El balonmano del Beti Onak desata la euforia en Villava

• El equipo asciende a la Liga Guerreras Iberdrola, la máxima categoría española
• El éxito respalda el proyecto iniciado en 2018 con el convenio firmado entre Federación y la Fundación Miguel Induráin

El Beti Onak hace historia

El equipo de balonmano femenino Beti Onak ha hecho historia. Después de una temporada redonda en la que los verdes han ganado 30 partidos de 31 posibles, el equipo ha logrado la copa de la División de Honor Plata y, por tanto, en la próxima temporada jugarán en la máxima categoría: la Liga Guerreras Iberdrola.

Marea verde en Villava

El Beti Onak ha jugado su último partido en La Rioja y, al día siguiente, ponían rumbo a Villava. Todo el pueblo, que ya había vivido este ascenso a través de pantallas gigantes, volvió a llenar la calle mayor de la localidad para dar la bienvenida a las jóvenes triunfadoras. Gaiteros, bengalas, un aurresku: Villava se volcó con todos los honores para celebrar la gesta.

Sin embargo, el ascenso se ha fraguado durante un lustro y responde a la unión de fuerzas entre la Federación Navarra de Balonmano y la Fundación Miguel Induráin, que en 2018 firmaron un convenio junto al club para crear un proyecto consistente para todas las jóvenes que quisieran formarse en el balonmano.

El resultado no se ha hecho esperar y, ahora, el Beti Onak recoge el testigo de grandes clubes como el Itxako para situarse en la élite nacional.

“Trabajo, sacrificio y más trabajo”

“Tenemos ambición, somos un equipo que siempre quiere más“

La plantilla ganadora se caracteriza por la juventud, de hecho, la mayoría de ellas no supera los 21 años; sin embargo, como destaca la capitana y portera, Olaia Luzuriaga, una de las claves de éxito ha sido “el esfuerzo y la disciplina”, sumado a la ambición.

Además, el técnico Miguel Etxeberria ha sabido encauzar el potencial de sus pupilas a través de un estilo de juego característico basado en la férrea defensa y los rápidos contragolpes: “Hemos sido fieles a ese estilo y ha sido un acierto” concluye Etxeberria.