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Guerra en Ucrania

La ONU advierte del aumento de personas con inseguridad alimentaria, una situación agravada por la guerra en Ucrania

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El secretario general de la ONU, António Guterres, junto al secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken
El secretario general de la ONU, António Guterres, junto al secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken

El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha informado este jueves de que el número de personas con inseguridad alimentaria grave se ha duplicado en solo dos años y ha advertido de que la guerra en Ucrania “amenaza con llevar a decenas de millones de personas al borde” de esta situación.

Guterres ha insistido en una reunión ministerial sobre seguridad alimentaria organizada por Estados Unidos en que la crisis actual no puede solucionarse a menos que se reintegre al mercado la producción de alimentos de Ucrania, así como los fertilizantes rusos y bielorrusos, un producto clave en buena parte del mundo y cuyas exportaciones también han caído con fuerza desde que comenzó la guerra.

Desde el inicio del conflicto, la ONU ha advertido de su enorme impacto en la seguridad alimentaria,  dado que Rusia y Ucrania son dos de los principales productores mundiales de cereales y de sus exportaciones dependen especialmente decenas de países de África y Oriente Medio.

Más de 270 millones de personas sufren inseguridad alimentaria

El secretario general de la ONU ha asegurado que el número de personas con inseguridad alimentaria grave ha pasado de 135 millones antes de la pandemia a 276 millones en la actualidad, unas cifras que Guterres ha calificado de “aterradoras”.

Según Guterres, “la invasión rusa en Ucrania está amplificando y acelerando” factores como “el cambio climático, la COVID-19 y la desigualdad”. “La emergencia climática es otro impulsor del hambre global. Durante la última década, 1.700 millones de personas se han visto afectadas por desastres relacionados con el clima”, ha indicado el secretario general, quien ha añadido que “el impacto económico causado por la pandemia ha agravado la inseguridad alimentaria, reduciendo los ingresos e interrumpiendo las cadenas de suministros”.

Asimismo, Guterres ha advertido del “devastador” impacto que esto tiene sobre las personas, especialmente ante una crisis que se puede agravar y afectar a otros muchos alimentos,  como el arroz, en países de Asia y América.

“Los niños pueden sufrir los efectos del retraso del crecimiento durante toda su vida. Millones de mujeres y niños quedarán desnutridos, las niñas serán sacadas de la escuela y obligadas a trabajar o a casarse, y las familias se embarcarán en peligrosos viajes a través de los continentes, solo para sobrevivir”, ha indicado.

La ONU, EE.UU. y otros países presionan a Rusia

Para evitar que la crisis alimentaria que sufren varios de los países más pobres del mundo, Naciones Unidas, Estados Unidos y otros países han llamado a Rusia a facilitar las exportaciones del cereal ucraniano, que han quedado prácticamente paralizadas por el bloqueo naval del mar Negro.

Guterres ha confirmado que está en contacto con Rusia, Ucrania, Turquía, Estados Unidos, la Unión Europea y otros países clave para tratar de llegar a un acuerdo que permita tanto la salida de cereal ucraniano como las ventas sin impedimentos de alimentos y fertilizantes rusos.

“Rusia debe permitir la exportación segura de cereal almacenado en los puertos de Ucrania. Se pueden explorar rutas de transporte alternativas, incluso sabiendo que eso no sería suficiente para solucionar el problema”, ha manifestado el secretario general de la ONU. “Los alimentos y fertilizantes rusos deben tener acceso a los mercados internacionales sin impedimentos directos”, ha añadido.

En este sentido, el secretario de Estado de Estados Unidos, Antony Blinken, ha explicado que “se estima que ahora mismo hay 22 millones de toneladas de grano de silos de Ucrania que podrían ayudar inmediatamente a los necesitados si se pudiesen sacar del país”. Blinken también ha pedido a los Gobiernos y organizaciones internacionales que se unan para forzar a Rusia a crear “corredores” marítimos o terrestres por los que puedan moverse mercancías de Ucrania.

Por su parte, el director ejecutivo del Programa Mundial de Alimentos de la ONU, David Beasley, ha denunciado que no reabrir los puertos ucranianos “sería una declaración de guerra a la seguridad alimentaria mundial”.

“Es absolutamente esencial que se permita la apertura de estos puertos. Esto no va de Ucrania, va de los más pobres de los pobres del mundo”, ha señalado Beasley, quien se ha dirigido directamente al mandatario ruso: “Presidente Putin, si tiene corazón, por favor abra los puertos,  asegure que hay paso para que podamos alimentar a los más pobres y evitar la hambruna”.

Naciones Unidas pide más ayudas

La ONU ha instado a la comunidad internacional a reforzar sus ayudas contra el hambre, un problema que la guerra en Ucrania no ha hecho más que agravar.

En este sentido, Blinken ha anunciado que Washington facilitará 250 millones de dólares en ayuda alimentaria de emergencia, una cifra que se suma a más de 2.300 millones aprobados desde el inicio de la invasión rusa. Además, el secretario de Estado ha confiado en que el Congreso de Estados Unidos apruebe “muy pronto” una partida de alrededor de 5.500 millones de dólares para asistencia humanitaria y seguridad alimentaria.

El secretario general de la ONU también ha señalado que las operaciones humanitarias “deben estar totalmente financiadas para prevenir la hambruna y reducir el hambre”. “Esos recursos deben usarse para el máximo bien, eximiendo las compras humanitarias de alimentos de impuestos, sanciones y otras restricciones”, ha aseverado.

Por otra parte, Estados Unidos y varios de sus aliados han insistido en que las sanciones impuestas a Rusia no atacan de ningún modo las ventas de alimentos y fertilizantes rusos. “No caigan en las campañas de desinformación rusa. No hay ninguna sanción contra las exportaciones de cereal o de fertilizantes”, ha subrayado la ministra de Exteriores de Alemania, Annalena Baerbock.