La lucha libre "made in Spain" regresa al ring
- La lucha libre resurge en España tras alcanzar éxito en la década de los 70 y sufrir una abrupta decadencia
- Las retransmisiones televisivas del “pressing catch” norteamericano, causa del renacer de la actividad
- El domingo, a las 22.30, en el Canal 24 horas y en RTVE Play
El "Wrestling", el "pressing catch" o la lucha libre, como denomina en castellano, es una mezcla de deporte y espectáculo en la que unos contrincantes se suben al ring a propinarse mamporros y con la victoria de uno de ellos previamente pactada. En definitiva, es una lucha de mentira, pero con golpes, algunos, que son de verdad.
Espectáculo guionizado como en el cine
“Se pegan, pero sin voluntad de hacerse daño“
"Hay un personaje que es el bueno, el "face", y otro el malo, el "hell", y el público empatiza con uno de ellos en función de las preferencias de cada uno. Y se pegan, pero sin voluntad de hacerse daño", nos cuenta Andrés, el padre de una criatura de 11 años que acude por primera vez junto a su padre a ver uno de estos espectáculos. "Él sabe que es como si estuviera viendo una película", cuenta.
Esto sucede en un polideportivo municipal de Barcelona, epicentro junto a Madrid del resurgir de la lucha libre en España, donde cada sábado se celebran veladas que concentran a algo más de 300 espectadores y en los que se ofrecen hasta seis combates amenizados con trifulcas, empujones y algún lanzamiento de sillas que enloquecen al público asistente.
La máscara aporta misterio y teatro, pero no es obligatoria
"Cada luchador encarna a un personaje concreto, algunos llevan máscara y otros no, y se trata de rivalizar para conseguir el cinturón de campeón. Todo está guionizado; es como una performance, o una actuación de circo", detalla Adrià Varela, presidente del club "wrestling" Resist de Barcelona, promotor de las veladas.
"Nosotros sabemos quién va a ganar antes de comenzar el combate, pero los golpes y los movimientos son de verdad", dice honestamente Issi, el campeón condal, quien atiende al equipo de este programa justo al finalizar el espectáculo y con el pecho enrojecido y lleno de golpes: "Este debe ser el único deporte en el que nos damos de ostias por gusto", sonríe.
Una afición en aumento
Pues para el caso ya son algo más de 500 los luchadores que hay en España, muchos herederos de las retransmisiones televisivas de las matinales del sábado en las que personajes como Hulk Hogan o el último guerrero se enzarzaban en peleas encima de un ring. Hoy, estos chicos y chicas luchan por acercar este espectáculo, de nuevo, al público de aquí.
De momento, es todo muy, muy amateur (solo un luchador español, A-Kid, está entre la élite mundial de este deporte). De hecho, ni siquiera se cobra entrada por ver el show, lo que dificulta profesionalizar algo más esta actividad y que la gente se la tome en serio.
“Es imposible hacer de esto algo profesional“
"Cuando vas al cine o al teatro tienes que pagar una entrada, y aquí, en cambio, para favorecer la asistencia de público se empezó a hacer gratis y ahora cuesta mucho cambiar la dinámica y así es imposible hacer de esto algo profesional", lamenta Carlos Gascó, creador de la web planetawrestling.com, una de las más exitosas de este segmento.