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Festival de Cannes

George Miller: "Vamos a una era en la que expresaremos todos los ecos del pasado en imágenes en movimiento"

  • El creador de Mad Max no convence con la fábula romántica Tres mil años esperándote, con Tilda Swinton e Idris Elba

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Tilda Swinton y George Miller, en Cannes.
Tilda Swinton y George Miller, en Cannes.

Cannes amanecía deseando que fuera 2015. Aquel año, George Miller presentó fuera de concurso Mad Max: furia en la carretera y se llevó el festival por delante. Siete años después, mismo formato: Tres mil años esperándote, su esperadísimo regreso –igualmente fuera de concurso- y la sala llena con unos pocos datos previos: una fábula romántica en la que Tilda Swinton interpreta a una doctora en literatura que se encuentra con un genio (Idris Elba) que le concede los tres deseos de rigor.

Era difícil colmar tanta expectativa y ha sido imposible. Miller firma la que seguramente pueda considerarse su película más personal con una vindicación de las historias como único modo de aprehender el misterio por un lado, y, por otro, una defensa del amor incondicional pero no posesivo. Nadie puede negarle el riesgo narrativo y el despliegue imaginativo, aunque ha dejado una sensación de película de otra época (no en el mejor sentido).

Swinton interpreta a una mujer solitaria experta mundial en narraciones a la que, tras comprar un pequeño frasco en el Gran Bazar de Estambul, se le aparece un djin, un genio (Idris Elba) que ha atravesado los tiempos en los que conocido la reina de Saba o a Solimán el magnífico por ejemplo, pero que ha pasado la mayor parte de su existencia encerrado, casi siempre por enamorarse de humanas.

“La mayoría parte de las historias humanas son alegóricas, tienen una dimensión poética que se abre a la interpretación de quién la vea”, ha explicado el director en rueda de prensa. Su película es puro relato oral y visual: encerrados en una habitación del hotel de Estambul en el que Agatha Christie escribió Asesinato en el Oriente Express, la doctora y el genio compartirán sus vidas mientras la primera decide sus deseos.

Tilda Swinton e Idris Elba en 'Three thousand years of longing' DeaPlaneta

El australiano subraya en Tres mil años esperándote que la ciencia puede cercar, y de hecho lo hace, lo incognoscible, pero por dónde todavía no ha pasado es un campo abierto para las narraciones. “La película es una conversación entre mitos y ciencia, y también de la complejidad de vivir una vida mortal con amor y deseo”, apunta su hija, Augusta Gore, coguionista de la película.

¿Serán las historias de superhéroes tan duraderas como los mitos antiguos? “Es obvio que Marvel o DC son el vestigio de los mitos griegos, nórdicos y romanos, la equivalencia es directa”, sostiene Miller. “Vamos hacia una era en la que expresamos en imágenes en movimiento los ecos del pasado. El éxito de los superhéroes no es un accidente. Lo que es seguro es que dentro de 20 o 30 años serán diferentes, aunque la esencia sea la misma”, añade citando a Joseph Campbell, teórico de la narración y autor de El héroe de las mil caras.

Miller añade una cuenta más a su ecléctica y nada prolífica carrera a la que es difícil encontrar un patrón (Las brujas de Eastwick, Babe, el cerdito valiente; Happy feet) ¿Llegará un nuevo Mad Max? ¿Qué deseo le pediría a un genio? "Ganar los 100 m. lisos en las olimpiadas batiendo el récord mundial".