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La UE pide poner en cuarentena a las mascotas para evitar que la viruela del mono se endemice en Europa

  • Esta medida solo afectaría a los mamíferos que han tenido un contacto estrecho con humanos contagiados
  • El virus ya es endémico en África Central y Occidental, pero en otros países los brotes han sido muy esporádicos

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Las especies de la familia Sciuridae -ardillas-, son huéspedes idóneos para el virus de la viruela del mono.
Las especies de la familia Sciuridae -ardillas-, son huéspedes idóneos para el virus de la viruela del mono.

El Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC) ha recomendado concentrar el foco en la identificación y el rastreo de los casos de la viruela del mono, para cortar las cadenas de transmisión y evitar que el virus se propague por territorio europeo. Aunque el riesgo pandémico es muy bajo, el organismo reconoce que, si se produce transmisión de humano a animal, existe el peligro de que la enfermedad se vuelva endémica en Europa, por lo que ha recomendado que las mascotas expuestas al virus guarden aislamiento. Hasta ahora, las únicas regiones del mundo en las que esta enfermedad es endémica son África Central y Occidental, donde se han producido brotes recurrentes desde 1970.

La gran mayoría de los casos del nuevo brote se han registrado en hombres que habían tenido sexo con otros hombres, "lo que sugiere que la transmisión debe tener lugar durante relaciones íntimas", explica el ECDC, que recomienda que las personas infectadas permanezcan aisladas hasta que se les caigan las costras y evitar contacto estrecho con inmunodeprimidos y mascotas, así como actividad sexual con otras personas.

La viruela símica es una enfermedad zoonótica, lo que significa que puede transmitirse entre animales y seres humanos. A pesar de su nombre, los monos no son el reservorio principal del virus, aunque se identificó por primera vez en 1958 en una población de primates. Se desconoce cuál es su origen, pero se cree que se transmite a través de pequeños roedores y ardillas de las selvas tropicales africanas. Por este motivo, el ECDC apunta a que "es probable que los roedores, y en particular las especies de la familia Sciuridae -ardillas-, sean los huéspedes idóneos, más que los humanos, lo que hace que la transmisión de humanos a mascotas sea teóricamente posible".

Evitar el establecimiento del virus en Europa

El ECDC, que es la agencia de la Unión Europea responsable de reforzar la estrategia contra las enfermedades infecciosas, reconoce que en la actualidad "se sabe muy poco sobre la idoneidad de especies mamíferas domésticas y peridomésticas -las que viven en libertad en un entorno humano, como ratas y ratones- para servir como huésped del virus de la viruela símica", aunque apunta a la posibilidad de que si el patógeno salta de humanos a animales, esta situación "podría conducir al establecimiento del virus en Europa".

"Las autoridades de salud pública deben trabajar junto con las autoridades veterinarias para garantizar que se pueda poner en cuarentena y someter a pruebas diagnósticas a animales de compañía mamíferos que hayan estado expuestos o estén en riesgo de exposición, es decir, mascotas de positivos de viruela del mono y contactos cercanos", aconseja el organismo, para quien "idealmente, las mascotas roedoras deberían estar aisladas en instalaciones monitoreadas, cumpliendo con el aislamiento respiratorio y las condiciones de bienestar animal", además de realizarles una prueba PCR antes de dar por concluida la cuarentena. "La eutanasia solo debe ser el último recurso para situaciones en las que las pruebas y/o el aislamiento no son factibles", recalca.

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Pero las recomendaciones del ECDC sobre mascotas no se centran únicamente en roedores, sino que se amplían a otras especies de mamíferos, que "podrían aislarse en casa si las condiciones de bienestar animal lo permiten", por ejemplo, delimitando un espacio exterior cerrado para perros, controles veterinarios regulares para evaluar su estado de salud, impedir que las mascotas salgan de casa y el contacto de estas con visitantes.

Según indica la agencia europa especializada en salud pública, no hay evidencia de que el virus se instalase en la fauna silvestre de Estados Unidos, que sufrió un brote importante de la viruela del mono en 2003. Además, recuerda que las autoridades sanitarias del país llevaron a cabo una vigilancia sistemática y una campaña muy agresiva centrada en los animales que se expusieron al virus. En todo caso, el ECDC considera que en Europa "la probabilidad de que se produzca este evento indirecto es muy baja".