Así se ha visto el eclipse total de luna en el mundo
- El satélite no ha estado completamente oscuro, sino que ha adquirido un tono rojizo, convirtiéndose en una "luna de sangre"
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El primer eclipse total de luna de 2022, que se ha producido durante la pasada madrugada, ha sido visible en su totalidad en el territorio español. La observación del fenómeno astronómico ha podido realizarse a simple vista, ya que no entrañaba ningún peligro. A diferencia de los eclipses solares, que pueden ser vistos solo desde una parte relativamente pequeña de la Tierra y duran unos pocos minutos, un eclipse lunar puede ser visto desde cualquier parte de la Tierra en la que sea de noche y se prolongan durante varias horas.
El último eclipse lunar total ocurrió hace casi un año, el 26 de mayo de 2021. Durante el eclipse total, la luna no ha estado completamente oscura, sino que ha adquirido un tono rojizo. Popularmente este tipo de eclipses se conocen como "luna de sangre", y el satélite adquiere ese color porque la atmósfera terrestre filtra todos los componentes de la luz blanca solar y la luz roja es la única que le llega.
Aunque ha sido visible como total en todo el territorio español, dependiendo de la zona se ha podido ver completamente sus fases total y parcial, o solo parte de ellas, debido a que la luna se ha puesto antes de que hubiese finalizado el fenémeno astronómico.
En el noreste peninsular y las islas Baleares, la luna se ha puesto antes de que acabase el eclipse total, por lo que solo se ha visto el comienzo de la fase total, pero no su final. En el resto de la península se ha podido contemplar la fase total íntegra. Además, en la península, Ceuta y Melilla no se ha visto completamente cómo la luna sale de la sombra de la Tierra, porque la luna se ha puesto por el horizonte durante esa fase, pero en Canarias sí que han podido ver por completo esta fase.
Se denomina eclipse de luna al fenómeno por el cual la Tierra impide que la luz del sol llegue hasta la luna, generando un cono de sombra que oscurece a la Luna. La Luna totalmente eclipsada adquiere un color rojizo característico debido a la dispersión de la luz refractada por la atmósfera de la Tierra.