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Sobrecargados, infravalorados y desprestigiados: por qué muchos MIR ya no quieren ser médicos de familia

  • La especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria ha ofertado más de 2.000 plazas, pero el 8,5 % han quedado sin cubrir
  • Los médicos culpan a las condiciones laborales y alertan de las consecuencias para el sistema sanitario si no se toman acciones

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Un médico mira a cámara en una imagen de archivo
Un médico mira a cámara en una imagen de archivo

Muchos médicos de familia se sienten saturados, infravalorados y desprestigiados. No es la primera vez que denuncian la degradación de la atención primaria, pero el desinterés de los MIR ha avivado aún más la preocupación sobre el futuro de este nivel sanitario. De los 218 puestos que han quedado libres en la adjudicación de plazas, 200 son de Medicina Familiar y Comunitaria. A Miguel (nombre ficticio) esto no le sorprende. Él, a sus 40 años, ha decidido dejar dicha especialidad y volver a pasar por los cuatro años de Médico Interno Residente precisamente por la precariedad que espanta a muchos estudiantes.

“No tenía calidad de vida. O dejaba la medicina o dejaba la especialidad”, explica. El escenario al que se enfrentan no es el más agradable. Entre las principales quejas de los profesionales se encuentran la grave presión asistencial, la eventualidad de la mayoría de los contratos y la sensación de descrédito por parte tanto de pacientes como de otros médicos. Por eso, la medicina de familia suele ser una opción “de rebote” y de las últimas especialidades en la lista de preferencias. “Los que la eligen en las 100 primeras adjudicaciones son catalogados como héroes”, bromea Miguel.

Sobrecarga de trabajo e infravaloración, detrás de la escasez de médicos de familia

El doctor Luis Utor es uno de los jóvenes que este año ha apostado por especializarse en atención primaria. Es consciente del “maltrato” al que se va a enfrentar, cuenta, pero tiene verdadera vocación y está convencido de la esencialidad de esta área. Sin embargo, también reconoce que no descarta ejercer fuera de España en el futuro. “Puede que termine emigrando a otro país que me ofrezca mejores condiciones laborales”, señala. Una fuga de talento habitual por la que, sumada al desánimo de los MIR por la atención primera, los médicos piden cambios significativos y alertan de las consecuencias para el sistema sanitario.

¿Por qué la atención primaria no convence a los estudiantes?

La especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria es la que más plazas ha ofertado este 2022 con un total de 2.336, pero el 8,5 % de ellas han quedado sin cubrir y son irrecuperables. En total, la convocatoria ha ofrecido 8.188 puestos para 9.932 aspirantes, por lo que muchos estudiantes han preferido quedarse sin cursar el mir a hacerlo en la atención primaria. Asimismo, la presidenta de la Asociación MIR España, Erika Brenlla, advierte que el número de adjudicaciones libres en este nivel sanitario podría aumentar. "Siempre hay renuncias a posteriori porque no era su primera opción o porque se lo piensan mejor", explica.

Brenlla menciona el caos de las listas de preferencias -que ahora se realizan de manera telemática y piden registrar centenares de opciones- como uno de los posibles motivos por los que la atención primaria no ha llegado a los estudiantes, ya que podrían haberla dejado olvidada en algún hueco de esas infinitas enumeraciones. Sin embargo, reconoce también que quizás el principal problema no sea ese, sino el desprestigio y las condiciones laborales.

Cuando acabó la especialidad, Miguel probó suerte durante años en varios centros de salud tanto públicos como privados y fue testigo de esta situación. En todos ellos encontró condiciones similares: llegaba a atender a más de 50 pacientes diarios, pero contaba con menos de siete minutos para las consultas individuales. "Y a veces se tardan solo cinco en dar los buenos días y esperar a que la persona se desvista para la exploración", añade Utor, algo que hace extremadamente difícil y "frustrante" el buen ejercicio de la especialidad.

Esta sobrecarga de trabajo está estrechamente relacionada con los últimos datos publicados por el Informe Anual del Sistema Nacional de Salud el pasado abril. Según el Ministerio de Sanidad, en España hay una importante diferencia porcentual entre el número de profesionales de atención primaria (27,1% ) y el resto. Concretamente, se estima que en 2019 había disponibles solo 0,8% médicos de familia por cada 1.000 pacientes.

El Foro de Atención Primaria, conformado por las ocho grandes entidades de este nivel sanitario, advirtió ya el pasado marzo de un déficit de 4.720 médicos y 1.304 pediatras en este nivel asistencial y aseguró que "podría desaparecer en 2030".

Una especialidad fundamental, pero infravalorada: "Somos el cubo de la basura"

La reputación de los médicos de familia no suele ser buena y sus funciones tampoco son ampliamente reconocidas, lamentan Miguel y Utor. A este último, por ejemplo, le llegaron comentarios desalentadores cuando anunció a su entorno que quería trabajar en la atención primaria. "Hay gente que ni siquiera la considera una especialidad", recuerda. Sin embargo, estos profesionales sanitarios son el primer contacto con el paciente, la primera y fundamental rueda del engranaje.

"Nos encargamos del primer diagnóstico, hacemos seguimiento de los pacientes crónicos, realizamos prevención y promoción de la salud... Salvamos vidas", añade el representante nacional de médicos de Atención Primaria Rural del Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos (CGCOM), Hermenegildo Marcos. El doctor señala también la importancia de este nivel de asistencia sanitaria en las zonas rurales y para las personas de edad avanzada, ya que otra de sus tareas habituales es hacer visitas a domicilio.

Asimismo, son los encargados de conocer en profundidad el contexto social de los pacientes, "algo muy valioso para resolver sus problemas", que, en ocasiones, van más allá de una dolencia física. Escuchar y prestar atención al historial y a las experiencias de la persona puede ayudar a percibir el origen real de una patología y evitar recetar fármacos innecesarios, por ejemplo. No obstante, es difícil llegar a ese nivel de conexión con contratos de tres o seis meses que alternan entre centros sanitarios, apuntan.

Pero muchos médicos de familia no sienten que sus tareas sean realmente reconocidas profesionalmente y ese es uno de los motivos por los que Miguel se arrepiente de haberse especializado en Medicina Familiar y Comunitaria. Según el doctor, sus propios compañeros sanitarios de otras áreas desprestigian y sobrecargan a veces a los de la atención primaria. "Somos el cubo de la basura", lamenta, "tenemos que atender todo mientras molestamos lo menos posible a los de arriba, pero nadie lo valora".

"Un muro de contención" que podría acabar en desastre

Los expertos consultados por RTVE.es coinciden en la importancia de la atención primaria, pero también en que no se está cuidando adecuadamente. Y, advierten, puede acabar en desastre. "Los médicos de familia somos un muro de contención", adelanta Marcos, quien recuerda que la elevada presión asistencial terminaría recayendo en los hospitales de no ser por estos profesionales.

Solo en 2020, los médicos de familia atendieron 243,5 millones de consultas, unas 5,3 visitas por persona y año, según el Ministerio de Sanidad. Además, también fueron los encargados de resolver 24,5 millones de consultas urgentes. Estas citas pueden ayudar a evitar trasplantes o el agravamiento de un tumor maligno y sirven incluso para acompañar y hacer un seguimiento de las enfermedades mentales. De hecho, las personas con trastornos de salud mental van de media unas 13,1 veces al año a los centros de atención primaria y aquellas con cáncer unas 18,1.

Si falla el primer pilar se sobrecargan todos los escalones siguientes

"Si falla el primer pilar se sobrecargan todos los escalones siguientes", opina igualmente la presidenta de la Asociación MIR España, Erika Brenlla. Si las malas condiciones laborales y el desprestigio continúa desilusionando a muchos estudiantes de medicina, Brenlla augura constantes derivaciones entre especialistas y una confusión para los pacientes, que darían tumbos "hasta que alguien les solucione el problema que tengan".

Inversión, autogestión y rebajas en las notas de corte

Que la atención primaria no resulte atractiva para los profesionales de la salud preocupa al Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos, que lleva años alertando de la saturación de este nivel sanitario. Para Marcos, son necesarios muchos cambios "urgentes", pero sobre todo en las condiciones laborales y de ejercicio profesional.

En ese sentido, el médico de familia rural reivindica una mayor estabilidad de los contratos y la vuelta de la autogestión de los horarios para evitar la sobrecarga y garantizar un buen servicio. "Pedimos hasta cierto punto una autogestión de nuestras agendas porque creemos que el tiempo para atender a los pacientes es fundamental", incide tras afirmar que sería una mejora "de sentido común".

Por otra parte, Andalucía, Asturias, Galicia y Madrid han propuesto este martes distintas medidas para cubrir las 217 plazas mir. Las comunidades han recomendado, entre otros asuntos, una bajada de la nota de corte hasta cubrir los cupos o una nueva oferta de los espacios sobrantes. Asimismo, la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (Semergen) y la de Médicos Generales y de Familia (Semg) han reclamado el incremento de la presencia de la atención primaria en la universidad para captar a más estudiantes.