El núcleo duro del Batallón Azov se resiste a abandonar la acería de Mariúpol
- El vicecomandante del Regimiento Azov asegura que hay una operación en marcha
- Rusia acelera su ofensiva en el Donbás para hacerse con el control de toda la región
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La planta de Azovstal, el símbolo de la resistencia de Ucrania frente a Rusia, aún no está bajo control de las fuerzas rusas. Un grupo de altos oficiales del Regimiento Azov, un batallón ultranacionalista ucraniano, siguen atrincherados en el interior de la acería. Es lo que asegura el vicecomandante del Regimiento, Sviatoslav Palamar, en un vídeo que ha recibido RNE.
“Mis comandantes y yo estamos en la planta Azovstal. Hay una operación que no voy a comentar. Agradezco a Ucrania y a todo el mundo el apoyo”, dice Palamar en un vídeo que solo dura 18 segundos y en el que no aclara si esa operación implica su rendición o si, por el contrario, mantienen su resistencia y se inmolan.
De momento, son ya 1.700 los combatientes que han abandonado la planta metalúrgica y están en manos rusas después de resistir más de dos meses de asedio. Ahora, sus familiares están preocupados por el trato que les va a dar y reclaman a las organizaciones internacionales que hagan todo lo posible para que Rusia les trate como prisioneros de guerra y no sean torturados.
“El Donbás está completamente destrozado”
Mientras tanto, Rusia está acelerando su ofensiva en el Donbás donde trata de controlar una estratégica carretera en la confluencia de Donetsk y Lugansk, las dos provincias que integran la zona situada en el este del país. “La situación en el Donbás es un infierno. Está completamente destrozado”, ha reconocido el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski.
“Las fuerzas armadas de Ucrania siguen avanzando en la liberación de la región de Jarkov. Pero en el Donbás los ocupantes intentan aumentar aún más la presión”, ha dicho Zelenski. El presidente ucraniano también ha confirmado que los ataques se están intensificando en el sur del país, especialmente en la zona de Odesa. También en la provincia de Zaporiyia y en torno a Jersón, mientras las fuerzas de ocupación rusas siguen dando pasos para anexionarse el territorio ocupado.