90 minutos, el tiempo que pasa entre que alguien decide suicidarse y lo hace: "Hay una última petición de ayuda"
- El Gobierno ha lanzado el 024, un teléfono para prevenir las conductas suicidas que atenderá 24 horas durante los siete días de la semana
- El servicio está adaptado y se incluirá un servicio de video interpretación en lengua de signos
Cuando descuelgan el teléfono y al otro lado hay una persona que se quiere suicidar, despliegan todos sus recursos para ganar tiempo. La psicóloga clínica y responsable del Área Nacional de Prevención de Suicidio del Teléfono de la Esperanza, Magdalena Pérez, explica que, en este momento, cuando hay un suicidio planificado, cuando no es solo una idea o una verbalización, desde la organización tratan de bajar la tensión e intentan ofrecer al usuario "razones para vivir". "Generalmente, las personas que se suicidan no quieren morir, lo que quieren es dejar de sufrir", explica a RTVE.es.
Desde esta semana ya está en funcionamiento el teléfono 024 para la prevención de las conductas suicidas. El Gobierno ha puesto en marcha esta línea que es gratuita, accesible, anónima y confidencial y que estará disponible las 24 horas durante los siete días de la semana y los 365 días del año.
Esta iniciativa intentará ayudar a las personas que se encuentran en esta situación límite, ya que se estima que pasan aproximadamente unos 90 minutos entre el momento en que una persona toma la decisión firme de quitarse la vida y el suicidio.
Magdalena Pérez explica a RTVE.es cómo llevan años trabajando en el Teléfono de la Esperanza. Cuando una persona contacta con ellos y les traslada su deseo de quitarse la vida, quién está al otro lado del teléfono intenta "demorar un poquito el tiempo" de la llamada y "les invitamos a buscar recursos, a buscar ayuda profesional".
Desde el Teléfono de la Esperanza establecen otro protocolo para las llamadas en las que existe un suicidio en curso. En este "tercer nivel" en el que ya se ha hecho algo para quitarse la vida, desde la institución llaman a los Servicios de Emergencias. No obstante, los voluntarios que contestan al teléfono deben tener la pericia de conseguir saber dónde se halla el usuario para poder enviar a los médicos.
"Esas llamadas son llamadas en las que hay una petición última de ayuda. En ese momento nos vinculamos a ellos y valoramos un poco lo que debemos hacer". Pese a la dificultad de la situación, "la mayoría de las personas colabora" ofreciendo su localización. Hasta que llegan los Servicios de Emergencia, el acompañamiento es fundamental. "Nuestra labor es estar ahí y generalmente estamos ahí hasta que llega el 112 y mientras, les escuchamos".
La escucha se convierte en un elemento clave a la hora de tratar con personas que presentan conductas suicidas. Así lo ve el presidente de la Confederación Salud Mental de España, Nel González Zapico, que considera que "el simple hecho de ser escuchada, de ser atendida, aunque sea telefónicamente, ya origina una actitud diferente".
Las llamadas se atenderán de forma individualizada
El 024 será una de estas líneas encargadas de paliar la soledad y atender a los usuarios que piensen quitarse la vida y estará gestionada, por el momento, por la Cruz Roja.
La subdirectora de Salud de Cruz Rojay encargada de dirigir este proyecto, Fátima Cabello, explicó este lunes durante la presentación de esta iniciativa que el objetivo de este teléfono es proporcionar "un servicio de calidad ante este grave problema de salud pública". "Se trata de un teléfono para la detección precoz o planes de conducta suicida".
Asimismo, Cabello señaló que detrás de esta línea habrá un equipo multidisciplinar que atenderán en tres turnos, de mañana, de tarde y de noche. Será personal cualificado y especializados en conducta suicida y que "responderán a las llamadas de forma individualizada". El protocolo del 024 va a estructurar las llamadas en diferentes niveles. Cuando haya un suicido en curso, "se avisará a los servicios de emergencia".
Este teléfono no es solo para las personas que estén en peligro, es también para quien quiera información, para las personas de su entorno. "Saber que existe algo que nos va a orientar y que nos va a apoyar es fundamental", sostiene González Zapico.
Durante su primer día en activo, el servicio atendió unas mil llamadas, con un tiempo medio para cada una de ellas de 25 a 30 minutos y algunas de las cuales fueron derivadas a los servicios de emergencias.
Un teléfono inclusivo
El equipo del 024 contará con un responsable del servicio, 11 supervisores y 26 operarios, todos ellos con experiencia y conocimientos en la gestión de este tipo de intervenciones, ya que se estima que pasan aproximadamente.
Según ha informado el Ministerio de Sanidad, con el objetivo de que toda la ciudadanía pueda usar el 024 en condiciones de igualdad y no discriminación, el teléfono está adaptado y se incluirá un servicio de video interpretación en lengua de signos, así como un servicio de interpretación telefónica que ofrece la solución para superar las barreras idiomáticas permitiendo la comunicación en tiempo real, con personas que hablan en otro idioma.
Además, el 024 estará conectado con los servicios de emergencia de las distintas comunidades y ciudades autónomas que intervendrán si es necesario. "Este teléfono va a ayudar a los profesionales a valorar el estado de la emergencia y ver si rápidamente deben movilizar recursos de emergencia como Policía Municipal o Protección Civil", cuenta el presidente de la Confederación Salud Mental de España, Nel González Zapico.
Esta iniciativa "es un paso muy importante", continúa González Zapico, pero recuerda que "que hace falta mucho más, más inversión en recursos humanos y en recursos económicos para tener la salud mental debidamente atendida".
También hace hincapié en esto Pérez, que recalca que las líneas telefónicas ayudan a los afectados a "agarrarse un poquito a la vida", pero luego los servicios sanitarios deben intervenir. "Nosotros les enviamos a un profesional, pero si ahí no hay una continuidad, o no hay inmediatez, pues podemos volver a estar en una situación parecida".
En España, el suicidio es la primera causa de muerte externa y la primera causa de muerte en jóvenes. Según datos del INE, en 2020 se registraron 3.491 muertes por suicidio en España, lo que supuso un 7,4% más que en 2019.
La comunicación con los jóvenes es vital para prevenir estas conductas
Los problemas de salud mental en menores de edad se dispararon un 54,6% en 2021, según datos de la fundación para la Ayuda a Niños y Adolescentes en Riesgo (ANAR).
Esta asociación lleva años trabajando a través de sus líneas telefónicas con jóvenes que piensan en quitarse la vida. La directora de las líneas de ayuda de la organización, Diana Díaz, indica a RTVE.es que "el suicidio es un síntoma de otros problemas que están detrás" por lo que es fundamental hablar con los adolescentes.
“"Las líneas de ayuda son importantísimas para poder detectar, prevenir e intervenir ante una situación de riesgo grave". “
El anonimato que proporcionan estos servicios se vuelve un elemento clave cuando se trata de proteger a los más jóvenes. "Es esa comunicación inmediata, de manera anónima, confidencial, en donde el adolescente se siente cómodo para hablar de cualquier tema, de cualquier problema, de su día a día", subraya Díaz. "Muchas veces, como vemos, no es fácil llegar a hablar de un tema mayor y empiezan hablando de otros temas más cotidianos".
Desde la organización, sostienen que el suicidio es la punta del iceberg y animan a las familias que observen una actitud diferente en sus hijos o hijas a escuchar y legitimar sus sentimientos.
Un servicio que piensa también en los familiares
El teléfono puesto en marcha por el Gobierno no olvida a las personas que han perdido un familiar por esta causa. El servicio también atenderá a los allegados que necesiten consuelo para enfrentarse a una situación así.
Para C. Fernández, familiar de una persona que cometió suicidio, "esta es una iniciativa muy buena", al tiempo que reclama "una mayor ayuda por parte del sistema sanitario público". En España hay seis psicólogos por cada 100.000 habitantes, tres veces menos que la media europea, mientras que solo se dedica el 4% del presupuesto de la sanidad a tratar este tipo de trastornos.
Fernández considera que es importante hablar con alguien porque aunque no te sientas culpable, "sientes un nivel de implicación" y le gustaría que desde este teléfono "se dieran ciertas herramientas a los familiares para poder entender qué es lo que está pasando".
El suicidio, un tabú social
A pesar de las cifras, el suicidio continúa siendo un tabú a nivel social. El silencio se ha impuesto a la hora de tratar este tema e iniciativas como esta ponen en el punto de mira un problema que va en aumento. Como revela el informe anual 2021 de ANAR, las consultas telefónicas por conducta suicida (ideación o intento de suicidio) se han multiplicado casi por 20 en la última década y las relacionadas con autolesiones lo han hecho por 56.
La base para terminar con la estigmatización que rodea a esta conducta es, según el presidente de la Asociación para la Prevención del Suicidio y la Atención al Superviviente (APSAS), Dario Nogués, la normalización. "La base es que se normalice un problema que existe y que afecta a muchas personas".
Coincide con él Díaz, que considera que "es importantísimo seguir dando luz a este fenómeno que evidentemente se puede prevenir". Además, reivindica el papel de los trabajadores que se encuentran detrás de estas líneas telefónicas: "La ciudadanía debe saber que existimos profesionales que estamos ahí para ayudar y para que las familias sepan cómo actuar".
Un sentimiento de comunidad y de autoprotección pueden ser elementos que visibilicen esta problemática y que ayuden a que la "gente nunca se vea sola o pueda paliar esa soledad", comenta González Zapico. "El 024 no debe ser únicamente un teléfono en sí, debe ser una estrategia de Estado donde confluyan todas las iniciativas que existen en los diferentes territorios y sobre todo una cultura de protección que acabe con el estigma".