Es una persona muy cabezota que está muy sola. Le gustan sus tradiciones, le gusta tener las mismas conversaciones y hacer las mismas cosas cada día. No quiere salir de su zona de confort. Por eso nos interesaba ver lo que sucede cuando le sacas de ese refugio que es el bar, cuando generas un poco de conflicto y enredo. Porque otra persona puede ir a otro bar y hacer amigos. Pero a Leopoldo le jodes la vida. Creo que de mayor yo voy a ser un poco como él” (ríe).

En cuanto al palomo, Joaquín (que le dobla con acento argentino) nos comenta que: “Se llama Mauricio, aunque no se diga en ningún momento del corto. Es como la contraposición a Leopoldo. Si Leopoldo es cabezota, duro, casi inamovible… Mauricio no para de moverse y está todo el rato hablando. Nos imaginamos su relación como la de un objeto imparable que choca contra otro inamovible. Esa relación es la que hace avanzar la trama y que pienses que en cualquier momento alguno estalle, porque no pueden ser más diferentes”.

Fotograma de 'Leopoldo el del bar'

Su mayor influencia es la animación francesa

A cualquier aficionado a la animación el estilo de Leopoldo le recordará al del gran director francés Sylvain Chomet (Las tripletes de Belleville, El Ilusionista), sobre todo en lo relacionado con Leopoldo.

“Yo estudié en Francia -afirma Diego-, y una de las razones por las que hice este corto es porque ví como los franceses tiran mucho de su cultura y ambientan sus películas en París, en sus pueblos… mientras que en España queremos contar historias como los chinos o los americanos. Por eso quería traer todo lo que aprendí en Francia a nuestro corto y que tuviera una temática española, con nuestros bares”.

“Pero la técnica que aprendí en Francia se basa en la de esos grandes creadores como Chomet, que me encanta estilísticamente. Y creo que nuestro corto tiene mucho que ver con El ilusionista, pero al contrario; ya que esa película era muda y nuestro palomo tiene diarrea verbal. Es un poco una mezcla de ese estilo de El ilusionista, con algo totalmente opuesto”

En cuanto a otras influencias, Diego confiesa que: “El baño de Leopoldo está inspirado en el de Antonio López, el pintor. Y también ha referencias a la película Buñuel en el laberinto de las tortugas… son cosas que dan un poco más de vida y de credibilidad al escenario y al mundo de Leopoldo. También hay influencias del genio de Aladdin y del Gato de Alicia en el País de las Maravillas, en el personaje del palomo, que puede deformarse, porque es un ser como mágico, mientras que Leopoldo es mucho más realista. Hemos buscado ese contraste, no solo en la personalidad sino también en su aspecto y su forma de moverse

Pero Joaquín destaca la locura y libertad que transmite el corto: “Lo que queríamos es un humor muy gamberro. Y que las conversaciones fueran naturales, que hablaran de cosas triviales. La mayoría de las cosas que dice el palomo ni las entiendes. En ese sentido hemos sido muy libres”.

Fotograma de 'Leopoldo el del bar'

Sus proyectos

Tras el éxito internacional del corto, Daniel asegura que están disfrutando del momento: “Somos amigos desde pequeños y nos divertimos mucho trabajando juntos y ahora, encima, estamos viajando por un montón de festivales y conociendo a gente fantástica”.

Joaquín también destaca que comparten nominación a los Quirino con otros dos cortometrajes muy potentes: “Bestia fue nominado a los Oscar y Tío es otra maravilla. Solo estar en el podio con estas dos joyas ya es un sueño. Por eso ganar no nos preocupa. Solo con estar aquí y conocer a toda esta gente con tanto talento ya nos hace muy felices”

Tras el éxito de Leopoldo, estos dos talentosos jóvenes parecen tener el futuro asegurado: “”Yo estoy dirigiendo una serie para HBO y Joaquín es Strategy Manager en Amazon Studios -asegura Diego-. Así que estamos muy ocupados, pero seguimos dando vueltas a cosas que podamos hacer juntos. Aunque si hacemos otro corto no vamos a volver a hacer nosotros solos todo el diseño porque es una matada. Montaríamos un equipo y conseguiríamos financiación para hacerlo de una forma más cómoda”

“Yo digo que somos un poco como Batman -añade Joaquín-. Cada uno tiene su trabajo como Bruce Wayne pero luego nos juntamos por la noche, o en un bar, para hacer nuestras locuras en plan Batman. Ahora estamos empezando un corto que va a estar dirigido a un público más adolescente, con un humor aún más gamberro. Todavía está en fase de desarrollo creativo pero lo importante es que, a pesar de todo, seguimos pensando en hacer cosas juntos”.

Cartel de 'Leopoldo el del bar'