El rey emérito vuelve a España por primera vez tras dos años marcados por la sombra de sus finanzas
- Las tres investigaciones sobre él fueron archivadas pero todavía tiene una denuncia por "acoso" a Corinna en Reino Unido
- Desde que abandonó el país en agosto de 2020 apenas se le ha visto en contadas ocasiones
El rey emérito, Juan Carlos I, ha regresado este jueves a España por primera vez tras casi dos años de residencia en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) y lo hace en un contexto de máxima expectación, ya sin causas pendientes en este país y tras apenas haberse dejado ver en público en todo este tiempo. Tiene prevista una discreta visita a Sanxenxo durante este fin de semana y se verá con su hijo, el rey Felipe VI, el lunes en Zarzuela. Su regreso ha vuelto a evidenciar las diferencias en el espectro político y en el seno del Gobierno de coalición, aunque el propio presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha considerado en varias ocasiones que Juan Carlos I debería dar explicaciones.
El rey emérito habló el pasado domingo con su hijo por teléfono y, en su conversación, ambos acordaron verse en Madrid cuando Don Juan Carlos volviera España. Hablaron por teléfono, precisamente, durante la visita de Felipe VI a Abu Dabi para trasladar sus condolencias por la muerte del presidente de Emiratos Árabes Unidos, Jalifa bin Zayed Al Nahyan. Pero aunque coincidieron en el mismo país, padre e hijo no se vieron, como llevan sin verse desde hace casi dos años.
La noticia de su regreso y su encuentro con Felipe VI ha dividido al espacio político español. Si bien partidos como el PP y el PSOE han dicho respetar las decisiones de la Casa Real, que es una decisión “personal” de verse, desde Unidas Podemos y los socios parlamentarios del Gobierno de Pedro Sánchez, así como el independentismo, han vuelto a poner en cuestión “la utilidad de la monarquía” y figuras como la inviolabilidad e incluso han exigido que el rey Juan Carlos se ponga “a disposición” de la justicia española cuando regrese. El PSOE ha sido uno de los partidos, junto con PP y Vox, que han vetado en el pasado la petición de sus socios de coalición y otros partidos del arco parlamentario (algunos, socios de investidura), para investigar al emérito en el Congreso.
La marcha en 2020: una carta de despedida a Felipe VI
Don Juan Carlos se marchó de España el 3 de agosto de 2020 tras enviar una carta a su hijo en el que justificaba su decisión a raíz de la repercusión pública de "ciertos acontecimientos pasados" de su vida privada.
Se alejaba del foco mediático después de que sus finanzas estuvieran en primera plana por unas supuestas comisiones por valor de 85 millones de euros por interceder en las obras del AVE a La Meca. Dinero que le habría donado el rey de Arabia Saudí y que habría ingresado en una fundación ‘offshore’ en Panamá llamada Lucum. Unos hechos que había dado a conocer Corinna Larsen a la Fiscalía Suiza, en una declaración de 2018 en la que afirmó que Juan Carlos I le transfirió 65 millones de euros a su cuenta procedentes de dichas comisiones por la “gratitud” y “amor” que le procesaba.
Para cuando partió de España, Felipe VI ya había ido marcando distancias con su padre y renunciado a su herencia tras conocer que Juan Carlos I le había designado como beneficiario de la fundación Lucum. Se había enterado de este hecho en marzo de 2019 y, un par de meses más tarde, el emérito puso fin a su actividad institucional y se retiró de la vida pública. En las navidades de 2020, las primeras del emérito fuera de España, Felipe VI dejó claro en su discurso de Nochebuena que los "principios éticos y morales" están por encima de "consideraciones familiares". El rey no ha visto a su padre desde que el emérito se marchó.
Tres investigaciones en España y dos regularizaciones a Hacienda
La estancia del monarca en Abu Dabi en Emiratos Árabes Unidos no evitó que las finanzas de Juan Carlos siguieran copando las noticias españolas. La Fiscalía del Tribunal Supremo acabó haciéndose cargo de tres investigaciones distintas: una por las supuestas comisiones por el AVE a La Meca, otra por el supuesto uso de tarjetas opacas sufragadas por un empresario mexicano y una última por la fortuna que habría ocultado en la isla de Jersey.
La presión aumentaba sobre Don Juan Carlos, que pagó en diciembre de 2020 678.393,72 euros a Hacienda para regularizar su situación fiscal. Dos meses más tarde haría una segunda regularización de euros por haber recibido unos 8 millones en pagos en especie de la fundación Zagatka, de su primo Álvaro de Orleans. Estos pagos por dinero no declarado a la Agencia Tributaria surtieron dudas sobre su validez, puesto que el monarca los realizó cuando ya tenía conocimiento de que sus finanzas estaban siendo investigadas por el Ministerio Público, algo que podría contravenir el principio de “espontaneidad” que exige Hacienda para validarlos.
Sin embargo, en marzo de 2022 la Fiscalía acabó finalmente archivando todas las investigaciones relativas al rey emérito y dando por buenas las regularizaciones, con lo que zanjaba las causas de Juan Carlos I en España. Lo hizo, principalmente, por la inviolabilidad que gozaba el rey cuando se cometieron posibles delitos antes de 2014 y por la prescripción de otros, aunque el Ministerio Público sí dejó claro en sus resoluciones que tenía indicios delictivos en las actuaciones del emérito.
Una causa pendiente con la justicia británica por “acoso” a Corinna
También la Fiscalía Suiza, que había investigado desde 2018 si Juan Carlos I ocultó “cerca de 100 millones de dólares” en este país procedentes de las comisiones del AVE a La Meca, acabó archivando el caso.
Pero Juan Carlos I tiene todavía una causa pendiente con la Justicia británica. Y es que el juez del Tribunal Supremo de Londres Matthew Nicklin ha rechazado la inviolabilidad de Juan Carlos I y ha dejado la puerta abierta a que el monarca pueda ser juzgado por acoso desde 2012 a Corinna personalmente o a través de “agentes” a su servicio, entre ellos el exdirector del CNI Félix Sanz Roldán. Unas acciones que, según la demandante, “amenazaron” su seguridad y la de sus hijos y todo con el fin, según siempre su versión, de que reanudaran su relación sentimental o le devolviera los 65 millones de euros que le había transferido.
Por ahora, el juez Nicklin ha dejado claro que "el demandado no es ni soberano ni jefe del Estado de España" y, por tanto, "no tiene derecho a inmunidad personal”, así como que el presunto acoso no formaba parte de su actividad institucional.
Visto en contadas ocasiones
Desde que se marchó de España, el rey Juan Carlos ha mantenido una vida discreta y alejada de las cámaras, si bien se le ha podido en contadas ocasiones captadas en imágenes.
La primera, fue justo al llegar a Abu Dabi y se captó cuando bajaba por la escalerilla del avión portando una mascarilla.La última, cuando sus hijas Elena y Cristina, junto con los hijos de ambas, visitaron a Don Juan Carlos en Abu Dabi el pasado mes de abril y se hicieron una fotografía juntos.
Entre medias, para desmentir los rumores sobre su mal estado de salud, el rey emérito se dejó ver en dos ocasiones en el jardín de la villa donde reside en Abu Dabi, una de ellas con el príncipe heredero del emirato, Mohammed bin Zayed al Nahyan.
En diciembre de 2021, se pudo ver al rey emérito en la grada de un partido de tenis en el que jugaba Rafa Nadal. Otra imagen de El Mundo en exclusiva mostró también a Don Juan Carlos compartiendo mesa en un restaurante con Nadal y el tenista Carlos Moyá.
La intención del rey emérito, tal y como comunicó el pasado mes de marzo a Felipe VI, es seguir viviendo en Abu Dabi y visitar con frecuencia a España manteniéndose alejado, eso sí, de la vida pública y residiendo en estancias privadas: "Prefiero, en este momento, continuar residiendo de forma permanente y estable en Abu Dabi, donde he encontrado tranquilidad, especialmente para este período de mi vida".